La inutilidad de las cumbres europeas, según Renzi
Las cumbres europeas, cada vez más frecuentes, se celebran a puerta cerrada y acaban casi siempre con una escenografía de unidad y consenso. Pero el primer ministro italiano, Matteo Renzi, acaba de dar su propia y desmitificadora versión sobre unas cumbres que sólo sirven "para discutir la coma de un documento que dice todo y no dice nada".
¿En qué consisten las famosas cumbres europeas? Según Renzi, que desde febrero de 2014 asiste a estas citas con Merkel, Hollande, Rajoy y compañía, la coreografía es casi siempre la misma.
"Alguno [de los líderes] plantea una tema importante, serio. Y otros, responden con el maquillaje de los documentos, con las modificaciones de los sherpas [técnicos que asesoran], con la coma cambiada", relata Renzi durante una punzante entrevista en Corriere della Sera.
A continuación, según el primer ministro italiano, los líderes pactan el mensaje que se trasladará a la opinión pública a través de las ruedas de prensa y las declaraciones al término de la reunión. "Y en nombre de la unidad decimos fuera que estamos todos de acuerdo".
Renzi, que se juega el cargo en un próximo referéndum sobre la reforma de la Constitución (sin fecha todavía), asegura que no está dispuesto a seguir con la farsa mensual de estas cumbres. "El sueño de mi vida no es hacer ruedas de prensa en las que no se dice nada". Y añade que "no es serio fingir que estamos de acuerdo cuando no lo estamos".
La ira de Renzi se refiere a la cumbre del pasado viernes en Bratislava (16 de septiembre). Y asegura que la gota que colmó su paciencia fue cuando descubrió que en la Declaración final no había nada sobre los dos problemas más acuciantes de la UE. "Ni una línea sobre África e inmigración, ni una línea sobre crecimiento o la Europa social", lamenta el italiano.
Pero la descripción de la cita en la capital eslovaca sirve también para las decenas de cumbres de presidentes de Gobierno que la UE ha convocado desde 2010 para luchar, infructuosamente, contra las sucesivas crisis del continente.
Las citas al máximo nivel solían ser cuatro al año pero se han doblado y a ellas se añaden las cumbres de la zona euro. En 2016, ya se han celebrado cuatro cumbres y quedan, como mínimo, otras. Y para el primer trimestre de 2017 ya están previstas dos o tres cumbres más.
Tamaño esfuerzo económico, logístico y político depara unos resultados bastante magros, a juicio de Matteo Renzi. Entre otras cosas, según el italiano, porque nadie se atreve a abordar los problemas de fondo y decir las verdades del barquero.
En migración, se queja Renzi, "se hace como si no supiéramos que el asunto no se resuelve sólo con el acuerdo con Turquía". Y en economía, nadie le recuerda a Merkel que "la austeridad europea ha fracasado mientras la política estadounidense de inversión ha llevado a la administración Obama a un récord de empleo".
El enfado de Renzi responde, probablemente, a problemas nacionales, como la delicada situación económica de su país o la incertidumbre sobre una consulta que podría costarle el puesto. En algunos momentos llega a rozar el discurso euroescéptico del gran ausente de Bratislava, el ya ex primer ministro británico, David Cameron, que acabó pagando muy caro sus críticas exacerbadas a Bruselas.
Pero el italiano retrata bien el dilema de una Unión Europea que se dispone a celebrar en Roma, en marzo de 2017, su 60 aniversario: "¿Qué le presentaremos al ciudadano? ¿Le explicaremos un tedioso club de normas financieras y algoritmos técnicos o restituiremos un alma a la visión europea?", se pregunta. De entrada, como solución de schock para los líderes europeos, Renzi propone trasladar la barcaza en la que murieron 700 emigrantes en abril de 2015 desde Sicilia a las puertas de la flamante sede del Consejo Europeo en Bruselas, próxima a inaugurarse. "Al menos así, cada vez que haya una reunión en lugar de dedicarnos a ver los sofás nuevos veremos la imagen de aquel barco y del escándalo" que representa.
Imagen (tomada de aquí): el barco donde murieron 700 personas y que el ejército italiano recuperó del fondo del mar.