Las apuestas por la limpieza de Unilever
La compañía de bienes de consumo ha anunciado la firma de un acuerdo para adquirir la empresa sueca Blueair, especializada en tecnologías de purificación de aire.
Unilever, que produce desde champús a sopas de sobre, planea comprar Blueair, un fabricante sueco de purificadores de aire de gama alta con gran relevancia en China y Japón. Esta operación sigue a la compra de Dollar Shave Club el mes pasado por 1.000 millones de dólares (unos 900 millones de euros), según informa Fortune. Por un lado, ambos son cambios estratégicos; por el otro, son operaciones creativas en la limpieza.
Aunque son pequeñas, ambas compañías marcan nuevas direcciones. La adquisición de Dollar Shave Club por parte de Unilever es uno de los primeros experimentos del grupo con un modelo de suscripción dirigida directamente al consumidor.
Aunque son empresas pequeñas, las adquisiciones de la compañía marcan nuevas direcciones
Blueair, por su parte, supone una incursión en los aparatos eléctricos, y otro movimiento para alejarse de los estantes del supermercado. El 40% de sus ventas corresponden a la contaminada China. Recientemente se ha expandido en la India, donde las ventas están creciendo con fuerza en sus congestionadas ciudades. Los productos suecos son más caros que los de sus rivales, ya que una de sus máquinas profesionales puede llegar a costar 2.499 dólares. Eso debería impulsar la débil rentabilidad de la división de productos para el hogar de Unilever. Pese a ser la sección con un crecimiento más rápido de las ventas el año pasado, su margen de beneficio operativo fue solo del 7,6%, en comparación con el 18,9% de los productos de cuidado personal.
El salto a la contaminación del aire no es tan grande como parece. Unilever ya tiene una marca de purificación de agua que se vende en la India, México y Brasil, entre otros lugares. Y la creciente conciencia de los riesgos para la salud asociados al aire contaminado puede ser lucrativa.
La reciente contratación de un ejecutivo de la industria farmacéutica por parte de Nestlé como nuevo jefe sugiere que a medida que los mercados emergentes se pongan al día con los ricos, las compañías de bienes de consumo tendrán que ser más creativas para que los clientes estén más sanos, limpios y perfumados. La inversión de Unilever en esta frescura de estilo sueco parece seguir de forma inteligente esa tendencia.