Las sociedades de garantía reivindican su papel
Las Sociedades de Garantía (SGR) son una alternativa a la financiación tradicional de pymes y autónomos y demandan un tratamiento específico por el Banco de España para mejorar su función.
Desconocimiento. Esa es la palabra que más resuena todavía cuando se habla de las Sociedades de Garantía (SGR). Pese a que las cifras son halagüeñas y este año dichas organizaciones han incrementado su presencia entre la sociedad hasta el 18% (con un crecimiento del 40% respecto al ejercicio anterior), todavía siguen siendo las grandes desconocidas. Su labor de asesoramiento, su función de avalistas y, en definitiva, el convertirse en un instrumento clave para hacer llegar la financiación a las pequeñas y medianas empresas (pymes) sigue sin calar entre los ciudadanos. Por este motivo, CincoDías y la Confederación Española de Sociedades de Garantía (SGR-Cesgar), reunieron a seis expertos en la materia en un desayuno de trabajo para debatir sobre los retos que las SGR deben empezar a afrontar de cara al futuro.
Entre estos propósitos, los especialistas abordaron la dualidad en el acceso al crédito, así como la digitalización. Sin embargo, el foco principal del debate residió en el papel de las SGR, algo que gran parte de los pequeños empresarios desconocen. “Hay una falla del mercado que está impidiendo el acceso a la financiación en condiciones suficientemente eficaces para que centenares de miles de pymes alcancen la financiación”, asegura José Rolando Álvarez, presidente de SGR-Cesgar, quien señala que tiene sentido que los sistemas público-privados “actúen para cubrir esa necesidad que el mercado no cubre”.
Y es que, tal y como apunta Josu Sánchez, presidente de Elkargi SGR, la SGR del País Vasco, todavía siguen siendo “unos grandes desconocidos”. A modo de ejemplo, comenta que de 150.000 empresas que existen en Euskadi, tan solo llegan al 10%. “Las SGR no son conocidas, los empresarios no saben qué son”, afirma. “La administración podría hacer un esfuerzo en ese sentido. Debería decirle a la empresa: ve a la SGR si no consigues financiación”, explica Sánchez.
Sin embargo, el problema de desconocimiento no solo deriva de la dualidad en el acceso al crédito. De hecho, estos expertos apuntan a las fórmulas de financiación que las pymes utilizaban en el pasado. En este sentido, Arturo Rojas, socio de AFI, señala a las antiguas cajas de ahorro. “Hace años te acercabas a la caja de turno y, de alguna manera, ésta era la que gestionaba la interacción con la pyme. Fue una simbiosis que funcionó muy bien hasta que estas entidades desaparecieron”, afirma el socio de AFI.
Asimismo, otro de los problemas que los responsables de las sociedades detectan es la reticencia de los empresarios a acudir a las SGR una vez que el banco le ha denegado el crédito que necesitan. “Los pequeños empresarios tienen cierto rubor de acudir a una sociedad de garantía recíproca. Ellos tienen que venir aquí a pedir lo que en su mentalidad es un favor y eso les da cierto rubor”, aclara el presidente de Elkargi SGR, quien rechaza ese extremo. “No es fácil tocar a una puerta y decir que no te han dado financiación en el banco”, asegura.
Por este motivo, estos seis expertos buscan ensalzar los valores de las SGR con el objetivo de diferenciarse de las entidades de crédito –a las que consideran que complementan–. En este sentido, José Carlos Montes, director general de Avalia Aragón, señala que el servicio que prestan estas sociedades no es “meramente” el de avalar. “Las SGR también tienen una función de asesoramiento y los empresarios deben apreciar su valor como proveedor financiero para que no se sienta que solo acuden a nosotros los deshauciados financieros que no tenían otra oportunidad”, aclara Montes.
Aún así, no se puede negar que una de las fortalezas por las que destacan estas sociedades reside en el aval. Y es que, sin el papel de las SGR muchas pequeñas y medianas empresas no podrían tener acceso al crédito. En concreto, según explica José Rolando Álvarez, el presidente de SGR-Cesgar e Iberaval, el 21,1% de las compañías a las que se les ha negado el crédito ha sido por falta de avales o garantías. “El empresario, aunque sea solvente para la entidad financiera, no obtendría la financiación sin garantía. El modelo de aval es la clave para poder lograr la financiación que, de otra manera, no podrían conseguir”, asegura Antonio Vega, vicepresidente de SGR-Cesgar.
