Antonio Llorens: “Los recortes nos dañan más que no tener Gobierno"
La empresa quiere consolidarse en el País Vasco y expandirse más en Madrid y Barcelona, donde aún ve oportunidades
El actual presidente y director general de Serunion, la empresa líder en los servicios de catering en España, entró en la compañía en 1992 como consejero delegado. Antonio Llorens (Barcelona, 1960), ingeniero industrial por la Universidad Politécnica de Cataluña y máster por el IESE, ha desempeñado los cargos de consejero general de Áreas y vicepresidente de la compañía. Compagina ahora su presidencia con la de la Federación Española de Restauración Social.
Pregunta. ¿En qué situación se encuentra el sector de la restauración colectiva en España?
Respuesta. Es un sector que se va consolidando en España en los últimos años. Empezó hace 40 años con muchas pequeñas empresas locales, ha ido creciendo y ya se han montado grandes grupos de operadores. En este momento, Serunion somos líderes con un 23% de cuota de mercado y 437 millones de euros de facturación.
P. En una empresa donde el 50% de su facturación procede de contratos con el sector público, ¿cómo les afectan los nueve meses de Gobierno en funciones?
R. No nos está afectando demasiado porque, aunque no hay proyectos a nivel estatal, sí los hay en el regional o local y ahí es donde se encuentra la mayor parte de nuestro negocio. Sin embargo, nos afectaron mucho más los recortes en el gasto social. Por ejemplo, las restricciones en las becas de comedor, que ahora están revertiendo algunas comunidades.
P. Tras haber aumentado la facturación un 6,6% en 2015, ¿cuáles son sus perspectivas para este ejercicio?
R. El objetivo es avanzar en nuestro plan para 2020 de ingresar 550 millones de euros. Aunque no alcanzaremos el crecimiento excepcional del año pasado, vamos por el buen camino: ganamos nuevos contratos y cada vez estamos en más mercados.
P. ¿Cómo se concreta este crecimiento?
R. En lo que va de año hemos cerrado un contrato muy importante con Endesa, además de otras compañías como el Liceo Francés o la oficina de patentes de la UE. Nuestra meta es consolidar el liderazgo en el ámbito de los comedores escolares y crecer en la distribución a empresas y en el catering sanitario.
P. ¿Se plantean adquirir nuevas marcas?
R. En este momento estamos trabajando en algunas adquisiciones a nivel local, que esperemos que se completen antes de fin de año. Queremos consolidarnos en mercados concretos.
P. ¿En qué partes de España creen que todavía pueden crecer?
R. Principalmente en el País Vasco, donde tenemos una cuota de mercado más débil que en el resto de España. Por otro lado, aunque en Madrid y Cataluña tenemos una penetración importante, confiamos en poder crecer dada la magnitud de estos dos mercados.
P. De cara al futuro, ¿qué retos les quedan por acometer?
R. Por un lado, apostamos por el producto de proximidad en relación con el interés por la buena alimentación. Debemos combinarlo con un refuerzo del área digital, para dar más control al consumidor desde los dispositivos móviles.
"No nos podemos permitir más errores"
Los problemas en los catering de Serunion han vuelto a estar de actualidad después de que en el pasado agosto un cliente en Logroño encontrase un trozo de madera en el plato. La compañía lo había servido a través del servicio municipal de comida a domicilio. Ante este caso, el presidente de Serunion, Antonio Llorens, sostiene que han realizado una investigación para dirimir qué ocurrió. “Hemos estudiado la partida de donde salió el plato y no hemos encontrado otras trazas de madera”, explicó ayer. Sin embargo, el máximo responsable de la empresa en España adelantó que están un proceso de negociación con el Ayuntamiento de Logroño para rescindir el acuerdo.
No es la primera vez que los servicios de catering de Serunion se cuestionan. En 2014, dos colegios de Castilla y León encontraron larvas de gusano en la sopa y en otro más una tuerca en el puré. El presidente justifica el servicio de la empresa y asegura que desde entonces han endurecido todos sus controles de calidad al contratar a 47 trabajadores más en ese ámbito. “Cuando sirves 500.000 menús al día, el riesgo cero no existe. Sin embargo, entendemos que el sector de los comedores escolares es muy sensible, por lo que no nos podemos permitir más errores”, afirmó.