Emprender dejó de ser un juego de niños
De creer que era una simple moda, a presentarse como el cambio en el modelo productivo. Así está el panorama para las 'startups' en España.
Algunos creían que la creación de empresas innovadoras era una moda pasajera, otros pensaban que era efecto directo de la crisis y la falta de empleo. Pero los expertos saben que el ambiente emprendedor español ha cambiado tanto en los últimos años, que ya hablan de “jugar en la primera división de las startups” y atisban “un cambio en el modelo productivo”.
“Durante 2015 se crearon en España más de 2.500 startups”, según el portal Startupxplore, que conecta a emprendedores con inversores potenciales. Estos proyectos pronto estarán rodando y darán solución a las necesidades existentes en ámbitos tan dispares como la alimentación, el turismo, la energía o la moda. Y es que en España hay mucho talento que ofrecer.
En Spain Startup, la organizadora del South Summit, uno de los principales encuentros en nuestro país entre emprendedores e inversores, saben bien lo que se mueve en materia de emprendedores. Por eso, María Benjumea, su fundadora, apuesta “absolutamente, por los nuevos proyectos empresariales que se están haciendo últimamente en nuestro país”.
South Summit
El objetivo es encontrar a las 100 empresas más innovadoras, de entre las más de 3.000 presentadas. Para ello estarán en Madrid en el espacio municipal La N@ve del 5 al 7 de octubre (calle de Cifuentes, 5).
De hecho, los 3.160 proyectos que se presentarán en la próxima edición del South Summit (del 5 al 7 de octubre en Madrid), dan una buena muestra de cómo son y las inquietudes que tienen los empresarios y así se plasma en el estudio llamado Mapa del emprendimiento 2016.
“Un 51% de los emprendedores ya había montado antes un proyecto y un 21% de las startups cuenta con una plantilla de entre cinco y 10 empleados”, cuentan los organizadores.
Este año los emprendedores se muestran mucho más ambiciosos: “se triplica, respecto al año pasado, la cantidad de empresas que esperan facturar entre 150.000 y 500.000 euros”, refleja el estudio. “Además, entre sus prioridades están la búsqueda de financiación, obtener visibilidad, encontrar socios estratégicos y clientes o atraer talento”.
Benjumea conoce bien las dificultades a las que debe enfrentarse un emprendedor y en su opinión: “las instituciones deberían considerar a las startups como prioritarias, además de facilitar la fiscalidad y fomentar la atracción de talento para ellas mediante flexibilidad laboral”, enumera.
- Prioridades
Con los datos de los participantes también se sabe que, en España, “quienes se deciden a emprender son hombres de 34 años y con formación universitaria (97% de ellos), en concreto ingenieros en un 45% de los casos”.
Por desgracia, “la mujer representa tan solo un 17% de los proyectos presentados”, explica Benjumea. “Es un tema de toma de decisiones que pasa en todas las áreas profesionales”, apunta la organizadora. “las mujeres tenemos una serie de características que nos hacen ser excelentes empresarias: somos más conservadoras por lo que se falla menos y tenemos más claras las cosas”, reivindica.
“Yo pido la colaboración de todos los actores para motivar a las emprendedoras. Está claro que el 50% del talento es femenino y no hay que dejarlo escapar”, reclama Benjumea.
Apuesta por el crecimiento
Hay otro punto débil en el consolidado ambiente emprendedor español. “A las empresas les cuesta mucho crecer”, explica María Benjumea. ¿Cómo se pasa de emprendedor a empresario? Difícilmente, parece. Si nos referimos al nivel de desarrollo, la mitad de los proyectos reflejados en el estudio tiene entre uno y tres años y “solo un 17% de las iniciativas españolas ya han alcanzado la fase crecimiento”, apunta la fundadora del South Summit.
Los emprendedores encuestados creen que “el Gobierno juega aquí un papel fundamental al ser responsable de poner en marcha algunos cambios en el ámbito de la regulación”. La mayoría de los empresarios ven necesaria una reducción de tasas e impuestos, además de facilitar el acceso a fondos económicos. “Pero ¡cuidado! No queremos subvenciones, simplemente necesitamos que se faciliten las cosas”, matiza Benjumea.