La nueva cúpula de la CNMV logra luz verde del Congreso
Los candidatos a dirigir la CNMV y ocupar los cargos de presidente, Sebastián Albella, y de vicepresidenta, Ana María Martínez-Pina, han pasado el visto bueno del Congreso después de que la Comisión de Economía haya emitido un dictamen favorable.
Albella y Martínez-Pina han recibido la mayoría de los votos de los grupos parlamentarios que han respaldado su idoneidad para los cargos y no ven que pueda existir un conflicto de intereses, aunque los candidatos han contado con la negativa de Unidos Podemos y del PSOE.
Los dos candidatos han recibido 19 votos a favor y 17 en contra. Así, tras pasar este trámite parlamentario, las dos propuestas del Gobierno se aprobarán definitivamente en el Consejo de Ministros.
Albella ha afirmado que asume el cargo de presidente de la CNMV con “ilusión”, ha reiterado que se abstendrá en todos aquellos asuntos que afecten a entidades cotizadas con las que haya trabajado en su trayectoria profesional privada y se ha comprometido dejar de tener relaciones con los clientes del despacho de abogados Linklaters y a no volver a trabajar en él nunca más.
No obstante, el próximo presidente de la CNMV ha anticipado que serán “puntuales y poco frecuentes” los casos en los que deba abstenerse, ya que en el último año sólo ha trabajado para cuatro empresas del Ibex, y con dos de ellas en temas de menor importancia.
“Los casos afectados por naturaleza serán pocos”, ha dicho, tras añadir que tampoco afectaría al funcionamiento de la CNMV, puesto que el consejo está integrado por otras seis personas que intervendrán con sus decisiones.
Además ha explicado que otro dato que da credibilidad a su compromiso es que si estuviera un solo mandato en la CNMV saldría con 62 años a los que habría que sumar otros dos de incompatibilidad absoluta, mientras que si estuviera dos mandatos sólo podría estar activo a partir de los 68 años. “Tengo vocación por el servicio público, siempre me he quedado con esta inquietud y llego a un puesto con gran ilusión”, ha asegurado.
Albella y Martínez-Pina se han comprometido a impulsar la CNMV en foros internacionales financieros y la próxima vicepresidenta ha destacado que centrará su labor en temas de inspección para ver el impacto de las numerosas normas contables recién aprobadas. Han subrayado también que se esforzarán en reforzar las comisiones de auditoría tras la Ley de Auditoría de Cuentas.
La mayoría de los grupos parlamentarios han votado a favor de las dos candidaturas que, sin embargo, han recibido el rechazo del PSOE y de Unidos Podemos que cree que puede existir en un futuro un conflicto de intereses.
El portavoz socialista de Economía del Congreso, Pedro Saura, ha dicho que Albella debería abstenerse no sólo ante operaciones que puedan estar vinculadas con empresas cotizadas españolas sino también internacionales ya que ha ejercido un cargo internacional en un despacho Linklaters que es “global”. “Tras 25 años cabe la posibilidad de que surjan intereses que podrían ser tan grandes que no solo serviría afrontarlos con su abstención”, ha agregado.
Saura ha incidido en que no duda de su capacidad profesional pero sí en el desempeño de su responsabilidad después de que en los últimos años se haya producido un rescate bancario o problemas importante financieros como las preferentes.
El portavoz económico de Unidos Podemos, Alberto Montero, ha trasladado su malestar porque las propuestas no hayan sido consensuadas con los grupos parlamentarios y ha afirmado que el árbitro de un organismo independiente se debe también a la autonomía política.
El portavoz de Ciudadanos en la comisión, Toni Roldán, ha dicho que no ve problemas de puertas giratorias en estos casos, pero ha anunciado que su formación presentará una Ley para crear un órgano independiente que evalúe la idoneidad de altos cargos y garantice la meritocracia.
Desde el PNV, el diputado Pedro Azpiazu ha afirmado que se fía de la palabra de los candidatos que tienen “sobrada experiencia”, mientras que Ana Oramas, de CC, ha dicho que “es difícil encontrar un currículo como el del señor Albella” y Ferrán Bel, del PDC, le ha dado su confianza porque beneficiará a la economía.
Los compromisos de Albella
El candidato propuesto por el Gobierno para presidir la CNMV, Sebastián Albella, se ha comprometido a ser “riguroso, imparcial e independiente” para afrontar este cargo y para estar al margen de las presiones de compañías cotizadas o no cotizadas con las que haya podido trabajar.
Durante su comparecencia ante la Comisión de Economía del Congreso, que hoy votará un dictamen sobre su candidatura al frente de la CNMV, ha afirmado que asume “el más firme compromiso” de no volver al actual despacho de abogados Linklaters en el que ha trabajado durante más de 20 años.
“Me siento totalmente independiente para ejercer la presidencia de la CNMV”, ha asegurado tras añadir que de ser nombrado dejará de tener relaciones con los clientes del despacho y se abstendrá en los asuntos que afecten a entidades cotizadas con las que haya trabajado.
“Seré absolutamente riguroso”, ha dicho, al tiempo que ha explicado que la labor que ejercía en el despacho internacional Linklaters se ceñía sobre todo a asesorar sobre operaciones concretas a empresas casi siempre cotizadas.
Además, ha añadido que cumplirá escrupulosamente las reglas y para ello venderá en breve plazo acciones cotizadas que mantiene con su mujer así como el 2% de la participación de un pequeño intermediario financiero.
Cuando ha detallado las relaciones laborales de sus familiares que pueden crear conflicto de intereses ha explicado que un hermano suyo trabaja desde hace más de 15 años en el consejo de una compañía cotizada de pequeña dimensión.