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Envejecimiento de la población y pensiones de jubilación

La jubilación y las pensiones son tema de noticia todas las semanas. No en vano, es un tema que nos interesa a todos, dado que, en algún momento nos jubilaremos –o decidiremos no hacerlo-. El tema que más preocupación suscita es el del futuro de las pensiones: la evolución demográfica lleva a los expertos a asegurar que el sistema no es sostenible en su actual forma, dado que cada vez habrá más jubilados –que, además vivirán más años- por cada contribuyente.

Los datos sobre el envejecimiento poblacional están ahí: en un siglo la esperanza de vida ha aumentado en unos cuarenta años y crece el número de personas que supera los 100. La esperanza de vida al nacer ha pasado de los 80,29 en 2004 hasta los 82,93 en 2014. La edad media de la población ha aumentado en más de dos años en la última década. En 2016 la proporción de personas mayores de 64 años es del 18,73% de la población; el porcentaje hace diez años era del 16,64.

El gasto en pensiones sigue marcando récords, según los últimos datos oficiales: el gasto en pensiones contributivas en septiembre superó los 8.550 millones (un incremento interanual del 3,11%) y de estos, 6.017,8 millones correspondieron a las de jubilación. La pensión media de jubilación se ha incrementado un 2,08% respecto al año anterior.

Pérdida de poder adquisitivo

Las previsiones de los expertos apuntan a una rebaja importante de las pensiones en el futuro. Así, los profesores Javier Díaz-Giménez (IESE Business School) y Julián Díaz-Saavedra (Universidad de Grandada) estiman que las pensiones públicas perderán un 30% de su valor hasta 2050, pasando la máxima de 2.561 euros hasta 1.797 (14 pagas) y la mínima de 634 a 445,2 euros, tal y como recogía en mayo Cinco Días. Sin ir a un plazo tan largo, en cinco años el poder adquisitivo real de las pensiones de la Seguridad Social se habrá reducido un 6,3%.

Además, hay que tener presente que las reformas de 2011 y de 2013 han comenzado a preparar el camino para que no quiebre el sistema de pensiones de la Seguridad Social, pero esto implica que los ciudadanos, a la vez, nos preparemos para vivir más años con unos ingresos públicos inferiores. La semana pasada algunas noticias advertían de que en 2017 las pensiones van a perder poder adquisitivo por primera vez desde la reforma, como consecuencia del incremento de la inflación.

El factor de sotenibilidad provocará la disminución de las pensiones: si dentro de dos décadas vivimos cinco años más y esos años que vivamos de más se financian con nuestra pensión esto implica una reducción del 17% (255 euros menos). Por otra parte y como consecuencia del factor de revalorización, si se aplica la subida mínima, del 0,25%, en veinte años la pensión perdería un 43% de poder adquisitivo. Sumando el efecto de ambos, la pensión se recortaría en un 50%, es decir, una de 1.500 pasaría a 700.

Por este motivo, es importante empezar a planificar nuestra pensión cuanto antes, ahorrando e invirtiendo para conseguir un ‘colchón’ que nos permita mantener el nivel de vida, con independencia de lo que pueda suceder con las pensiones públicas.

¿Qué rentabilidad necesita para alcanzar su objetivo de jubilación?

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