La "nariz rebelde".
- Se ha fugado mi... nariz.
-¡Hum! ¡Qué apellido tan extraño! ¿Y se ha llevado una gran cantidad de dinero ese señor Nariz?
-¡Nariz! Es que usted no me entiende... Es mi nariz, mi propia nariz, que ha desaparecido y no sé dónde. El diablo ha querido burlarse de mí.
- Pero, ¿cómo ha desaparecido? No entiendo bien esto.
-No sabría decirle cómo fue; pero lo importante del asunto es que ahora anda por la ciudad y se llama a sí misma consejero de Estado. Y por esta razón le ruego que ponga un anuncio diciendo que la persona que la encuentre debe entregármela en el acto. Usted mismo puede hacerse cargo. ¡Dígame cómo es posible permanecer sin una parte del cuerpo de tal importancia! Aquí no se trata de un dedo del pie, que por ir dentro del zapato nadie nota su falta. Mi caso es diferente.
“La Nariz” de Nikolái Vasílievich Gógol (1809-1852)
La Nariz - Shostakovich Interludio orquestal Acto I
“La Nariz” es un relato breve que forma parte de la colección “Novelas de San Petersburgo” que el escritor ruso Gogol realizó en 1836. Este cuento nos narra la historia de un mediocre funcionario de la administración rusa -el asesor colegiado Kovaliov-que un día despierta y nota que no tiene nariz. Su nariz se ha debido salir de su cara, se la han arrancado o simplemente no se encuentra ahí donde naturalmente debería estar.
El relato prosigue con la búsqueda de su nariz, hasta que la encuentra en la catedral de Kazan. Para su sorpresa, su nariz ha adquirido una vida social propia, incluso ha asumido un cargo en la administración pública. Lo que más le exaspera es que su nariz ha adquirido un rango superior al suyo. Todo un inmenso contrasentido considerando el hecho de que se trata de su propia nariz.
La Nariz se niega a cooperar, volviendo al lugar que ocupaba en la cara de Kovalev, por lo que éste se ve obligado a recurrir a la prensa «… para publicar cuanto antes un aviso describiendo detalladamente sus señas personales para que todos los que la encontrasen pudieran entregársela en el acto o, por lo menos, indicarle su paradero» y así devolver su nariz a su rostro. Pero en el periódico se niegan poner tal absurdo anuncio (extracto al que pertenece la cita de arriba).
Contra todo pronóstico, la policía logra capturar a la Nariz y que esta vuelva a su tamaño original. Recupera así su nariz, no sin antes sobornar al policía que se queja de que «Los precios de todos los comestibles han sufrido un alza terrible... En mi casa, mi suegra, la madre de mi esposa, y mis hijos..., el mayor sobre todo, es un chico que promete mucho, es muy inteligente; pero carecemos de medios para educarlo».
El problema ahora será lograr pegarla en su sitio. El médico le indica que «Es mejor que deje obrar a la naturaleza. Lávese a menudo esa parte con agua fría y le aseguro yo que vivirá usted sin nariz tan sano como si la tuviera. En cuanto a la nariz, le aconsejo que la conserve en un frasco lleno de alcohol, o mejor aún, que eche allí dos cucharadas de vodka y vinagre caliente...».
Desesperado Kovalev recurre a amigos, abogados, especialistas, etc.,… para que le ayuden en su propósito mientras se va propagando por la ciudad rumores absurdos sobre donde se encuentra su nariz. «Todos estos acontecimientos proporcionaron una gran alegría a esos distinguidos caballeros […] amantes de hacer reír a las damas, y cuya provisión de anécdotas se estaba agotando por entonces. Sin embargo, una minoría de gente respetable y bien intencionada se hallaba sumamente disgustada. Un señor incluso declaró, todo indignado, que no comprendía cómo en nuestro siglo pueden propagarse unos rumores tan absurdos, y le asombraba que el Gobierno no prestase atención a semejantes cosas. Este señor, como se ve, pertenecía a esa clase de personas que creen sea obligación del Gobierno intervenir y meterse en todo, hasta en la vida íntima y rozamientos de los matrimonios. Después de lo cual... Pero aquí el suceso vuelve a sumirse en la niebla, y no se sabe nada de lo que sucedió después.»
Para cuando ha abandonado toda esperanza de una vida normal, una mañana su nariz aparece adherida en su rostro. Tras lo cual Kovaliov vuelve a su vida ordinaria de funcionario, como si aquella vida en San Petersburgo fuese todo lo que siempre hubiese deseado.
Un siglo más tarde, Shostakovich compuso, con escasos 24 años, y basándose en el relato de Gogol una de las escasas óperas que escribió durante su vida: La nariz.
“La fantasmagoría de Gogol fue transformada en sonido y colorido. La imaginación del arte ruso se reveló con talento y picante sabor de crítica. Lo grotesco de Gogol gritaba alrededor de nosotros y debíamos de entenderlo como farsa…hasta profecía. Las increíbles combinaciones orquestales, textos supuestamente imposibles de cantar…los ritmos poco usuales…la incorporación de textos antipoéticos, falta de musicalidad y vulgaridad que en realidad conducían a la entonación y parodia de la vida real – todo resultaba un asalto a lo convencional”.
