Telefónica gasta 472 millones en I+D hasta junio con el apuesta de la fibra
Baja un 0,9% pero gana peso frente a los ingresos del grupo
Telefónica mantiene el pulso inversor en las actividades puras de diseño y creación de nuevos productos y servicios. Así, la operadora española registró un gasto total en Investigación y Desarrollo (I+D) en el primer semestre del año de 472 millones de euros, según destaca en su informe sobre los estados financieros intermedios consolidados.
La cifra supone un ligero descenso del 0,9% con respecto a los 487 millones de euros alcanzados durante el primer semestre del pasado ejercicio. Ahora bien, las partidas destinadas por Telefónica a I+D entre enero y junio supusieron el 1,9% de los ingresos consolidados del grupo en este periodo, frente al 1,8% del primer semestre de 2015. La teleco precisa que las cifras han sido calculadas usando las guías de la OCDE.
En cualquier caso, con este ritmo, Telefónica repetiría prácticamente las mismas cifras que las registradas en los últimos años, según señalan fuentes del sector. El gasto total de I+D del grupo en el año 2015 fue de 1.012 millones de euros, por 1.021 millones en 2014, y 959 millones en 2013.
Los trabajos de Telefónica en I+D se centran en los servicios vinculados a las infraestructuras de nueva generación, tanto fijas como móviles. En su informe semestral, la empresa destaca su apuesta por las nuevas redes de fibra óptica (FTTx), que permiten ofrecer accesos de banda ancha sobre fibra óptica con altas prestaciones, como la posibilidad de acceder a internet a 100 Mbps o los servicios de televisión en alta definición.
Además, las actividades de I+D se han centrado en la estrategia de servicios digitales: comunicación interpersonal, vídeo y multimedia, soluciones TIC emergentes, cloud computing, ciberseguridad, servicios financieros, e-health, gestión de servicios machine-to-machine (M2M) y el internet de las cosas.
La operadora española insiste en que el objetivo es lograr una diferenciación de sus productos frente a los de los competidores. Para Telefónica, la mejora de la posición en el mercado no puede basarse únicamente en la tecnología adquirida.
La mayor parte de las actividades en este ámbito son ejecutadas por la filial Telefónica I+D que, bajo la dirección de David del Val, trabaja para las distintas líneas de negocio de la teleco. La operadora, no obstante, creó a principios de 2016 una nueva división, Telefónica Innovación Alpha, que tiene como consejero delegado a Pablo Rodríguez. Esta nueva filial se centra en actividades específicas como la innovación de productos y las tecnologías disruptivas en el mundo digital.
Además, la teleco ha promovido en los últimos tiempos la puesta en marcha de iniciativas de innovación abierta como la creación de fondos de capital riesgo para el impulso de start-ups y apoyo a emprendedores. En este sentido, Telefónica ha seguido reforzando su iniciativa Open Future, que engloba áreas como Amerigo, Think Big, Wayra o Telefónica Ventures.
Reducción del número de proveedores
Telefónica vuelve a aludir en su informe semestral a la dependencia de su red de proveedores dentro de los riesgos vinculados a los procesos de negocio. En este caso, la operadora ha reducido durante el primer trimestre del año el número de suministradores de equipos de redes y terminales, con respecto al cierre del ejercicio anterior.
Así, Telefónica destacó que al cierre del mes de junio de 2016 contaba con cuatro proveedores de terminales y 11 proveedores de infraestructuras de red “que aúnan el 80% de las adjudicaciones”.
Por el contrario, a 31 de diciembre, Telefónica contaba con cinco suministradores de terminales y 13 proveedores de equipos de infraestructuras de redes, que absorbían el 80% de las adjudicaciones de la compañía española. Un año antes, a finales de 2014, la operadora contaba con seis proveedores de terminales y 11 proveedores de equipos de red.
La teleco insiste en sus habituales explicaciones que apuntan a que la existencia de proveedores críticos en la cadena de suministro, especialmente en áreas como infraestructura de red, sistemas de información o terminales, con alta concentración en un reducido número de suministradores, plantea riesgos que pudieran afectar a la operación, así como eventuales contingencias legales o daños a la imagen de la compañía en caso de que se produjeran prácticas inadecuadas de algún participante en la cadena de suministro. Además, añade que si los proveedores no pudiesen suministrar sus productos al grupo Telefónica en el plazo acordado, podrían comprometer los planes de despliegue y expansión de la red, con una posible penalización a sus negocios y operaciones.