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Automoción

Las empresas entran despacio en el vehículo ecológico

El diesel perderá peso paulatinamente en las flotas corporativas. El número de empresas con vehículos híbridos en sus flotas se duplicará en tres años

Flota de empresas en renting
Flota de empresas en renting

El diésel seguirá reinando entre los vehículos de empresa a futuro pero cada vez con menos intensidad. Porque el futuro tiene que llegar, también a las flotas, y la demonización de este combustible terminará haciendo mella en las elecciones de los gestores de flotas corporativas.

Eso sí, despacio, “paulatinamente”, como asume Manuel Orejas, director del Observatorio del Vehículo de Empresa (CVO, por sus siglas en inglés), un organismo internacional especializado en medir las tendencias de las flotas corporativas promovido por Arval. “No es fácil hacer virar un transatlántico”, señala Orejas.

Así, las estimaciones del CVO apuntan a que el diésel pasará de representar el 91% actual del total de los vehículos de empresa al 86% en el horizonte 2021. Supone cinco puntos porcentuales menos, a un punto por año, tal y como refleja la última edición del Observatorio del Vehículo de Empresa. El estudio se ha realizado entre cerca de 3.000 gestores de flotas en pymes y grandes empresas de doce países para determinar las tendencias actuales y futuras de los vehículos de empresa.

“Esta estimación está hecha sin contar con cambios drásticos que pueden afectar a este reparto”, asegura Orejas, que asume que “el estudio se comenzó a principios de año”, cuando había “menos información” al respecto, por ejemplo, de los episodios de alta contaminación en Madrid y cómo se ha actuado contra ellos.

“Las políticas de los ayuntamientos contra la contaminación en los centros de las ciudades, los impuestos contra el diésel o las legislaciones medioambientales más exigentes contra los fabricantes de automóviles pueden motivar que el porcentaje de participación del diésel en las flotas se reduzca mucho más rápido”, afirma el directivo que recalca, sin embargo, que “en general las empresas abogan por los cambios paulatinos”.

Este aprecio al diésel no es exclusivo de las compañías españolas, tal y como pone de manifiesto el informe, sino que se trata de algo generalizado entre las empresas europeas. De hecho, la media de recorte del diésel en las flotas en Europa será solo de tres puntos en cinco años. Pasará de representar el 82% al 79%, según el CVO.

Y serán los vehículos alternativos los que se hagan con este porcentaje de participación que suelte el diésel. “Las empresas afrontan el futuro con la mirada puesta principalmente en vehículos híbridos y eléctricos”, señala el informe. Una de las conclusiones principales de este estudio es que, en estos cinco años, se duplicará el número de empresas con vehículos de combustibles alternativos en sus flotas en España.

Así, si actualmente un 13% de las empresas españolas cuenta con vehículos híbridos en sus flotas, en los próximos años, este porcentaje se duplicará y será un 26% de las compañías las que opten por añadir estos vehículos. En el caso de los eléctricos, una cuarta parte del tejido empresarial los habrá añadido a sus flotas en tres años mientras que ahora solo el 10% de las corporaciones cuentan con estos modelos.

Para Orejas, una pata definitiva para el futuro del coche de empresa es la conectividad porque “no es posible concebir el coche compartido si no está conectado”. Las soluciones tecnológicas se perciben, entre los empresarios españoles, como “una manera de gestionar mejor las flotas, ahorrar costes y mejorar la seguridad”. Sin embargo, los europeos son reticentes a compartir su propio coche y solo el 20% se declara partidario.

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