El desplome de la libra empaña los máximos del FTSE tras el ‘brexit’
Aún así, el índice británico suma una revalorización de casi el 12% frente a la caída que registran los grandes fondos de inversión en el país, que ceden en torno al 8%.
El balance es claro. Solo tres de los grandes fondos de inversión en Reino Unido consiguen salvar su rentabilidad en lo que va de año. Mientras tanto, el índice de referencia de la Bolsa del país se revaloriza más de un 11,92% desde que comenzó el ejercicio. Pese a que en las últimas jornadas el desplome de la libra ha empañado sus máximos, no cabe duda de que el FTSE británico ha sabido sacar partido de la incertidumbre en los mercados derivada tras el brexit.
Desde que el pasado 23 de junio los ciudadanos británicos decidieran votar a favor de la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE), el índice de referencia de la Bolsa de Londres ha apuntalado sus ascensos, revalorizándose desde entonces un 10,23%. Ni las continuas caídas de la libra, ni las declaraciones a favor de un brexit duro de la primera ministra británica, Theresa May, ni las peores expectativas sobre el menor crecimiento en el país han conseguido dañar a este índice, que brilla en Europa muy por encima del resto de parqués.
Muy diferente está siendo, no obstante, el comportamiento de los fondos en el país. Entre los fondos de gran capitalización que invierten tanto en empresas que están en crecimiento como en empresas por valoración, la rentabilidad en lo que va de año cae un 8,09%, según recoge Morningstar. De los 89 fondos de inversión que alberga esta categoría, tan solo tres presentan rentabilidades positivas. Barclays Multi-Manager Fund y el de la gestora Red Arc Global Investments (en su versión Equity Balanced-Beta UK Fund I USD y Fund C USD). Estos tres fondos se revalorizan en lo que va de año un 12,2%, un 12% y un 11,45%, respectivamente. El resto presentan rentabilidades negativas que se extienden en el caso de uno de los fondos de Aviva Investors hasta el 17,16%. “Los grandes perdedores están siendo especialmente los fondos de renta fija (o mixtos por la parte de renta fija) que invierten en bonos denominados en libras y los de renta variable que invierten en empresas muy dependientes del consumo británico”, señala Juan Gómez Bada, director de inversiones de Avantage Fund. El experto asegura que, además de la caída de la libra, otros factores como las peores expectativas de crecimiento de Reino Unido tras el referéndum o la elevada incertidumbre, que perjudica la confianza empresarial y del consumidor en el país, han afectado a la rentabilidad de los fondos británicos.
Sin embargo, lo que más se ha dejado notar es la pérdida de valor de la divisa británica. “El impacto de la libra ha afectado mucho a estos fondos”, explica Fernando Luque, experto de Morningstar, quien aclara que un inversor español que haya invertido en el mercado británico “ha tenido que acabar asumiendo el riesgo de la divisa”.
Pero, además de las cuestiones relacionadas con la economía británica, Paul Casson, gestor del fondo de retorno absoluto Artemis Pan-European, hace mención a la rotación en los fondos de inversión. “Los perdedores del año pasado se convirtieron en ganadores. No creo que eso le guste a muchos gestores ahora, que desearían que 2015 hubiera sido cuando todas las compañías hubieran estado cayendo. El comportamiento de los fondos está por debajo del FTSE porque no hubo suficientes perdedores el año pasado como para que ahora lleguen a convertirse en ganadores”, explica el experto.
La Bolsa no refleja la economía británica
En una época de mayor incertidumbre, la exposición a compañías de gran tamaño con diversificación geográfica puede ayudar a compensar los riesgos a nivel regional. Así lo considera Borja Astarloa, responsable de inversiones de JP Morgan Banca Privada.
Esto es lo que, en cierta medida, ha hecho escalar al FTSE. “El índice no refleja la situación de la economía británica, es un mercado de acciones global. Muchos de los beneficios de sus compañías están en divisas diferentes, y no solo en libras”, señala Paul Casson, de Artemis. Asimismo, Gómez Bada explica que lo único que refleja el índice es la situación de las empresas británicas. “Muchas de ellas tienen costes en libras e ingresos en otras divisas. En esta tesitura, salen beneficiadas”, afirma el experto. Además, el hecho de que gran parte de las empresas que cotizan en el FTSE dependan del crudo y otras materias primas también ha contribuido a los ascensos. “El precio del petróleo y otras materias primas cotizan en función de la demanda global. Las compañías británicas que se dedican a estos sectores son principalmente exportadoras, lo que contribuye a sus subidas”, explica el director de inversiones de Avantage Fund.
En este sentido, la caída de la libra parece ser una buena noticia para este tipo de empresas, ya que, según Victoria Torre, jefa de producto y análisis de SelfBank, “se vuelven más competitivas”. Sin embargo, también existe un efecto adverso. “La caída de la divisa puede acarrear inflación, además de reducir la renta disponible para el consumo”.