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¿Otoño dorado alemán?.

Contra todo pronóstico y tras los preocupantes datos de PMI (servicios y manufacturero) publicados recientemente, la confianza empresarial subió con fuerza en septiembre en Alemania, hasta el nivel más alto desde mayo de 2014 (tras haber caído con fuerza en agosto). El instituto alemán IFO publicó ayer que el índice de confianza empresarial, que lleva su nombre, ascendía para el conjunto de Alemania hasta 109,5 puntos frente a los 106,3 puntos revisados de agosto. Las 7.000 empresas alemanas consultadas por el Ifo son claramente más optimistas respecto a los próximos meses y también están más satisfechas con su situación actual.

Los subíndices de situación actual y de expectativas remontaron fuertemente las caídas de agosto situándose en los 114,7 (+1,8) y los 104,5 (+4,4). Recordemos que en ese mes estos subíndices cayeron 1,9 y 2,1 puntos respectivamente. Asimismo, el incremento se ha producido en casi todos los sectores empresariales manufactureros clave. La confianza empresarial ha mejorado en el sector de ventas mayoristas y minoristas, tras los notables descensos de los meses anteriores. En el sector de la construcción, se batía un récord. Con todo ello, la preocupación por la debilidad de la economía mundial y las consecuencias negativas del "Brexit" parece haber quedado relegadas a un segundo plano. La subida de 3,2 puntos del índice es la mayor en seis años poniendo en evidencia que la caída de agosto se produjo por factores extraordinarios como las vacaciones de verano y el "Brexit". El optimismo es tal que el presidente del IFO (Clemens Fuest) llegó a decir que a "la economía alemana espera un otoño dorado" ya que es posible que las empresas hayan digerido el impacto del "Brexit".

"Es el momento de que los salario suban en Europa. Llevan mucho tiempo creciendo por debajo de la productividad"

Draghi ante el Parlamento Europeo el 27 de septiembre de 2016.

Por otro lado, Draghi ayer ante el Parlamento Europeo ha vuelto a insistir, tal y como hace en la mayor parte de sus intervenciones, que el BCE "mantendrá su sustancial apoyo monetario" y que hará uso de "todos los instrumentos disponibles" (de momento, descarta la compra directa de acciones) y que los salarios deben subir (llevan mucho tiempo creciendo por debajo de la productividad) para ayudar a repuntar la inflación.

Quien te ha visto y quien te ve.

“En el caso de España, las autoridades finalmente aprobaron, en febrero de 2012, una reforma del mercado de trabajo de gran trascendencia y envergadura que podría haber sido muy útil para evitar la destrucción de empleo si se hubiese aprobado hace unos años”

Informe mensual BCE Agosto 2012

El BCE, en el informe de agosto del 2012, al analizar los procesos de ajuste emprendidos por los cuatro países de la Eurozona sometidos a algún tipo de asistencia financiera (Grecia, Portugal, Irlanda y España) además de Chipre, el BCE señala que, tras el inicio de la crisis financiera, salvo en el caso de Irlanda, la moderación salarial se ha producido con un retraso considerable (en Portugal en 2010) o ha seguido siendo muy limitada (en España y Chipre, al final de 2011).

Asimismo, el BCE pronosticaba que en España se producirá “una acusada caída de la remuneración por asalariado [...] como consecuencia de nuevos recortes de los salarios del sector público y del impacto de la reforma laboral en la moderación de las reivindicaciones salariales del sector privado”. Para el caso de Grecia, pronosticaba lo mismo como resultado de las recientes reformas del proceso de determinación de salarios en el sector privado.

En cuanto a la competitividad, el BCE señaló que, “habida cuenta de su bajo nivel”, es “especialmente urgente” aplicar sustanciales recortes adicionales de los costes laborales unitarios y de los márgenes de beneficio excesivos, sobre todo en países con niveles de desempleo muy elevados. Para conseguir aumentar la competitividad, la entidad recomendó en primer lugar aumentar la flexibilidad del proceso de determinación de salarios, cuando sea necesario, por ejemplo “mediante la relajación de la legislación de protección del empleo”, la supresión de los mecanismos de indiciación salarial, la reducción de los salarios mínimos, y permitiendo la negociación salarial a nivel de empresas.

Pero no queda todo ahí, el BCE consideraba que, dado que la necesidad de reequilibrio todavía es considerable, “todos los países tendrán que emprender reformas adicionales de gran calado” e introducir medidas adecuadas para aumentar la competitividad vía precios, así como para reducir el desempleo y restablecer la sostenibilidad de las finanzas públicas.

¿Qué salarios quiere ahora que suban ahora Draghi? ¿solo los alemanes? ¿Tiene Draghi a Alemania en su punto de mira?

Hace unos días le pedía a Alemania más gasto público, ahora puede (no la ha nombrado) que le esté pidiendo mayores salarios.

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