Grigori Kozintsev
Estas palabras, después de presenciar un ensayo de “La Naríz” en 1930, del gran cineasta y director escénico Grigori Kozintsev, muestra a las claras lo propósitos del joven Shostakovich. La Nariz es la más violenta de las obras de Shostakovich de estos años. La música es áspera, salvaje, llena de detalles novedosos, atrevida y divertida. Como ejemplo siempre está el Interludio entre las escenas 2-3 del acto I compuesto exclusivamente para instrumentos de percusión que no existe en ninguna otra obra (sea operística o sinfónica) hasta la irrupción de los minimalista a finales de los años 60’s.
Aquí tenemos por lo tanto al Shostakovich más vanguardista (con un velado tributo a la ópera “Wozzeck” de Alban Berg) y a escasos años (1934) de que su “Lady Macbeth del distrito de Minsk” recibiese las críticas más furibundas del mismísimo Stalin y estuviera a punto de significar su deportación a campos de trabajo en Siberia. Ambas óperas truncaron una forma de componer que solo pudo mostrarse, de manera mucho más velada, en otros géneros al margen de la ópera. La obra, tras su estreno en el Teatro Maly de Leningrado, el 18 de enero de 1930 (a las que siguieron unas pocas representaciones) no volvió a ver la luz hasta que en 1974 (justo un año antes de la muerte del compositor) cuando se hizo una famosa reposición de “La Nariz”, dirigida por Gennady Rozhdestvensky en el Teatro de Cámara de Moscú [2].
¿Que significa que la nariz se independice de la cara?
Una de las características más significativas del teatro grecorromano son las máscaras. “Máscara” hace referencia a algo que cubre la cara. Las máscaras eran de tamaño superior a la cabeza del actor y se las colocaban en la cabeza como si fuesen cascos. El tamaño permitía hacer más visible al actor para el público. Además las máscaras poseían unas bocas abiertas en donde se engarzaba una especie de bocina que servía para proyectar la voz y lograr así, que se oyesen sus palabras desde cualquier punto del teatro.
La máscara además tenía las características del personaje representado mediante rasgos tipificados y expresiones exageradas tanto en formas como en colores. Indicaban la edad, sexo, el estado de ánimo, rango del personaje, etc. … De aquí se deriva también otra de las cualidades claves de las máscaras en el teatro: el actor podía realizar más de un personaje sin llegar a confundir al público. La máscara era una prolonggación del personaje.
Etimológicamente la palabra Persona deriva del latín personare y quiere decir “sonar a través de”, mientras que en griego proposon significa mascara. De manera que al utilizar una determinada mascara la palabra persona adquiría el significado del personaje representado. Persona y mascara eras por lo tanto conceptos asociados: la máscara era la personalidad.
Con el tiempo, antropólogos, psicólogos y sociólogos han asociado el concepto de persona al rol o papel que puede representar el ser humano en la sociedad. Frente a lo verdadero (la persona, lo oculto), lo falso (el disfraz, la apariencia). La máscara ahora se pone encima de la cara para ocultarla y no para proyectarla.
Esta evolución del término resulta, cuanto menos, atractiva de analizar ya que originariamente la persona y la máscara eras sinónimos y ahora han acabado siendo términos semánticamente opuestos: la máscara es lo que oculta a la persona, lo que la disfraza o la enmascara (la personalidad).
La nariz, en el centro de nuestro rostro, es junto con los ojos y la boca un rasgo definitorio de lo que mostramos a los demás, nuestra máscara/personalidad. La confrontación en el tiempo de estos dos términos inicialmente sinónimos ha propiciado cuando esta dicotomía llega a un extremo inadmisible, una especie de “rebelión de las máscaras”
Que la nariz se “independice”, saliéndosenos de la cara, viene a representar una “desviación” clave de la habitual forma en la que nos presentarnos a los demás. Con esta “huida de la nariz”, es como si nuestra proyección falsa (la máscara) se independizara de nuestras personalidad. Trágico pero tiene la virtud de mostrarnos como somos relamente. Acabar por no reconocernos en ella ni a nosotros mismos con las acciones que realiza nuestra nariz y tener miedo/pánico, todo es uno.
Esa rebelión de la nariz no es más que la vuelta a la relación primigenia entre la máscara y la personalidad: la máscara ahora mostrará la verdad que se pretendía ocultar tras ella o, por lo menos, mostrará todas las incongruencias que nuestra vanidad ha fabricado sobre nosotros.
