La clave de la integración
España cuenta con más de mil residencias universitarias y colegios mayores.
Mudarse a otra ciudad para estudiar la carrera es, quizá, el primer gran reto al que muchos universitarios se enfrentan en su vida, y uno de los factores que afectan a la calidad de esta experiencia es el lugar concreto en el que deciden hospedarse. La alternativa a la vivienda compartida son las más de mil residencias universitarias y colegios mayores que existen en España.
Con más de 8.000 plazas en 32 residencias ubicadas en 19 ciudades, RESA es el mayor gestor de este tipo de alojamientos, presente en las principales urbes universitarias: Madrid, Barcelona y Salamanca; todas son mixtas. Se trata en su gran mayoría de estudios individuales amueblados, con cocina equipada, baño y wifi incluida en la mensualidad. “También tenemos habitaciones dobles en la mayoría de nuestras residencias”, puntualiza Carlos Cano, director comercial de RESA.
Los centros ofrecen todo tipo de servicios, incluso lúdicos, a precios que varían entre 200 y 1.400 euros al mes
Cano señala que un estudio individual en la residencia Campus del Mar, en el barrio de la Barceloneta, sale por 424 euros al mes. Mientras que en Madrid, junto a la Universidad Complutense, la residencia Santa María del Estudiante, dotada con piscina exterior y pista deportiva, cuesta 1.170 euros mensuales, una tarifa que incluye media pensión, consumos, limpieza y cambio de sábanas y toallas.
“Pensamos en nuestros residentes como una comunidad de jóvenes responsables con la gran suerte de tener todavía muchas cosas por descubrir y queremos ponérselo fácil para que hagan amigos mientras estudian”, asegura el directivo. Por ello, RESA, que este año inaugura una residencia de diseño en el madrileño barrio de Salamanca, con solárium y zona de baño, gimnasio, salas de estudio y de trabajo multimedia, entre otros servicios, organiza para sus huéspedes un programa de actividades deportivas, lúdicas y culturales.
- Cosmopolitas
La atmósfera internacional de sus dos residencias en Barcelona es lo que más destacan desde Melon District, una operadora con 13 años de experiencia que recientemente ha estrechado lazos con la empresa The Student Hotel para ofrecer conjuntamente 3.000 habitaciones repartidas tanto entre los principales destinos europeos como entre ciudades emergentes.
2.000 plazas nuevas para 2017
De los 1,3 millones de estudiantes que se matricularon en alguna de las carreras universitarias presenciales en España en el curso 2014-2015, solo una pequeña parte, menos de 100.000, encontró alojamiento en una residencia universitaria, según el Ministerio de Educación.
A finales de 2015, en el mercado nacional operaban 1.114 residencias de estudiantes con 90.125 plazas, apunta el último estudio elaborado por Informa D&B, una empresa especializada en análisis de la competencia.
El número de plazas, casi idéntico al de 2014, aumentó en más de 1.100 unidades entre 2008 y 2015. La atomización de la oferta, indica el informe, se refleja en las cuotas reducidas de plazas que gestionan las cinco principales entidades, que reúnen apenas el 15% de la oferta total.
“En los próximos años se acentuará la tendencia de un moderado crecimiento en el número de plazas como consecuencia de la construcción de nuevas residencias”, dice D&B, que prevé que en 2017 haya 2.000 plazas más que en 2015.
“Cada año alojamos a estudiantes de más de 50 nacionalidades”, subraya Jeremy Marcazzan, director general de la compañía. Para que se conozcan entre ellos, las residencias organizan talleres de cocina, fiestas, visitas culturales y deporte en la playa o esquí.
Las dos residencias catalanas, que cuentan con casi 600 habitaciones, están ubicadas a tres paradas de metro del centro y muy cerca de la línea 3, respectivamente, que llevan directamente a la zona universitaria. La tipología de alojamiento es variada: habitaciones individuales, dobles o dúplex: una doble de dos plantas, con zona de estudio en la parte superior, o estudios.
Por una estancia de al menos nueve meses en una habitación individual, el coste es de 638 euros mensuales. Están incluidos en el precio los suministros, Internet, el acceso a la piscina y las actividades organizadas por Melon District.
Sin embargo, se pagan aparte el desayuno, la media pensión (un servicio que se ofrece solo en una de las dos residencias), la limpieza, el cambio de sábanas, la lavandería y el alquiler de bicicletas.
Si el estudiante que se aloje en Madrid quisiera despreocuparse de la cocina, una buena opción pueden ser las tres residencias de la Universidad Nebrija, dos mixtas y una femenina, para un total de 344 alumnos; todas abiertas a estudiantes de cualquier campus.
Entre otros servicios, está incluida la pensión completa diaria; ropa de cama y baño, que se cambia y lava cada semana; la limpieza de las zonas comunes y de las habitaciones, dos veces por semana, y el control de llegadas las 24 horas.
El desembolso mensual varía desde los 1.204 euros, para una habitación individual con baño compartido cerca de la estación de trenes de Chamberí, hasta los 1.413 euros, en el caso de una individual con baño privado en el mismo barrio, pero un poco más al norte.
Los miles de universitarios que prefieren estudiar en Salamanca pueden encontrar alojamiento en una de las varias residencias privadas que se reparten por el casco antiguo de la ciudad o en los colegios mayores de la universidad, todos ellos herederos de una dilatada tradición.
El Colegio Mayor de Oviedo, fundado en 1541, y cuya nueva sede fue inaugurada en 1995, dispone de 345 plazas, 89 de ellas en habitaciones individuales que se pueden alquilar por 496 euros al mes, mientras las individuales de nivel superior valen 550 euros. La solución más económica, la habitación doble, cuesta 350 euros mensuales.
- Con tradición
En el colegio mayor Fray Luis de León el precio depende de si la habitación individual comparte baño con otra o no: en el primer caso, el alquiler es de 547 euros al mes, y en el segundo, de 597 euros. Las 90 plazas de esta residencia están repartidas también entre varias habitaciones dobles, cuyo coste es de 419 euros mensuales. En ambos colegios, la comida se paga aparte, con una tarifa de entre 185 y 270 euros, variable según la fórmula escogida.
A su vez, el colegio mayor más antiguo, creado en el siglo XV, el de San Bartolomé, consta de 184 habitaciones individuales con baño privado, teléfono, wifi, frigorífico y microondas, cuyo alquiler se establece en 516 euros mensuales.
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