Linde constata que el PIB crece un 3,2% por segundo año seguido
La aportación del sector exterior en el último trimestre fue neutra, por lo que todo el crecimiento lo aportó la demanda interna
Las turbulencias que amenazaban a la economía española en verano, ante la debilidad del crecimiento mundial, el desplome de los intermcabios comerciales y la ausencia de Gobierno, parecen no haber hecho mella en la economía española. En su último informe económico, el Banco de España augura que el PIB de España habría crecido un 0,7% en el cuarto trimestre, similar al observado en el trimestre precedente. “El avance del producto continuaría sustentádose en la demanda nacional, con un dinamismo algo mayor del gasto privado”, recalca el estudio. Entre octubre y diciembre, la aportación del sector exterior habría sido neutra, mientras que la demanda interna (consumo de los hogares, inversión empresarial y gasto público) habría contribuido con siete décimas de crecimiento.
Un esquema similar a lo acontecido en el conjunto del año. La institución presidida por Luis María Linde augura que el PIB cerrará en un 3,2% en el conjunto del año, lo que supondría el segundo ejercicio consecutivo creciendo a ese ritmo, el doble de la media de los países de la zona euro. En este caso, la demanda nacional habría aportado 2,8 puntos de crecimiento y la externa cuatro décimas.
En sus anteriores boletines, el Banco de España había mostrado su preocupación por la ausencia de Gobierno y la falta de medidas estructurales para reducir el déficit público, que amenazaba con sobrepasar los límites fijados por Bruselas para este año y el que viene. El boletín destaca que la incertidumbre acerca del rumbo de las políticas económicas “ha empezado a aminorar con la constitución del nuevo Gobierno, sobre todo en el terreno fiscal tras la reciente aprobación del decreto ley que reforma el impuesto de sociedades, sube los tributos sobre el alcohol y el tabaco e incrementa las bases máximas de cotización”. En su opinión, estas medidas deberían contribuir “a una reducción apreciable” del déficit público en 2017, cuyo objetivo se sitúa en el 3,1 % del PIB, después de que en 2016 descienda al 4,4 % del PIB, dos décimas por debajo de la meta comprometida con Bruselas (4,6%).
El Banco de España considera que las medidas pueden llevar aparejado “algún coste de corto plazo en términos de actividad”, pero asume que la corrección del desequilibrio presupuestario es prioritaria para atenuar la vulnerabilidad de la economía española, dada su dependencia de la financiación exterior. Asimismo, señala que siguen subsistiendo dudas en el ámbito de la definición de la agenda de reformas estructurales, “necesarias para elevar el ritmo de expansión de la actividad y de creación de empleo de manera duradera”. El boletín recalca la buena evolución del mercado laboral, con un incremento interanual de las afiliaciones a la Seguridad Social del 3,4%, cuatro décimas superior al del mes previo. La previsión de cierre para el último trimestre es del 3,1% por encima y para el conjunto del año es del 3%, al mismo ritmo que en 2015.
Al mantenimiento de esa buena tendencia contribuirá la moderación salarial. El texto apunta que la información relativa a la negociación colectiva hasta noviembre indica que, en los convenios cerrados, que engloban a algo más de 7 millones de trabajadores, se ha fijado un incremento interanual de las tarifas salariales del 1,1%, en promedio, para 2016, cuatro décimas por encima del aumento observado en 2015. “El crecimiento observado en las tarifas salariales del conjunto de convenios coincide con el acordado en los de naturaleza plurianual firmados en años anteriores (el 78 % de los asalariados) y es ligeramente superior al negociado en los convenios de nueva firma, que se sitúa en el 1 %”.
La difícil desconexión del IPC y de los salarios
Las previsiones del organismo supervisor apuntan a un fuerte repunte de la inflación, que tocará máximos en febrero de 2017, “situándose previsiblemente por encima del 2,5%”. Así prevé que la tasa media de inflación para el conjunto de 2017 podría superar el 2% frente al -0,3% previsto para el conjunto de este año. Esa nueva estimación del PIB supone una revisión al alza de medio punto con respecto a lo vaticinado tan solo un mes antes.
Un aumento que introducirá más presión a la negociación colectiva, en la que empresarios y sindicatos tienen aún pendiente pactar las alzas para los próximos ejercicios. En el informe, el Banco de España augura que se podrían producir traslaciones de precios de otros bienes y servicios y a los salarios. “Una consideración prioritaria en la determinación de los costes laborales debe ser la necesidad de perseverar en las ventajas competitivas adquiridas en los últimos años, al objeto de favorecer la creación de empleo”, remarca en alusión a la moderación salarial.