2016: el año de las ‘startups’
En España se está creando un nuevo ecosistema emprendedor, joven e innovador El necesario pilar de la financiación despega poco a poco
"Hace varios años, los bancos tomaron la decisión de sacar al cliente del centro de sus operaciones y focalizar sus esfuerzos en otros ámbitos. Acertada o errónea, esta decisión nos dio la oportunidad a otros, que sí queríamos ofrecer una mejor experiencia”. Así explica el consejero delegado de Aplázame, Fernando Cabello-Astofi, el nacimiento de esta firma que ofrece financiación instantánea para compras online. Esta empresa, que dio su primer crédito al calor de las navidades de 2014, y que hoy concede por miles, es una de las cien startups finalistas que competirán en el South Summit de este año.
Una edición que, en palabras de la presidenta de Spain Startup South-Summit, María Benjumea, se encuentra en su mejor momento, ya que a la convocatoria se presentaron más de 3.100 proyectos de diferentes industrias (alimentación y bienestar, moda, estilo de vida, cultura, salud, viajes, educación, seguros...), lo que ofrece una muestra del “buen estado en el que se encuentra la innovación en nuestro país, así como los nuevos modelos de negocios que están surgiendo y que desplazan a las grandes empresas, además de ver cómo la tecnología influye en diferentes sectores e industrias”. Realizada la primera criba, entraron en competición unas 450 startups, que fueron analizadas por distintos comités de evaluación, formados en algunos casos por 12 personas. Y de ahí salió el centenar que competirá en el congreso de South Summit, que se celebrará del 5 al 7 de octubre en Madrid. Es el momento de las startups. “Este año ha aumentado la cantidad pero también la calidad”, explica Benjumea.
Es el momento de las startups. “Ahora es cuando están proliferando las buenas ideas y cuando están consolidándose las más avanzadas. El sector emprendedor está ganando en madurez”, explica Cabello-Astofi. Entró en este mundillo en 2010, y tras trabajar en varios proyectos, vio en el ecommerce una oportunidad. “La financiación instantánea, como tal, no es algo esencialmente original. Lo que sí es único es transformar esa financiación en una herramienta de marketing pura, y eso es lo que hacemos”, explica. Esa es una de las recetas que apunta este emprendedor: buscar una oportunidad de negocio cualquiera, pero que sea novedosa, y así explotarla. Porque, como apunta la presidenta de Spain Startup, María Benjumea, la clave para que una empresa de este tipo triunfe es, en primer lugar, que sea un proyecto innovador, que tenga capacidad de crecimiento, “que sea capaz de generar negocio con un equipo sólido, porque la clave es que haya buenos profesionales, que son los que hacen que una empresa tenga éxito”, explica esta experta. Pero, además, considera prioritario que la innovación sea disruptiva o bien responda a una necesidad. Y cita como ejemplo el de WhatsApp, que no inventó la mensajería a través del teléfono móvil, pero dio con la clave para desarrollar una manera instantánea de comunicarse.
Otra de las startups presente en el selecto grupo que competirá en el South Summit 2016 es Eskesso, que nació en la barra de un bar. Así lo recuerda su consejero delegado, Pedro Núñez: “Era la típica locura que crees que nunca va a salir adelante”. El objetivo era mejorar la alimentación de la gente, sobre todo en las grandes ciudades, donde las prisas, los atascos y el estrés hacen muy complicado sacar un hueco para cocinar de forma sana. “Nosotros hemos desarrollado un robot para cocinar al vacío, únicamente con agua caliente, que puede programarse y controlarse a distancia a través del móvil. Así es posible llegar a casa y tener una cena saludable lista para comer”, prosigue Núñez, que empezó en este sector en 2005 con diferentes proyectos, y que lanzó, junto al resto del equipo, esta firma en 2014. “Es sorprendente la cantidad de ideas y de iniciativas que están surgiendo en los últimos años. Yo lo achaco, en parte, a la falta de expectativas y al paro juvenil. La gente pone a trabajar el talento y surgen iniciativas muy interesantes”, comenta Núñez.
El círculo no se cierra. Un indicador que están empezando a vislumbrar todos estos emprendedores es la respuesta de los inversores. “Está volviendo la financiación para hacer despegar a los proyectos con futuro”, celebra el consejero delegado de la startup aventurera, y también finalista, Waynabox, Pau Sendra. Lanzada hace dos años por tres viajeros, la empresa ofrece paquetes cerrados que, por 150 euros, envían al cliente, con vuelo y alojamiento, a una ciudad europea cualquiera. “Eso sí, el usuario conoce el destino dos días antes, para poder preparar el equipaje”, recalca. En este tiempo, han viajado ya más de 15.000 personas desde Barcelona, Madrid y Málaga. “Una idea con buena acogida ya encuentra ayuda de inversores privados y de aceleradoras”, señala Sendra.
Además, no debe menospreciarse la financiación extranjera, que llega a España en busca de buenas iniciativas. Así lo explica el consejero delegado de la red social para aprender idiomas, Languing, Alejandro Sahuquillo. “Además de que aquí realmente hay muy buenas ideas, la startup española cuenta con la ventaja de que acarrea costes muchos más bajos que en el resto de países”.
También coincide en esto María Benjumea, quien cree que la financiación fluye cada vez más, “hay dinero, no para todo pero sí para los proyectos que estén bien planteados, cada vez hay más empresas que necesitan de las startups para innovar en su propio negocio”. Porque hay compañías que lo que buscan en este tipo de organizaciones es innovación, y hay inversores que lo que requieren es una rentabilidad a medio plazo.
Es tal el grado de madurez de este sector, prosigue la fundadora de Spain Startup, que “hace pocos años los profesionales y ejecutivos buscaban trabajar en multinacionales, pero hoy día desean montar su propio proyecto emprendedor, o trabajar en este tipo de empresas”.
El 'mentoring' como tarea pendiente
Tener una buena idea, desmembrarla y planificarla, y animarse a lanzarla. Como teoría suena bien y parece fácil. Pero ya en la práctica, la aventura emprendedora no siempre es un camino de rosas. Así lo cuenta el cofundador de la firma española de zapatillas Pompeii, Jaime Garrastazu.
“Empezamos hace dos años, estábamos estudiando y entre ratos desarrollábamos la empresa. Lo que hemos hecho ha sido adaptar internet al mundo de la moda”, cuenta.
Esta buena idea, que factura cerca de medio millón de euros cada año y vende cerca de 20.000 pares de zapatillas, sin embargo, tuvo sus altibajos. “Cuando empezamos éramos universitarios, y no teníamos ni idea de los pasos que había que dar para montar un negocio”. Eso es, quizá, lo que le falta al ecosistema emprendedor, al menos en España.
Garrastazu echa de menos algo de asesoramiento y mentoring en la materia, sobre todo para aquellos que están comenzando con un proyecto. “Emprender es un ejercicio, y como tal hay que estar preparado mentalmente, tener los conocimientos necesarios y saber a qué te vas a enfrentar al lanzar una startup. Nosotros, por ejemplo, no podemos tener la vida que tienen las personas de nuestra edad. Es necesaria una formación psicológica”. Lejos de lo que pueda parecer, recuerda este joven empresario de 25 años, los emprendedores no son siempre personas que provienen del mundo empresarial, y los conocimientos en gestión muchas veces son limitados.
“Con una buena formación y asesoramiento podríamos haber superado con mucha más facilidad varios escollos y haber sabido qué pasos había que dar en cada momento”.