Antón Valero: “España necesita una política industrial valiente”
El presidente de la patronal Feique y de Dow Chemical Iberia pide que el futuro Gobierno impulse la industria hasta el 20% del PIB.
Representa a uno de los sectores productivos más cruciales en cualquier economía avanzada. El químico Antón Valero está al frente de la multinacional Dow Chemical en España desde hace más de una década y desde hace dos años preside la patronal Feique (Federación Empresarial de la Industria Química Española). Reclama a las Administraciones una apuesta clara por la industria para seguir creciendo con fuerza. El sector facturó 58.000 millones en 2015 en España, un 3% más que el año anterior, y da empleo a más de 500.000 personas de forma directa e indirecta en nuestro país.
Pregunta. ¿En qué situación se encuentra el sector químico en España?
respuesta. Nosotros exportamos fundamentalmente a Europa. Y curiosamente el continente no ha crecido en los últimos años y nosotros sí. Eso quiere decir que nos hemos espabilado más que otros países. Nuestra gente se ha abierto al mundo y han ido a buscar negocio fuera. Además, el sector químico tiene una relación entre empresas y trabajadores que es referencia, con un entendimiento y una colaboración muy buena donde todos ganamos.
P. ¿Qué papel debe tener la industria química en un país desarrollado como España?
r. La química europea ha sido la líder histórica del mundo hasta la década pasada, cuando se dio el desarrollo chino, con un mercado comunitario de 550.000 millones. La actividad china ya llega a 1,1 billones y va a seguir creciendo. En el sector impacta el consumo, pero también la disponibilidad de materia prima y energía barata, además las políticas industriales. Hay que plantear en términos de cuánto soporte va a tener de las Administraciones este sector, que es básico para otras industrias: automoción, textil, farmacia, cosmética, consumo del hogar, agricultura…
P. ¿Es competitivo el sector químico europeo?
r. China no tiene una gran superioridad frente a Europa. Porque las ventajas la dan la energía barata y las materias primas, y China no tiene ni una ni otra. Estamos en una situación muy pareja. La diferencia es la población china, el crecimiento de su mercado y que todavía tiene una economía planificada. No somos más caros que los chinos. Hay un efecto de mano de obra, pero no determinante. Hay otro efecto, que es la legislación. En Europa se ha entrado en una espiral legislativa que cada día pone más y más difícil el desarrollar más tecnología en nuestro sector. No estoy cuestionando que tengamos que hacer las cosas bien, pero se está rizando el rizo.
P. ¿Por cuestiones ambientales?
r. Medioambiental, de permisos, de burocracia, de hacer muchas pruebas... El principio de precaución se está llevando a extremos que hace difícil el desarrollo de negocios. Esto está reconocido por la Comisión Europea, que ha realizado un estudio sobre el impacto que la legislación comunitaria tiene en el entorno económico de las empresas. Los datos preliminares dicen que esta legislación se come el 12% del valor de los beneficios de las compañías. Eso representa unos 1.800 millones anuales. Por otro lado, la industria europea es la más eficiente energéticamente, la que menos CO2 emite.
P. La legislación se ha hecho porque la sociedad europea es respetuosa con el entorno.
r. Sí, la sociedad europea es muy garantista con el entorno, pero también determinados grupos tienen más influencias que otros. La Comisión Europea legisla continuamente en busca de la ultraexcelencia. Eso puede suponer que el sector no sea sostenible, porque estamos poniendo barreras al desarrollo tecnológico e industrial. Estamos echando a la industria de Europa.
P. Alguna ventaja tendremos.
r. El desarrollo de nuevos productos. Las propias dificultades generan nuevas ideas, por ejemplo, en el desarrollo de tecnologías de reutilización de agua.
P. ¿Cómo impactó la crisis al empleo?
r. Cayó un poco al principio de la crisis, pero ya estamos incrementando. El año pasado ya aumentó un 6%. En el sector trabajan unos 196.000 empleos directos. Desde Feique pretendemos hacer valer el tamaño que tenemos junto con otras industrias para poder influir en los gobiernos.
P. ¿Qué solicita al futuro Gobierno?
r. Lo primero es que el futuro Gobierno debería contar con una Secretaría de Estado de Industria, potente y ejecutiva de la que dependa el CDTI y la SEPI. Además, debemos tener más consonancia con los países potentes de la Unión Europea y la industria debe contar con políticas que hagan alcanzar el 20%del PIB, desde el 16% actual. España necesita una política industrial valiente y decidida.
“La fusión con DuPont será efectiva en octubre”
A finales del pasado año, los dos rivales y gigantes estadounidenses Dow Chemical y DuPont anunciaron una fusión que daría como resultado la mayor empresa química del mundo, valorada en el entorno de los 120.000 millones de euros, con la suma de dos compañías prácticamente de igual tamaño (algo mayor Dow Chemical). “Esperamos que en octubre la fusión ya sea efectiva”, aclara Antón Valero, presidente de Dow Chemical. Pero de esa integración no resultará una única compañía, sino tres químicas. El coloso se dividirá en una empresa de protección de cosechas, una de materiales y otra de productos especiales. “Las tres empresas serán mucho más efectivas por separado”, asegura.
“Las dos compañías fusionadas somos bastante complementarias, no nos solapamos en muchas áreas, tampoco en España”, afirma. En nuestro país, Dow tiene centros de producción en Tarragona y Navarra, y DuPont en Asturias. Los planes de Valero pasan por seguir invirtiendo en Dow, que factura 1.200 millones en España, en innovación y en reducir los costes de la energía para hacer más competitivas las fábricas españolas.
La ganancia en la competitividad del sector químico español se muestra en el aumento de las exportaciones, que desde 2007 hasta 2015 han crecido un 43,3% para alcanzar los 32.774 millones. Esta actividad –fuerte en Cataluña, donde se da más del 40% de la cifra de negocio– tiene como principal cliente a Francia, pero también a países asiáticos como China.