El Ibex 35 cierra un ejercicio volátil con una caída del 2%
El índice cierra su mejor mes de diciembre en 20 años, con una alza del 7,6%
No lo logró. El Ibex 35 cerró 2016 en rojo, al caer un 2% respecto a los 9.544,20 puntos con los que finalizó el año pasado. A pesar de haber cerrado el mejor diciembre en 20 años (+7,6%), el índice se sitúa en negativo por segundo ejercicio consecutivo, aunque se mantiene por encima de los 9.000 puntos. El año ha sido complicado para el selectivo. Desciende hasta los 9.352,10 puntos con los que ha cerrado este viernes, si bien se recompone en gran medida del golpe que supuso el referéndum por la salida del Reino Unido de la Unión Europea, que le llevó a la peor caída de toda su historia el 24 de junio (-12,35%). Aquel día se situó en los 7.645 puntos, su mínimo desde junio de 2013.
- Renta variable
La banca ha marcado buena parte del devenir de la Bolsa este ejercicio tras años de bonanza. Popular ha sido el valor que ha acaparado la mayor parte de las atenciones, ya que es el que más cae en el año, con un retroceso superior al 65%. Durante este año, la entidad anunció el relevo de su presidente, Ángel Ron, por Emilio Saracho, y apunta a unas pérdidas de hasta 2.700 millones este ejercicio.
En la jornada de este viernes, que cierra con una subida del 0,27%, Gamesa y Santander, con alzas por encima del 1%. Le siguen Meliá Hoteles y Gas Natural. Por el lado contrario están Enagás, IAG, Sabadell, Ferrovial y Amadeus, con caídas entre el 0,70% y el 0,90%.
El cierre en positivo de la jornada no se limita al Ibex 35, sino que las principales Bolsas europeas también se pintan de verde. El FTSE de la Bolsa de Londres se ha anotado un alza de tres décimas, marcando el paso a otros mercados como el DAX de la Bolsa de Fráncfort o el CAC 40 de la de París, que suben algo más del 0,20%. La Bolsa de Londres ha sido una de las protagonistas del año. Ella, a diferencia de la libra, ha pasado de puntillas por el brexit y se ha revalorizado un 14,4%.
Wall Street tampoco se ha apuntado al carro ciclotímico de la Bolsa española. Las buenas perspectivas económicos que se han ido conociendo a lo largo del ejercicio (sobre todo desde el lado del empleo) y la sempiterna subida de tipos de interés por parte de la Reserva Federal (subida que se concretó finalmente a mediados de este mes) ha marcado el año en el parqué neoyorquino, que cerrará por primera vez en su historia por encima de los 19.000 puntos (este mes se ha quedado a 26 puntos de, incluso, tocar los 20.000). Otro que cierra en máximos históricos es el Nasdaq. El S&P 500 se apunta al carro de las subidas.
El selectivo Nikkei, el principal indicador de la Bolsa de Tokio, cosechó hoy su mejor cierre de año en dos décadas (19.114,37 puntos), pese al ligero descenso motivado por el afán de los inversores de asegurar ganancias en la última negociación de 2016.
La renta variable es la apuesta preferida de cara a 2017. Es la opinión de Renta 4, que fundamenta su opinión en la ligera aceleración del crecimiento económico y la mejora en los resultados empresariales, junto con el mantenimiento de unas atractivas condiciones de financiación". Renta 4, eso sí, avisa de la "elevada volatilidad", resultado de las numerosas "citas políticas en Europa. "Recomendamos ser muy selectivos en los puntos de entrada en mercado y en la selección de valores".
- Mercado de deuda
Si ha habido un mercado que ha pasado un 2016 relativamente plácido ese ha sido el de la deuda. El bono español a diez años, lejanos los tiempos de rentabilidades por encima del 7%, ha cerrado el ejercicio en el entorno del 1,38%, tras haber, incluso, bajado holgadamente del 1% (el mínimo fue el 0,88% 30 de septiembre). La prima de riesgo se quedó en los 117 puntos básicos.
No ha estado exenta de turbulencias, eso sí. La tranquilidad se acabó en noviembre, cuando un hombre de pelo rubio asustó a los mercados internacionales. La victoria de Donald Trump en las presidenciales llevó a turbulencias desconocidas durante meses y el bono superó el 1,8% a principios de diciembre.
La razón para esta tranquilidad generalizada no radica tanto en la acción de los Gobiernos la hora de atajar la crisis como en la del Banco Central Europeo, que en 2016 se reafirmó en su política de compra de activos (quantitative easing). A principios de este mes, lejos de ir anticipando el fin de los estímulos con los que ha respondido a la profunda crisis en la zona euro desde 2012, el BCE decidió prolongar más allá de lo previsto sus compras mensuales de deuda, hasta finales de 2017, si bien reducirá a partir del mes de abril su cuantía desde los 80.000 millones a los 60.000 millones de euros.
En 2016 la maquinaria de las medidas extraordinarias del BCE ya ha estado a toda máquina, con los tipos al cero desde el mes de marzo, cuando además rebajó al -0,4% el tipo de la facilidad de depósito.
- Mercado de divisas
En las divisas, dos fuerzas palabra ejercieron influencias decisivas sobre el euro: los tipos de interés y el brexit. La moneda única ha estado cerca de la paridad con el dólar (algo que no se ve desde 2002) a lo largo de buena parte de 2016, una tendencia que se exacerbó tras la victoria de Trump. El euro ha subido un 0,62% y se cambia a 1,0554 dólares, frente a los 1,0490 dólares en las últimas horas de la negociación de la jornada precedente.
- Materias primas
Y, finalmente, a finales de noviembre, los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo OPEP alcanzaron un acuerdo para controlar la producción de petróleo, lo que posibilitará que se produzca un recorte de 1,8 millones de barriles diarios. El barril de Brent, de referencia en Europa, dejó de languidecer en el entorno de los 45 dólares en que se movió durante todo 2016 y dio el salto por encima de los 50 dólares. Hoy, el barril abre ligeramente a la baja hasta 56,13 dólares, una caída del 0,01%.