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Banca

Popular cerrará el año con pérdidas de alrededor de 2.700 millones

Convocará junta en la primera quincena de febrero para nombrar presidente a Emilio Saracho

Oficina de Banco Popular
Oficina de Banco Popular

Banco Popular cerrará el presente ejercicio con unas pérdidas que rondarán los 2.700 millones de euros, tras haber provisionado el 50% de sus activos adjudicados. El consejo tiene previsto convocar una junta extraordinaria en la primera quincena de febrero para nombrar a Emilio Saracho presidente en sustitución de Ángel Ron. Mientras, las tensiones entre los consejeros afines a Ron y los contrarios se han reavivado.

Popular tiene previsto poner el contador a cero nada más presentar sus cuentas de 2016, que arrojarán unas pérdidas de unos 2.700 millones de euros, ya que el banco cubrirá estos números rojos con la ampliación de capital llevada a cabo en junio por 2.500 millones de euros. Por ello, insiste en que no necesita una nueva inyección de capital como aseguran los bancos de inversión. Popular calculó en mayo que podría perder unos 2.000 millones, pero que finalmente, y a la espera de cerrar el ejercicio, se situarán ligeramente por encima, explican fuentes del mercado. Popular ha elevado la cobertura de sus activos improductivos derivados del lastre inmobiliario al 50%, frente al 36% que tenía al cierre del tercer trimestre, explican varias fuentes del mercado.

Estas serán las cuentas que el actual presidente de la entidad, Ángel Ron, firmará antes de dejar su cargo una vez que el aún vicepresidente global de JP Morgan, Emilio Saracho, complete todos los trámites para ser nombrado número uno de Banco Popular.

De momento, el calendario que baraja el consejo de administración pasa por convocar junta extraordinaria de accionistas para nombrar a Saracho primero consejero de la entidad e inmediatamente después y en la misma reunión presidente en la primera quincena de febrero, justo unos días después de cerrar el ejercicio 2016.

Saracho está aún a la espera de que se aclaren todos los flecos pendientes para dar por cerrado su contrato con Popular, pero hasta que no se produzca este hecho Ron mantiene la presidencia, y será él quien presida el consejo del banco que se celebrará el próximo día 21 de diciembre, y en el que parece que se volverán a escenificar las diferencias existentes entre un grupo de consejeros y otro. Las diferencias entre Ron y algunos consejeros de Popular, entre los que destaca el inversor mexicano Antonio del Valle (con el 4,5% del capital de Popular), llevan tiempo fraguándose. La caída de la rentabilidad del banco ha sido el principal detonante, según varias fuentes. La ampliación de capital aprobada en mayo por la entidad de 2.500 millones de euros, enfrió aún más sus relaciones. Desde entonces, el distanciamiento ha sido total, y ha llevado a Ron anunciar su dimisión el 1 de diciembre.

Antes, ya en octubre, los consejeros Vicente Tardío –representante de Allianz–, el vicepresidente del banco, José María Arias, la independiente Helena Revoledo, el propio Antonio del Valle y la también consejera independiente y coordinadora Reyes Calderón, le presentan a Ron antes de celebrarse el consejo, una carta del inversor mexicano en la que reclaman la convocatoria de una junta extraordinaria para cambiar la presidencia. La propuesta no cuenta con unanimidad, razón por la que queda en el cajón ya que no hay consenso para su convocatoria. Antes, Del Valle habría propuesto a Ron modificar el consejo de administración de la entidad y reducir así la influencia del Opus Dei en el banco, señalan fuentes cercanas a la entidad.

Poco después, Calderón, pide la dimisión de Francisco Aparicio, consejero ejecutivo de Popular. El 11 de noviembre, Calderón, según las mismas fuentes, vuelve a plantear a Ron y a Aparicio que dejen sus cargos. La operación para buscar sustituto a la presidencia de Popular ha comenzado. Y ese mismo día Del Valle almuerza con Manuel Pizarro, para proponerle para ese cargo. Calderón hace lo propio con José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, quien rechaza el ofrecimiento. Del Valle, no obstante, comunica a Economía que hay un acuerdo entre miembros del consejo para sustituir a Ron y que está dispuesto a invertir más dinero en Popular.

Días después, el 15, Saracho habla con Ron y le comenta que le han ofrecido la presidencia. Las reuniones desde entonces entre unos consejeros y otros y las comunicaciones a Economía y al Banco de España aumentan, lo mismo que el nerviosismo. Hasta el día 30, fecha en la que tras varias horas de contactos y reuniones, Ron decide dar un paso atrás y presentar su dimisión en favor de Saracho. Este relevo se comunicó el 1 de diciembre a través de un comunicado a la CNMV, pero con todas las cautelas. El proceso sigue abierto hasta que la junta nombre a Saracho presidente.

Saracho, 7 votos; Pizarro, 5

La tensión en el consejo de Banco Popular ha ido subiendo a lo largo de noviembre. Tanto, que incluso el ministro de Economía, Luis de Guindos, pide a Ángel Ron el fin de semana del 12 al 13 de noviembre que busque una solución a esas tensiones. Antonio del Valle y Reyes Calderón ya han contactado con Emilio Saracho para ofrecerle la presidencia de Popular. Del Valle ya había descartado a Manuel Pizarro como presidente. En esas fechas, Francisco González, presidente de BBVA, ofrece a Ron una fusión, pero se rechaza. No es el momento oportuno, según varias fuentes. Nuevas reuniones, intentos fallidos de acuerdos, intrigas entre algunos consejeros, más contactos con Economía y el Banco de España. Y llega el día del desenlace, el 30 de noviembre. Al mediodía se reúnen los consejeros menos los tres ejecutivos (Ron, Francisco Aparicio y el CEO Pedro Larena). Calderón propone a Saracho como presidente y se lleva a cabo una votación, pero otro consejero saca a relucir nuevamente a Pizarro como otra posible alternativa (es posible que Pizarro desconociera esta nueva propuesta). Se somete a votación el nombre de los dos candidatos. Saracho consigue siete votos, Pizarro, cinco, aseguran fuentes cercanas al banco. Saracho queda como único candidato. El presidente de la CNMV, Sebastián Albella, llama a Saracho. Un día después se celebra consejo y se comunica que habrá un proceso ordenado para que Ron deje la presidencia y le sustituya Saracho.

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