Narices rebeldes
Las deserciones en el campo republicano tras la publicación de las comprometidas grabaciones de Donald Trump sobre su comportamiento con las mujeres. La caída en picado de la campaña de Donald Trump (y la recuperación del dólar) y la mejora de la alicaida camapaña de Hillary Clinton todo ha sido uno. Algo parecido a lo que le ocurrió a Kovalev parece haberle sucedido al partido republicano americano. Su nariz (Trump) se ha independizado de su rostro y ahora el partido no acaba por reconocerse en él. Desesperadamente ahora los republicanos, como Kovaliov, temen el excesivo protagonismo que su nariz ha alcanzado, que ni siquiera el propio partido ha llegado a tener nunca, y buscan su retorno a la cara.
Pero bien mirado, otro tanto parece haberle ocurrido al partido demócrata americano (con igual crisis de identidad y resuelta “en falso”) y, por extensión al supuestamente estable bipartidismo en Occidente …
… el desfile del 12 de octubre y los malabarismos del PSOE, todavía convaleciente de una traumática operación de “trasplante de nariz”, para argumentar su cambio de voto en la previsible investidura de finales de mes. Ahora nos enteramos que uno de los escollos que limitaron las negociaciones entre Sanchez y Podemos era la subida de las pensiones que exigia éste último. A ello se le llamó "Podemizarse". Curiosamente la firma un acuerdo con varios partidos políticos (entre ellos Podemos) y fotografiarse todos juntos ante las escalinatas del Congreso de los Diputados solicitando una subida de la pensiones es evitar una "Podemización" del PSOE.
El conflicto entre los que se oculta y lo que se muestra.
El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha advertido de que el nuevo Ejecutivo tendrá que aprobar nuevos ajustes para cumplir con el objetivo de déficit comprometido para el 2017[3]. Tras el «Nos hemos pasado cuatro pueblos en el tema de la austeridad» de Margallo de antes de las elecciones de junio, a nuevas medidas de ajuste....
... la aparición ahora de cuatro correos electrónicos del 8 y 14 de abril y 10 y 16 de mayo de 2011 (es decir dos meses antes de la salida a bolsa de Bankia), por el inspector José Antonio Casaus a su superior (Pedro Comín, director general adjunto de supervisión de Banco de España) en los que cuestionaba la viabilidad de la entidad deja en muy mlas lugar al regulador español. Ponen los pelos de punta declaraciones como las de "muy graves y crecientes problemas de rentabilidad" ponen de manifiesto la "débil capacidad" de crear recursos del Grupo Bankia o la advertencia de que la operación bursátil sin llevar a cabo las reformas pertinentes no funcionaría y crearía "quebranto" al contribuyente (como sucedió al final). Seguir leyendo: http://www.libremercado.com/2016-10-14/la-inspeccion-del-banco-de-espana-alerto-del-fiasco-de-la-salida-a-bolsa-de-bankia-1276584516/
¿Podrán tener todos ellos la opción de esperar a que un día aparezca pegada la "nariz rebelde", sin más, a su rostro?
Como tengamos que recurrir como, Kovaliov, a los médicos, jurístas, amigos, policias (economistas), etc., todos ellos más interesados en sus honorarios que en el éxito de la operación, vamos listos. Lo de « ... conserve (la nariz/agente rebolucionario) en un frasco lleno de alcohol, o mejor aún, que eche allí dos cucharadas de vodka y vinagre caliente (QE's/NIRP y demás acrónimos) ...» no funcionó en el relato, tampoco funcionará fuera de él.
Quizás lo que había detrás de las máscaras de todos ellos no era más que una incorrecta proyección de su personalidad. Lo que ocultaban era más definitorio que lo que proyectaban. Que sus narices se acaben por rebelar (que no es más que una forma de populismo) no es más que una consecuencia natural de los problemas del actual modelo económico fallido o más bien caducado.
NOTAS:
- Desde entonces es quizás una de las sinfonías más conocidas del compositor.
- Para ver esta producción (grabación hecha en 1979) https://www.youtube.com/watch?v=muxgjshs6MY.
- Sea cual sea el gobierno que se forme, ya sea en los próximos días o tras unas terceras elecciones y tenga “el color que tenga”, se verá obligado a hacer unos recortes “mucho más grandes de los que le hemos visto hasta ahora” (Niño Becerra). Según Niño Becerra, Bruselas le está preparando una hoja de ruta al próximo gobierno español que no va a poder saltarse. “No van a poder prorrogar los presupuestos y deberán empezar unos números nuevos desde cero, incluyendo las cláusulas de recortes necesarias para cumplir los niveles de déficit que Europa exige”. Los pronósticos del economista apuntan que España deberá encontrar 27.000 millones de euros para cumplir los compromisos con Bruselas, sin poder pactar ningún tipo de cláusula. Niño Becerra aseguró que “sea como sea, el país debe llegar a un déficit cero, como todos los estados miembros, en 2020”. Tras cancelar la multa, la UE aprobó una nueva senda fiscal para España (que otorgaba dos años extra para reducir el déficit por debajo del 3%) que establece unos objetivos del 4,6% para este año, 3,1% en 2017 y 2,2% en 2017.