Alfa Romeo, la ‘víbora’ más elegante de la automoción
Nacida en Milán en 1910, hoy se enmarca bajo el paraguas del conglomerado Fiat
En los primeros años del siglo XX, tener un automóvil todavía era un gran lujo para la mayor parte de la población. Pese a ello, la de la automoción era una industria incipiente, y en aquel tiempo, por 1900, algunas de las marcas que hoy son familiares ya habían nacido o estaban en proceso: Daimler, Renault, Opel, Fiat, Ford... Y también empezaban a surgir auténticos apasionados por las cuatro ruedas. Fue el caso de un grupo de emprendedores lombardos que, en 1910, decidió coger las riendas de una fábrica de coches de Milán.
Cronología
1910. Un grupo de emprendedores lombardos se hacen con el negocio de Darracq automóviles en Milán, pasando a encargarse de su fábrica. Cambian el nombre de la compañía a Alfa Anonima Lombarda Fabbrica Automobili, ALFA. Desde ese año, sus coches llevan el logotipo actual. 1915. Con el inicio de la I Guerra Mundial, ALFAno puede convertir su producción.Tienen que entrar nuevos socios, entre ellos, Nicola Romeo.
1920. Pasada la guerra, los nuevos automóviles de la marca cambian su denominación a Alfa Romeo.
1928. Nicola Romeo abandona la compañía por diferencias con sus socios. En 1933 la empresa pasa a ser de propiedad estatal.
1950. Alfa gana el primero de sus dos mundiales de Fórmula 1.
1986. Fiat se hace con el control de Alfa Romeo. El principal grupo industrial italiano sigue siendo su propietario en la actualidad.
Esta había sido fundada años antes por un empresario francés, Alexandro Darracq. En un principio, Darracq comenzó su aventura en este sector en Nápoles, una mala ubicación entonces ya que, quienes podían permitirse un automóvil, estaban en el norte de Italia. Se trasladó a Milán, pero la demanda tampoco fue la esperada, y traspasó el negocio a este grupo de empresarios, que lo bautizaron como Alfa Anonima Lombarda Fabbrica Automobili, ALFA, y ya desde entonces, su logotipo reflejó los mismos elementos que hoy aparecen en él:a la izquierda, la cruz roja distintiva de Milán, y a la derecha, el característico Biscione, una víbora azul que era el símbolo de la Casa de Visconti, una familia noble que tuvo el control de Milán entre los siglos XIII y XV.
Esta víbora aparece comiéndose a un humano, y siempre ha estado presente en un logo que apenas ha sufrido variaciones en sus 116 años de historia, y que fue diseñado por Giuseppe Merosi, el ingeniero de la marca, que dio forma a su primer modelo, el 24 HP. Un coche con un motor de 4.1 litros y una potencia de 42 CV, que llegaba a alcanzar los 100 kilómetros por hora. Con un diseño elegante y una fiabilidad reconocida por los entendidos de la época, que consiguió comercializar 50 unidades en su primer año.
Hasta el inicio de la I Guerra Mundial, ALFA había logrado aumentar exponencialmente sus ventas, rozando las 300 en 1914. Pero el inicio del conflicto armado castigó su crecimiento. En 1915 las ventas bajaron, y ALFA no disponía de los recursos que sí tenían otras marcas para adaptar su producción a equipamientos militares. Era urgente la entrada de capital en la compañía, y ahí aparece la figura de Nicola Romeo, un ingeniero y empresario napolitano fundador de una compañía que fabricaba material para la industria minera. Romeo, por tanto, aportaba dinero y conocimiento para transformar ALFA durante los años de la guerra, dedicándose a producir, entre otras cosas, motores para la aviación. Fueron unos años de recuperación para la empresa y de éxito para Nicola Romeo, cuya empresa minera creció absorbiendo otros negocios.
Terminada la guerra, ALFA volvió al negocio original, pero pasando a denominarse Alfa Romeo. Se reactivó la producción y la competición en carreras automovilísticas, con pilotos de la talla de Enzo Ferrari, posterior creador de Ferrari. Aquella década dejó modelos míticos como el 6C, que salvó a la marca de una grave crisis provocada por la insolvencia de uno de sus accionistas, la Banca di Sconto. Las tensiones también provocaron la salida de Nicola Romeo de la empresa en 1928.
Aún así, Alfa Romeo siguió la misma línea en sus vehículos siguientes. Berlinas elegantes intercaladas con algún modelo deportivo, y una presencia continua en competiciones deportivas.
En 1933, el gobierno italiano de Mussolini se hace con la empresa, que ganó tamaño gracias al negocio aeronáutico. Esto también le permitió seguir activa durante la II Guerra Mundial, aunque algunas de sus fábricas fueran bombardeadas. Tras ella, en la década de los 50, vieron la luz dos de sus modelos históricos, que recogieron el testigo del 8C Mille Miglia, su último gran coche antes de la guerra: el Disco Volante, un deportivo de diseño espectacular, y el Giulietta, siempre elegido entre los coches más bonitos de siempre y que aseguró la sostenibilidad del negocio. En los años 80, Fiat se hizo con Alfa Romeo. Los modelos más destacados de esta época son el 156, el 147, y el sucesor de este, el renovado Giulietta.
La serpiente no quiere depender de Europa
Alfa Romeo no es una marca que apueste por tener una gama amplia de modelos, ni por realizar excesivos cambios en sus coches. En los últimos años, el Giulietta y el Mito han sido sus grandes apuestas del mercado en los últimos seis años, que durante ese tiempo han sido actualizados con pequeños detalles estéticos. A ellos se añadió en 2015 el nuevo Giulia, que como el Giulietta, toma su nombre de uno de los modelos clásicos de la marca. La versión remozada es una berlina con un marcado carácter y diseño deportivo. También hay que contar con el 4C, el automóvil más caro de la actual gama Alfa Romeo.Un cupé que recuerda a los diseños más agresivos y deportivos de la marca.
Este año está siendo un buen año en ventas para Alfa, con 53.900 unidades vendidas en Europa, un 10% más que el año pasado. Pero Fiat quiere más. El Viejo Continente acapara el 90%de las ventas, y ya prepara un plan para ganar peso en EEUU.