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Infraestructuras

Fomento vuelve a hablar con la banca del rescate de autopistas

El ministro afirma que la prioridad es que las autopistas sigan funcionando

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, conversa con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, durante la sesión de control al Gobierno que se celebra hoy en el Congreso de los Diputados.
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, conversa con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, durante la sesión de control al Gobierno que se celebra hoy en el Congreso de los Diputados.Efe

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ya ha iniciado contactos con los bancos acreedores del grupo de ocho autopistas de peaje en riesgo de liquidación con el fin de retomar la negociación del plan de rescate de estas vías que el Ministerio planteó en marzo de 2014 y que entonces no prosperó.

“Es una cuestión francamente muy difícil, pero seguiré intentándolo y, de hecho, ya he iniciado contactos”, aseguró De la Serna durante su intervención en el pleno del control al Gobierno del Congreso.

“Es una cuestión francamente muy difícil, pero seguiré intentándolo y, de hecho, ya he iniciado contactos”, ha afirmado De la Serna

El ministro recordó que el plan pasa por reestructurar con una quita la deuda de 3.400 millones de euros que soportan estas vías para posteriormente integrarlas en la sociedad pública estatal Seittsa.

De la Serna recordó que su objetivo último para estas autopistas es que su situación de quiebra y riesgo de liquidación tenga “el menor impacto posible en la sociedad” y que las vías “sigan funcionando y estén disponibles en óptimas condiciones de servicio para quien quiera utilizarlas”.

Entre las ocho vías de pago en problemas figuran las autopitas de más reciente construcción, las cuatro radiales de Madrid, la que conecta con el aeropuerto de Barajas, la Madrid-Toledo o la Ocaña-La Roda.

Existe ya un auto de liquidación sobre las radiales 3 y 5 de Madrid, que deben revertir a la Administración antes del mes de julio.

El ministro insistió en la “dificultad” de lograr un acuerdo para estas infraestructuras en torno al plan diseñado por el anterior equipo de Fomento, fundamentalmente por el hecho de que gran parte de la banca acreedora ha ido vendiendo su deuda en las vías a fondos buitre.

El tipo de interés ofertado para la titulización de deuda del plan constituyó en su momento el principal escollo para que la banca aceptara la propuesta. No obstante, la actual coyuntura de tipos de interés hace ahora más atractiva esta remuneración.

Estas autopistas, las de más reciente construcción, se fueron declarando en quiebra durante los años de la crisis ante la imposibilidad de afrontar su deuda, dados los sobrecostes que asumieron en las expropiaciones y el desplome de sus tráficos. No obstante, están recuperando usuarios. Al cierre de agosto acumulaban un crecimiento del 11,3% y contabilizaban una media de 7.054 vehículos al día.

No habrá más plazo para las concesiones de próximo vencimiento

El Ministerio de Fomento no ampliará los plazos de concesión de la explotación de autopistas de peaje por parte de empresas privadas que vencen entre los próximos dos a cinco años (entre 2018 y 2021), que entonces pasarán a manos del Estado para, “en su momento, decidir la mejor forma de explotarlas”.

Así lo aseguró el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, que no concretó la fórmula que se baraja para gestionar a partir de entonces las vías, esto es, si el Estado las explotará directamente o bien volverá a sacar a concurso la concesión de su gestión a una empresa.

“Fomento no contempla a corto plazo prorrogar los plazos de concesión de las autopistas catalanas ni de ninguna otra”, aseguró De la Serna. “La previsión es que cuando venza el plazo, la autopista revierta al Estado, que decidirá en ese momento la forma de explotarla”, añadió.

El ministro se pronunció de esta forma en el pleno de control al Gobierno del Congreso al ser preguntado expresamente por las autopistas de Cataluña, si bien hizo extensiva su respuesta a todas las vías en la misma coyuntura.

Una media docena autopistas de peaje culminan en los próximos años el plazo por el que en su día el Gobierno contrató con empresas privadas su construcción y posterior explotación.

Se trata de la AP-1 Burgos-Armiñón, cuya concesión vence en 2018, de la AP-7 Tarragona-Alicante y la AP-4 Sevilla-Cádiz, que concluye en 2019, y de dos tramos de la AP-7 (La Jonquera-Barcelona y Barcelona-Tarragona) y la AP-2 Zaragoza-Mediterráneo, que termina en 2021.

Itínere es la compañía titular de la concesión de la AP-1 y Abertis cuenta con la del resto de las vías próximas a concluir su plazo de explotación.

Durante su intervención en la Cámara Baja, De la Serna rechazó que España, con su red de 28 autopistas que suman unos 3.000 kilómetros de longitud, sea uno de los países con más vías de pago en relación con autovías de alta capacidad libres de tasas directas de la UE.

Asimismo, defendió que los conductores españolas “cada vez utilizan más” las autopistas de peaje, dado que en 2015 elevaron un 6,4% su tráfico medio y contabilizaron unos 17.400 usuarios diarios.

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