Luis Montoro: “Los test no pueden ser iguales para los de 18 y los de 70 años”
Ha catado todos los caldos que tienen que ver con la seguridad vial. Pionero sobre la necesidad de concienciar a los ciudadanos, pero también a la Administración, de que este eje era clave para reducir los siniestros, Montoro ha sido decano de la Universidad de Valencia y fundador del Instituto Universitario de Tráfico y Seguridad Vial (Intras). En su haber, 35 libros, más de 150 proyectos científicos y la medalla al mérito de la Seguridad Vial de la DGT.
Pregunta. ¿Garantizan los psicotécnicos la capacitación para conducir?
Respuesta. Pocos saben que hace 100 años investigadores españoles diseñaron los psicotécnicos y un sistema que luego han adoptado otros países. El protocolo y las pruebas, si se aplican adecuadamente, son suficientes para garantizar las capacidades psicofísicas.
P. ¿Qué cambios propone?
R. El problema es que los centros y profesionales están preparados, pero los conductores no estamos dispuestos a que se nos limite el derecho a conducir ni a aceptar que un reconocimiento más completo signifique un mayor coste. La formación del personal y la adecuación de las pruebas a los diferentes grupos de edad (no es lógico hacer la misma exploración a un joven de 18 que a una persona de 70 años) son ejes claves a mejorar.
P. ¿Debe haber un límite de edad para conducir?
R. Los mayores constituyen el tramo de edad con más fallecidos por accidente seguido de los conductores de 45 a 54 años. Esto no implica que se deba fijar una edad máxima ya que el envejecimiento ni empieza a la misma edad ni avanza al mismo ritmo. Pero son más vulnerables y por ello deberían realizarse exámenes más frecuentes y aplicar mejoras en su entorno, formación, infraestructuras, etc. La solución no está solo en retirarlos del tráfico, sino en la investigación.
P. ¿Comparte el que se haya aumentado de dos a cinco años la renovación para mayores de 65 años?
R. Ha sido un grave error. En cinco años las capacidades psicofísicas de un mayor de más de 65 años pueden variar mucho. Las revisiones tendrían que ser cada dos o tres años y se debería implicar a los médicos de familia, para detectar deficiencias e implantar un sistema de intercambio de información entre sanidad y la DGT.
P. ¿Por qué no se prohíbe conducir con antidepresivos y antihipertensivos al igual que con drogas y alcohol?
R. Es complejo porque depende de la enfermedad y su grado, la dosis, la toma combinada de fármacos, la tolerancia, etc. Siempre hay que preguntar al médico si afecta a la conducción, pero la ley prohíbe conducir con drogas (legales o ilegales) en el cuerpo, salvo las sustancias que se usen por prescripción facultativa y fines terapéuticos.