El mercado espera la próxima alza de tipos en EEUU en junio
La probabilidad de que la Fed actúe en ese mes es del 73%
Dos semanas después de que la Fed haya subido el precio del dinero en EE UUen 25 puntos básicos, la posibilidad de que el organismo presidido por Janet Yellen vuelva a elevar los tipos de interés de referencia en EE UU en su reunión del mes de junio, es del 73,5%, según los futuros de los fondos de la Fed y esperan que, al menos, haya otra subida más el año que viene.
La Reserva Federal inició el ciclo de subidas de tipos, la primera desde junio de 2004, en diciembre de 2015, pero las expectativas de que el proceso tuviese continuidad en los meses siguientes se “truncaron por la desaceleración de la economía de EE UU y los riesgos planteados por las fuertes turbulencias de los mercados a principios de año (incluído por el fortalecimiento del dólar) y por la posibilidad de una desaceleración significativa de la demanda global”, recuerdan desde Ahorro Corporación.
Hasta el verano, el mercado no apostaba por una subida de tipos este año, pero la mejora de los datos económicos y las declaraciones de los miembros de la Fed elevaron a partir de septiembre las expectativas de inflación y la probabilidad de una subida de tipos el 14 de diciembre, tal y como se confirmó.
Decisión unánime
“El comité de política monetaria mantiene relativamente su confianza en las perspectivas de la economía estadounidense y parece preocuparles menos el entorno exterior, lo que justificó en gran medida pulsar el botón de subida de tipos. Cabe mencionar que para afrontar este “desafío”, los miembros de la Fed han sentido la necesidad de estrechar sus opiniones: la decisión fue unánime y la dispersión de las previsiones se redujo con respecto al último comité”, explica Julien-Pierre Nouen, jefe economista-estratega de Lazard Frères Gestion.
Sin embargo, el experto cree que es poco probable que “los recientes acontecimientos económicos hayan hecho cambiar la visión de hawkish como Jeffrey Lacker hasta el punto de bajar 75 puntos básicos su estimación de tipos para finales de 2016. Sin duda, esta evolución refleja un esfuerzo concertado de los miembros del FOMC para presentar de ahora en adelante una decisión más sólida”, añade dicho experto.
Efecto Trump
Y es que el rumbo que tome la política monetaria en EEUU dependerá de por donde vayan los tiros del nuevo Gobierno cuando Trump desembarque en la Casa Blanca a partir del 20 de enero. Yellen reconoció que la elección de Trump ha aumentado la incertidumbre acerca de la política económica y la Fed monitorizará la evolución del dólar, el mercado de divisas, la renta fija y los precios del petróleo.
Sin embargo, la presidente de la Fed optó por la prudencia y no entró a valorar las nuevas políticas que puedan aplicarse al otro lado del Atlántico y afirmó “de forma explícita que no quiere dar consejos al presidente electo ni al nuevo gobierno. No obstante, sí matizó que los estímulos fiscales son ahora menos necesarios que en años anteriores cuando la tasa de paro era muy superior”, recuerdan desde Bankinter.
La Fed daría la bienvenida a políticas fiscales que contribuyan a mejorar la productividadd. La presidenta de la Fed mencionó mejora en la educación e incentivos a la inversión productiva como vías para mejorar el crecimiento.
Asimetría entre los principales bancos centrales
Globalmente continuarán predominando las políticas monetarias laxas, siendo Estados Unidos una privilegiada excepción. La asimetría entre la Fed y el BCE no sólo se mantiene sino que, es cada vez mayor, tal y como recuerdan los expertos. “Es altamente improbable cualquier cambio en la Eurozona durante 2017 en este frente”, recuerdan los expertos de Bankinter. Y es que en la pasada reunión de diciembre, el BCE se comprometió a mantener su actual programa de compra de activos (APP) hasta diciembre de 2017, aunque reduciendo el importe mensual desde 80.000 millones de euros hasta 60.000 millones de euros. Pero cualitativamente será algo más laxo al retirar el límite de la facilidad de depósito (-0,40%) para las TIR de los bonos que compre y cambia en l plazo de duración desde 24 a 12 meses, lo que equivale a decir que actuará más en la zona corta de la curva y de forma más amplia. El BCE deja todas las puertas abiertas a introducir más estímulos monetarios si el crecimiento o la inflación pierden impulso, una postura que proporcionará mayor tranquilidad al mercado en un año 2017 marcado por las elecciones en Holanda, Francia y Alemania.
Y mientras que los tipos de interés seguirán subiendo en EE UU, en la zona euro el precio del dinero se mantendrá en el 0%. El Consejo de Gobierno del BCE ya adelantó en su última reunión que espera que los tipos de interés se mantendrán en los niveles actuales o inferiores incluso después de que finalice el programa de compra de activos.
“En nuestra opinión, en la Eurozona seguiremos teniendo tipos tan bajos como los actuales durante 2017/18. Nada importante cambiará”, añaden los expertos.