Nueva York, más allá de Manhattan
La metrópoli estadounidense se encuentra dividida en cinco distritos o condados. Anímese a descubrirlos y disfrute en las fiestas de Thanksgiving o Navidad.
Cierre los ojos y piense que está en Nueva York. ¿Dónde se encuentra? Seguramente esté rodeado de altos edificios en el Lower Manhattan, o deslumbrado por la intensidad de las luces de Times Square, o quizá en el interior del espesor verde de Central Park. Pues bien, me agrada decirle que Nueva York es mucho más.
La ciudad del cine por antonomasia se encuentra dividida en cinco distritos o boroughs: Manhattan, Bronx, Queens, Brooklyn y Staten Island, y si los visita uno por uno, se verá sobrecogido por los grandes contrastes que presentan cada uno de ellos.
No digo que Manhattan no sea atractivo; de hecho, no podrá irse de allí sin visitar Central Park –si quiere ver a los neoyorquinos en acción, hágalo mejor el domingo– o sin subir a sus rascacielos –si duda entre el Empire State o el Rockefeller, escoja este último, las vistas son mejores–. El 30 de noviembre se enciende su famoso árbol de Navidad hasta el 7 de enero.
Pero es que, además, Manhattan ofrece infinidad de planes. Si su inglés es bueno, no deje pasar la oportunidad de ver un musical de Broadway. Puede comprar con anterioridad sus entradas a través de Nuevayork.net o Civitatis.com. Junto a las funciones clásicas como Cats o El fantasma de la ópera, existen otros espectáculos menos conocidos en Europa, como Waitress, que sin duda le dejarán un buen sabor de boca.
Otra opción es visitar Aire Ancient Baths, ubicado en el barrio de Tribeca. Tras largas jornadas de caminar sin apenas parar a descansar –porque, si existe una recomendación a la hora de visitar Manhattan, esa es la de recorrerlo a pie–, agradecerá uno de los atrayentes masajes relajantes de este spa de firma española.
Bronx
Al escuchar la palabra Bronx seguramente otros muchos términos vengan a su cabeza: crimen, precariedad, peligro, bandas... Y es cierto que durante el siglo XX fue un lugar mucho más que conflictivo, donde los enfrentamientos a mano armada eran el pan nuestro de cada día, pero la situación ha evolucionado. De hecho, muchos neoyorquinos atraídos por el precio de sus alquileres deciden vivir aquí.
A pesar de ello, si visita este distrito es recomendable hacerlo con precaución, sobre todo si su interés se encuentra en la zona sur, donde es del todo conveniente hacerlo en un tour guiado. Con la opción Contrastes, de See Usa Tours, podrá conocer esta zona además de Queens y Brooklyn, entre otras paradas.
El Bronx esconde importantes atractivos turísticos, tales como el estadio de los Yankees o su zoológico, el más grande Estados Unidos. En el plano cultural, los grafitis llamarán su atención. Muchos de ellos son murales en honor a víctimas del barrio, bien fallecidos por imprudencias policiales o a manos de bandas contrarias, como los jóvenes Jonathan y Nelson.
También encontrará los grafitis de Big Pun, que a pesar de morir por causas naturales, su difunta esposa encargó pintar una pared en su memoria. Por lo demás, podrá ver infinidad de pandilleros, zapatillas colgando de cables y farolas (dicen que sirven para señalizar puntos de venta de droga) y personajes de lo más pintorescos.
Queens
Además de ser la zona por la que, más que probablemente, entrará en Nueva York –aquí se encuentran los aeropuertos de JFK y LaGuardia–, Queens es una de las poblaciones con mayor diversidad étnica del país. En este condado conviven, entre otras nacionalidades, griegos, egipcios, indios, chinos, coreanos, mexicanos, argentinos o colombianos.
En concreto, estos últimos, los latinos, están afincados bajo las vías del tren en las proximidades de la calle 82, a la altura de la avenida 37. Acérquese y deguste alguno de sus platos en cualquiera de sus numerosos restaurantes o mueva el esqueleto en sus centros de baile, le parecerá haberse teletransportado a la mismísima Colombia.
En Queens podrá visitar el barrio de Malba, lugar donde médicos y deportistas levantan sus mansiones. Su ubicación, a orillas del mar, es sin duda una de las razones por las que eligen este lugar. Pasee por el Parque Flushing Meadow Corona y hágase la típica foto con el famoso globo terráqueo. No muy lejos se encuentra la sede del torneo de tenis US Open.
