Cuando el lugar importa menos
Experiencias singulares y entornos únicos para no salir del hotel
Al borde del Mediterráneo y protegida por las montañas del Rif, sin apenas hacer ruido, emerge la bahía de Tamouda. Estamos en el norte de Marruecos, en un entorno privilegiado, donde el azul del Mediterráneo, el blanco de la arena de las playas y el verde de la vegetación se funden en un delicado arco iris. Al margen de los circuitos turísticos, esta pequeña ensenada se posiciona como un imán para los amantes del lujo, donde el hotel es lo más importante del destino elegido para vivir unas vacaciones de ensueño y solo salir para hacer pequeñas escapadas. Un tipo de turismo experiencial, muy en boga y que simboliza el exquisito hotel Banyan Tree Tamouda Bay.
Esta bahía tiene la ventaja de tener muy cerca, apenas a 60 kilómetros de distancia por carretera, uno de los pueblos más singulares y bonitos de Marruecos, Chefchauén, la ciudad azul, un entorno de cuento y visita imprescindible.
Al aproximarse a Tamouda, en coche –también puede hacerlo en helicóptero desde Ceuta– o en barco, encontrará un entorno salpicado de vegetación, donde abundan las buganvillas de alegres colores, bien trazado y enormemente pulcro, donde se cruzará con coches de alta gama o deportivos exhibiendo motores. Los lugareños –lo pida o no– estarán encantados de identificarle las mansiones de las grandes fortunas locales y extranjeras, camufladas entre vergeles, incluida una de las residencias de verano del rey Mohamed VI, a quien todos señalan como artífice e impulsor de las inversiones en la zona, a la que llaman la Marbella de Marruecos.
“Quién tiene –o tuvo– una casa aquí tiene un tesoro” es una frase habitual que le soltará cualquier lugareño a poco que entable conversación y lo hará fácilmente, dada la proverbial hospitalidad de los marroquíes.
- No les falta razón
En esta pequeña localidad de pescadores todavía verá alguno de ellos, entrado en años, caña en mano, pasando el tiempo en la playa al caer el sol y dispuesto a charlar con los turistas que se animan a salir de la zona de confort del hotel. El Banyan Tree es el único que cuenta con villas privadas, todas con una refinada decoración, algunas hasta con playa privada, para que el huésped pueda vivir experiencias inolvidables al más puro estilo de Las mil y una noches.
La terraza exterior de su habitación puede ser el escenario perfecto para vivir una experiencia única en medio de antorchas de jardín, velas flotantes y pétalos de flores en la piscina, mientras un chef personal prepara un lujoso banquete tradicional marroquí o, si lo prefiere, su mayordomo privado atenderá todas sus necesidades, mientras dispone la cena en una auténtica tienda beduina en la playa con el ruido del mar como fondo. Y si de estimular los sentidos se trata, nada mejor que someterse a alguno de los tratamiento del spa y hammam (baño árabe), considerado un verdadero santuario para mimar el cuerpo y la mente y olvidarse de volver al mundanal ruido. ¿El destino? ¡A quién le importa!
Guía del viajero
CÓMO IR. Air Nostrum tiene vuelo directo Madrid-Tánger (1 hora y 20 minutos) con varias frecuencias semanales. Puede encontrar tarifas desde 80 euros, según fecha de salida. Consultar precios en Airnostrum.es. Desde allí a Tamouda Bay hay unos 60 minutos en coche.
DÓNDE DORMIR. Banyan Tree Tamouda Bay, un cinco estrellas de lujo, formado por villas desde 203 metros, cada una con piscina privada y todas las comodidades que pueda imaginar. Desde 600 euros la noche. El hotel cuenta con varios restaurantes, entre ellos, Tingitana y Saffron. En el primero podrá disfrutar de la deliciosa cocina marroquí y, en el segundo, deleitarse con los exóticos platos tailandeses. Encontrará también menús mediterráneos e internacionales. Servicio de habitaciones las 24 horas.
EXCURSIONES. La privilegiada situación de esta bahía la hace ideal para realizar excursiones de un día, además de a Chefchauén, a la bulliciosa Tánger o a la apacible Tetuán.