El coste del ajuste de CaixaBank suma 1.598 millones en tres años
Desde que CaixaBank integró Banca Cívica en 2013 hasta el cierre del primer semestre de este año han salido de la entidad más de 5.000 empleados
Desde que CaixaBank finalizó la integración de Banca Cívica en abril de 2013 hasta el pasado 1 de junio la entidad financiera ha firmado acuerdos con los sindicatos para proceder a la salida de más de 5.000 empleados, que le han supuesto un coste extra de 1.598 millones de euros. A esta cantidad hay que sumar el gasto que supondrá la salida de hasta 1.119 empleados, cuyo acuerdo se firmó el 29 de julio.
CaixaBank es una entidad atípica. Sus responsables han insistido hasta la saciedad en que no tienen previsto llevar a cabo planes para reestructura su extensa red de sucursales, la más extensa de la banca española. Se siente cómodo con unas 5.000 oficinas. Tampoco tiene planes para reducir su plantilla más allá de los excedentes que se vayan produciendo por las adquisiciones que ha realizado o pueda realizar en el futuro. Su consejero delegado, Gonzalo Gortázar, lleva tiempo haciendo una defensa cerrada de la red comercial del banco por considerar que favorece la inclusión financiera y es compatible con la digitalización.
Pese a ello, la entidad financiera lleva algo más de tres años acometiendo planes de prejubilaciones y bajas voluntarias, además de cierre de oficinas. Son ajustes puntuales, según justifica la entidad cada vez que firma un acuerdo con los sindicatos, derivados del excedente de locales y personal consecuencia de las adquisiciones llevadas a cabo desde que en abril de 2013 integrara Banca Cívica.
Pese a ello, estos ajustes suponen un coste para la entidad financiera. Así, desde que el 27 de marzo de 2013 CaixaBank alcanzara un acuerdo laboral con los representantes sindicales, que contemplaba un ajuste de la plantilla en 2.600 personas mediante bajas incentivadas, hasta el plan firmado el pasado el 16 de abril, le ha sumado un coste extraordinario total de 1.598 millones de euros registrado en un fondo para cubrir, sobre todo, estos compromisos adquiridos con el personal en situación de jubilación parcial.
El primer acuerdo laboral suscrito en marzo de 2013 se enmarcó en la reestructuración llevada a cabo tras las integraciones de Banca Cívica y Banco de Valencia. El coste extraordinario de personal asociado a este ajuste ascendió a 785 millones de euros.
El 17 de julio de 2014 CaixaBank volvió a suscribir un nuevo acuerdo laboral, por el que dotó determinados importes en el ejercicio 2014 para este programa de desvinculaciones incentivadas. El coste asociado a este pacto con los sindicatos se elevó a 182 millones de euros y ha sido destinado al personal nacido con anterioridad a enero de 1958. Estas salidas se iniciaron en marzo de 2015.
La compra del negocio minorista de Barclays España por parte de CaixaBank supuso un nuevo proceso de salidas de personal procedentes de la ya ex filial del banco británico, que se llevó a cabo en el primer semestre de 2015. En esas fechas se alcanzó un acuerdo laboral de reestructuración con los representantes sindicales que supuso un ajuste de la plantilla procedente de Barclays España que afectó a 968 personas.
El coste asociado a esta reestructuración ascendió a 187 millones de euros. Pocos días después, el 29 de junio, la entidad y los sindicatos suscribieron un nuevo acuerdo laboral para la salida voluntaria de 700 empleados, que representó un nuevo gasto de 284 millones.
La entidad que preside Jordi Gual volvió a acudir a un plan de bajas incentivadas, casi todas por prejubilación como es habitual en la firma catalana, el pasado 16 de abril de 2016. El programa, que va dirigido a las personas nacidas con anterioridad al 1 de enero de 1959, ha afectado a 371 personas, con un coste de 160 millones de euros. Estas prejubilaciones se han cerrado el 1 de junio, según consta en el informe de estados financieros del semestre de Criteria remitido a la CNMV.
CaixaBank firmó un nuevo pacto laboral con los sindicatos el pasado 29 de julio para la salida voluntaria de hasta 1.119 personas, según fuentes sindicales. Estas bajas coinciden con el excedente de plantilla en ciertas zonas como Madrid (con 361), y Sevilla (244), propiciadas por las integraciones de Barclays y Banca Cívica, y también de Valencia (87) y Navarra (74). La entidad aún no ha cuantificado el coste de estas bajas.