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Política monetaria

El Banco de Japón: el país “ya no está en deflación”

Fachada del Banco de Japón.
Fachada del Banco de Japón. © Toru Hanai / Reuters (REUTERS)

Banco de Japón abrió hoy un nuevo capítulo en su política monetaria. Después de más de tres años de intensos estímulos, en los que prácticamente ha agotado toda su artillería, la institución declaró que “el país ya no está en deflación”, con lo que se pone fin a un ciclo de caída de precios que dura casi dos décadas. El último dato de IPC de julio todavía muestra una caída del 0,5% interanual, lo que supone el mayor ritmo de retroceso en los últimos tres años, y no deja por tanto de suscitar las dudas sobre el mensaje triunfalista del Banco de Japón.

La institución insiste aun así en que ha mejorado “la actividad económica y la dinámica de los precios” y que ya no es momento de hablar de deflación, dando por exitosa la agresiva apuesta de su política monetaria, a la que dará continuidad pero con significativos cambios de los que el mercado asiático y europeo tomó buena nota, en espera de la reunión de la Fed con la que concluyó la jornada. 

El Banco de Japón defendió que se ha logrado alejar la deflación gracias a su masivo programa de compra de activos y anunció que mantendrá su continuidad hasta lograr el objetivo, ahora lejano, de que la inflación se sitúe alrededor del 2%. Además, mantendrá en terreno negativo la tasa que aplica a los depósitos que dejan los bancos en el Banco de Japón, en el -0,1% desde el pasado febrero. Pero si antes la medida estrella de los estímulos era la ampliación de la base monetaria a un ritmo anual de 80 billones de yenes (700.969 millones de euros), ahora el foco se pondrá en blindar los tipos de interés de la deuda a largo plazo y en mantener el rendimiento del bono a diez años en torno a su nivel actual, cercano al cero.

Para muchos esta ha sido la respuesta a un ritmo de compras de deuda que ya comenzaba a ser insostenible y que está teniendo el efecto perverso, con tantos activos con rentabilidades negativas, de minar el negocio de bancos y aseguradoras. Y si el Banco de Japón tiene éxito en estimular la inflación al tiempo que controla el rendimiento del bono a diez años, estará marcando el camino a otros bancos centrales inmersos en programas masivos de compras de deuda, como el BCE, y dando los primeros pasos para un repliegue futuro de esas adquisiciones.

Bolsas y tipos de la deuda, al alza

El mercado así pareció entenderlo, a la vista del impulso que registró la cotización de bancos y aseguradoras y del incremento en las rentabilidades de la deuda soberana. El rendimiento del bono nipón a diez años llegó a colocarse en terreno positivo, en el 0,005%, desde el -0,065% del inicio de la jornada. El rendimiento del bono japonés a 30 años pasó del 0,46% al 0,552%.

La intención del Banco de Japón de poner coto a la caída de rentabilidades de la deuda a largo plazo dio alas a la banca, sin duda el sector más castigado por la política de tipos de interés a cero. La banca se ha beneficiado del abaratamiento del coste de financiación que esto ha supuesto, pero ahora sufre en sus márgenes la mínima rentabilidad que deja en el negocio un nivel de tipos en mínimos.

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