Brooklyn
Brooklyn es el segundo distrito, por detrás de Manhattan, más conocido de Nueva York. En parte gracias a Woody Allen, que no ha dudado en mostrarlo en varias de sus películas. Quizá las zonas más reconocidas por este motivo son la Promenade y el parque Dumbo.Pasear por allí es como transportarse a una película del célebre director y actor. Si lo hace, podrá, además, contemplar una de las mejores vistas del skyline neoyorquino.
Pero si busca lo diferente, lo inesperado y los contrastes, debe acercarse al barrio de Williamburg, por un lado, paraíso hípster (jóvenes entre los 20 y los 40 años que distinguirá por sus camisas de franela, sus pantalones pitillo, gafas de pasta y barbas pronunciadas). Aunque, como apuntan muchos, ahora estos tienden a mudarse a otras zonas menos transitadas de Brooklyn.
Y, por otro lado, colonia de más de 30.000 judíos jasídicos ultraortodoxos, también fáciles de distinguir por su indumentaria: todos, hasta los niños, van de negro; las mujeres, con pelucas –ya que se afeitan al contraer matrimonio–, faldas por debajo de las rodillas y siempre con medias, y los hombres, con largas barbas y sombreros de ala ancha.
Coney Island
A pesar de estar situado dentro de Brooklyn, Coney Island precisa de un tiempo propio. Si visita la ciudad varios días, no deje de acercarse a esta linda península ubicada al sur del condado. Podrá llegar fácilmente en metro desde Manhattan: coja la línea D, F, N o Q hasta la estación Stillwell Avenue Station.
Pero no espere encontrar una playa paradisiaca porque se decepcionará. Por contra, descubrirá un paisaje vintage, donde todo parecerá haberse detenido en el tiempo.
Disfrute de lugares tan emblemáticos como su parque de atracciones Luna Park, con su mítico carrusel y montaña rusa (consulte horarios en la página web).
En Coney Island también podrá comer uno de los famosos perritos de Nathan’s, establecimiento mundialmente conocido por celebrar cada 4 de julio su concurso de comer hot dogs.
En Nycgo.com/holidays encontrará información completa sobre las actividades navideñas.
Sobrevolando la ciudad de los rascacielos
¿Le gusta volar? Si su respuesta es afirmativa, sobrevolar Manhattan, sus edificios y Central Park le parecerá un sueño. Un sueño que puede hacer realidad en su visita a la ciudad de la mano de Helicopter Flight Services.
La empresa ofrece tres posibilidades diferentes: New Yorker Tour, de 15 minutos de duración; The Ultimate Tour, 20 minutos, y The Deluxe Tour, de 30 minutos. Todas las opciones parten del mismo lugar, el Pier 6 de East River, ubicado en South Street, entre el puerto y la terminal del ferri de Staten Island.
Dependiendo de la opción escogida, podrá ver desde el aire el Lower Manhattan, el puente de Brooklyn, el Yankee Stadium o el río Hudson, entre otros puntos de interés. Las vistas del Empire o del Rockefeller Center le sabrán a poco después de haber vivido esta experiencia.
Un plus que ofrece esta empresa son sus helicópteros, transformados con grandes ventanales para no perderse ningún fotograma de la ciudad. No pierda la ocasión de tener una experiencia a vista de pájaro de Nueva York. Precio: a partir de 174 dólares (159 euros).
Guía para el viajero
Cómo ir. Decenas de líneas aéreas realizan vuelos directos desde Madrid y Barcelona al aeropuerto JFK en Nueva York. Desde allí podrá llegar a Manhattan en metro. Si prefiere el taxi, tenga muy en cuenta Uber: quizá no ahorre dinero, pero el trayecto será infinitamente más placentero. Uber también es buena elección para moverse por la ciudad. Con la opción Pool, ahorrará al compartir coche y gastos con otros usuarios y recibirá, a su vez, las recomendaciones de los auténticos neoyorquinos.
Dónde dormir. El hotel Innside Nueva York, ubicado en Chelsea, ofrece amplias y modernas habitaciones. Además, está bien comunicado. Podrá ir a pie a algunos de los edificios más emblemáticos, como el Empire State Building o el Flatiron, y a Times Square.
Dónde comer. Si viaja pensando que solo va a poder comer pizzas y hamburguesas, está equivocado. Eso sí, el precio de los restaurantes es, en ocasiones, desorbitado y a la cuenta hay que sumarle la propina (a veces le sugerirán cantidades entre el 15% y el 21%). Aun así, déjese atraer por las famosas langostas de Lobster Place, en Chelsea Market, o por las baby back ribs y los cócteles de Jazz Standard, donde también podrá disfrutar de buena música.