Las cotizadas remontan el vuelo
Las empresas cotizadas españolas han dejado atrás una primera mitad del año lastrada por la caída de beneficios, que durante ese período disminuyeron un 12%. Aunque todavía hay seis compañías pendientes de presentar sus cuentas, hasta el tercer trimestre del año muestran ya una notable remontada, con un resultado que crece un 10,6% respecto al mismo período del año anterior. Las previsiones apuntan a que las cotizadas cerrarán el año con un aumento del 57% –34.600 millones de euros–, unos beneficios todavía muy por debajo de los obtenidos en 2007, último ejercicio antes de la llegada de la crisis. Aquella fue una época dorada para las grandes empresas españolas, en la que el negocio crecía a buen ritmo, bien alimentado por un entorno en el que el dinero fluía abundantemente y el gasto, tanto público como privado, no había conocido todavía las restricciones que se impusieron después. España crecía entonces un 3,8% y se distanciaba con holgura de la zona euro, cuyo PIB se incrementaba de promedio un 2,7%.
Pese a haber superado ya los rigores de la crisis, la radiografía de la economía española es hoy diferente y con ella también la de sus empresas. El sector que más recortes ha sufrido en sus resultados durante el primer semestre del año ha sido el bancario, obligado a desarrollar el negocio en un entorno de tipos cero impuesto por la política expansiva del BCE. Pese a ello, en este tercer trimestre, las siete entidades que cotizan en el selectivo –BBVA, Bankia, Bankinter, Sabadell, Popular, Santander y CaixaBank– han conseguido en total incrementar su beneficio un 6,8% respecto a 2015. Una mejora en la que ha habido sombras, especialmente en el caso del Popular, inmerso en una coyuntura de ajuste que ha afectado a sus cuentas y al valor de la acción; pero también de otras entidades como Bankia, que ha visto recortado el beneficio por efecto de la venta de City National Bank of Florida el año pasado; Santander, pese a haber batido previsiones, y CaixaBank. Fuera del sector financiero, compañías como Acciona, Aena o Repsol han obtenido un aumento notable en sus resultados mientras otras, como Abertis, Ferrovial, Telefónica o Acerinox han recortado beneficios.
El buen comportamiento de las cotizadas en este período se ha desarrollado en una coyuntura internacional en la que persisten los riesgos, así como en un entorno de recuperación económica en España, pero también de paralización política. Tanto las grandes compañías como el resto del tejido empresarial tienen asignaturas pendientes para exponer al nuevo Ejecutivo, que tiene ante sí la tarea de seguir reformando y flexibilizando la legislación para favorecer la inversión y fomentar la creación de empleo. Las empresas están cumpliendo puntualmente sus deberes, ahora toca al Gobierno abordar los suyos.