Popular descarta una nueva ampliación de capital
El consejo defiende la independencia de la entidad y descarta más fondos para cubrir las pérdidas de 2016
Mientras que el mercado mantiene su desconfianza ante un futuro en solitario de Banco Popular y apuesta por una nueva inyección de capital, el consejo del banco defiende la independencia de la entidad y descarta una nueva ampliación de capital para cubrir las pérdidas de 2016, que se sitúan entre 2.400 millones a 2.700 millones de euros. Moody’s mejora su perspectiva sobre Popular y ensalza sus planes de futuro.
N ueva ración de confianza en el valor Banco Popular. El lunes sus acciones cerraron con una subida del 2,12%, para situarse en los 0,92 euros por título. Este alza contrasta con la bajada del viernes, cuando la cotización de Popular lideró las caídas del Ibex, al perder un 4,6%, lo que parecía que los inversores habían digerido muy pronto (en un día) la salida de Ángel Ron y la incorporación de Emilio Saracho como presidente del banco en el primer trimestre de 2017.
La subia del lunes coincide con el informe de la agencia de calificación crediticia Moody’s, firma que ha mejorado su perspectiva sobre Popular, al tiempo que ensalza su última ampliación de capital y sus planes de futuro para acelerar la reducción de activos problemáticos mediante la creación de una sociedad inmobiliaria. De esta forma, Moody’s mantiene en “bono basura”, Ba1, la deuda a largo plazo del banco Popular, sin embargo, su visión sobre la entidad pasa a ser positiva por la mejora de sus niveles de capital y liquidez.
La agencia destaca su liderazgo en el negocio de pymes, aunque advierte de que aún se enfrenta a importantes retos, entre ellos gestionar su morosidad y ser capaz de absorber pérdidas por el deterioro de sus activos. Moody’s se muestra dispuesta a revisar al alza la calificación de Popular si consigue mejorar la calidad de sus activos, al tiempo que mantiene sus niveles de solvencia y sus ingresos recurrentes mejoran de forma gradual. Standard & Poors (S&P) también comunicó el pasado 24 de noviembre que mejoraba su “perspectiva positiva” del rating a largo plazo.
La banca de inversión, y el mercado en general, sin embargo, sigue apostanto por la necesidad de una nueva ampliación de capital para la entidad de entre 1.000 millones a 2.100 millones para cubrir las multimillonarias pérdidas de 2016 y para reforzar su saneamiento. Este nuevo dinero serviría así para cubrir las potenciales pérdidas en la cartera de préstamos morosos y activos embargados, una vez que los números rojos de este año superan las ya negativas previsiones realizadas por el banco en mayo, cuando se llevó a cabo una ampliación por 2.500 millones (tercera desde 2012).
La entidad rechaza por completo estas previsiones del mercado y remiten al folleto de mayo, cuando Ángel Ron anunció los motivos de la última ampliación de capital. Entonces se explicaba que se realizaría la ampliación de 2.500 millones de euros ante las incertidumbres del mercado que podría dar lugar a provisiones o deterioros en 2016 por 4.700 millones de euros. De llevarse a cabo este saneamiento las pérdidas estarían en torno a los 2.000 millones de euros que quedarían cubieras por la ampliación y por la suspensión del dividendo. Fuentes financieras aseguran que solo los números rojos podrían superar la cifra inicial.
Fuentes conocedoras de los planes de Popular aseguran que pese a la aprobación del nombramiento de un nuevo presidente para el banco, Emilio Saracho, ya exvicepresidente de JP Morgan, todos los consejeros han ratificado nuevamente el plan de negocio de la entidad. Este plan pasa por sanear este año 4.700 millones de euros, crear un banco malo, que está pendiente de la autorización de los supervisores, y al que se le traspasarían 6.000 millones de euros en activos inmobiliarios, llevar a cabo el plan de ajuste de 2.600 empleados, además de la ampliación de capital ya realizada.