Sin embargo, para que estas sociedades sigan cumpliendo de manera eficaz con su función, algunos aspectos regulatorios deberían cambiar. Rafael Lambea, director general de Crea SGR, explica que, según la normativa actual, el Banco de España cierra la financiación a una pequeña empresa que tiene pérdidas durante tres años, ya que la entidad entiende que si pierde dinero durante cierto periodo de tiempo no puede tener acceso al crédito. “Eso es matar al pequeño empresario y más cuando venimos de un periodo de crisis. De alguna manera tendrían que tener un tratamiento especial porque nos movemos en un entorno que no es el del Ibex 35”, comenta Lambea.
En la misma línea, el socio de AFI, defiende que tendría que haber un tratamiento diferencial en el cómputo del riesgo, ya que “tendría que computar menos”. Este aspecto, según Rojas, no supondría una repercusión negativa para la solvencia de una entidad financiera.
“Creo que el regulador bancario, es decir el Banco de España no está teniendo en cuenta que nosotros tenemos unas características especiales y no se nos pueden aplicar las mismas regulaciones que, por ejemplo, a un BBVA o a un Santander”, explica el director general de Crea SGR, quien cree que el Banco de España “no hace esa distinción cuando nosotros estamos trabajando con empresarios que necesitan un tratamiento especial”.
Por ello, consideran que todavía queda mucho por hacer. Y es que, en el último semestre, 150.000 pymes que solicitaron financiación no la obtuvieron. “Hay decenas de miles de españoles que no encuentran empleo porque las pymes no se lo pueden dar. La falta de financiación a las pymes está costando a la economía española 450.000 euros”, señala José Rolando Álvarez, presidente de Presidente de SGR-Cesgar e Iberaval.
No obstante, estos especialistas también se muestran críticos con su modo de funcionamiento y reconocen que es necesario abordar la digitalización para poder llegar a ser más competitivos en el futuro. “El sector financiero que no tenga su negocio online no existirá”, comenta Montes, director general de Avalia, quien cree que desde las SGR deben iniciar el proceso de digitalización, aunque también el problema deriva de los clientes habituales, cuya digitalización “es muy limitada”. Por este motivo, Montes estima que pasarán “unos cuantos años en los que se tenga que compaginar y educar financieramente”, ya que la digitalización es “imprescindible para poder llegar a más gente, ganar masa crítica y ser más importantes”.
Por el momento, las SGR ya están comenzando a abordar este proceso. Según explica el presidente de SGR-Cesgar, se encuentran trabajando en una plataforma digital para pequeñas actividades empresariales, que estará disponible para sus clientes a principios del año que viene.
El parón político, objeto de debate
Los expertos reunidos por CincoDías y la Confederación Española de Sociedades de Garantía Recíproca (SGR-Cesgar) abordaron también en el debate la situación de paralización política que vive España.
En sus intervenciones, los responsables de las SGR mostraron su preocupación por la situación en la que el país lleva sumida más de un año, lo que acabará afectando, al cierre del ejercicio, al empleo. “Cuando rascas un poco ves organismos públicos paralizados, entidades que no tienen los presupuestos aprobados. Este país necesita ponerse en marcha ya y como sea”, afirma el director general de Crea SGR, Rafael Lambea.
En este sentido, Josu Sánchez, presidente de Elkargi SGR, señala que desde el punto de vista empresarial la situación de bloqueo político “no se entiende”. Al respecto, aclara: “un empresario no lo entiende. Eso sí, no tenemos ministros en muchas áreas pero el país sigue en marcha y sigue creciendo”.
Sin embargo, José Rolando Álvarez, presidente de SGR-Cesgar e Iberaval se muestra más pesimista. “Desde el punto de vista de las ETT (Empresas de Trabajo Temporal) el año ya está perdido. Esto nos va a costar un punto de crecimiento”, explica. Según el también presidente de Grupo Norte, durante el mes de julio, el empleo en las ETT subió un 0,3%, una cifra muy inferior si se compara con el mismo mes del ejercicio anterior, cuando se incrementó un 32%. “Como las ETT predecimos el ciclo en seis meses, las cifras de desempleo que van a haber en España se van a incrementar en decenas de miles de españoles”, apunta Álvarez.
En este sentido, Antonio Vega, vicepresidente de SGR-Cesgar, defendió por ello que es “absolutamente necesario que nuestros periódicos se llenen de noticias económicas y no solo políticas”.