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Pequeños gigantes

La tortilla de patatas que coloniza el mundo

Los hermanos Fuentetaja aprovecharon la incorporación de la mujer al mercado laboral para convertir el plato típico de España en su producto estrella. Hoy exportan el 30%.

Interior de la fábrica de Mudrián (Segovia), en la que se elaboran las tortillas.
Interior de la fábrica de Mudrián (Segovia), en la que se elaboran las tortillas.Fuentetaja

Seguramente si más de una madre, de las de antes, hubiera sabido que se podía vivir de vender tortilla de patata, se habría apuntado al carro. Esto es lo que supo ver la empresa Fuentetaja en 1990.

Tras fracasar en una empresa de alimentación de verduras, los hermanos Fuentetaja realizaron un estudio de mercado buscando un nicho que les permitiera aprovechar la planta y maquinaria que tenían en el pueblo segoviano de Mudrián.

Dieron en el clavo, y es que muchas veces lo más sencillo es lo más exitoso y, si no, que se lo pregunten a Miguel Ángel Fuentetaja, uno de los cuatro dueños de esta empresa familiar, que actualmente produce más de 12.000 toneladas de tortilla de patatas al año y vende este precocinado a una veintena de países de todo el mundo.

“Hicimos un estudio de investigación y nos decantamos por la tortilla de patatas”, todo un símbolo de la gastronomía española, aunque su origen no está claro. No se sabe bien si surgió durante las primeras guerras carlistas o si procede del pueblo extremeño de Villanueva de la Serena, como recoge un estudio del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC. En cualquier caso, nació para combatir la hambruna que reinaba en el siglo XVIII.

Croquetas de varios sabores son la última apuesta del grupo

Ayudó mucho al éxito de la empresa la implantación de los nuevos hábitos de consumo en España, a causa de la incorporación de la mujer al mercado laboral, para lo que “la cocina se convertía en un escollo frente a un ritmo de vida más acelerado”, cuenta Fuentetaja.

Pero también fue crucial el despegue que se había producido en el consumo de los productos precocinados o precongelados en España. Una tendencia importada de otros países, como Estados Unidos y Reino Unido, con mucha menos tradición culinaria.

Fueron avispados los dueños de la compañía, que tiene una plantilla de 250 empleados repartidos en tres centros de producción, cuando detectaron esta nueva demanda.

Relata Fuentetaja que sus primeros clientes eran los negocios de hostelería, restaurantes, hoteles, tiendas tradicionales y asadores de pollos. Pero en apenas tres años, sus tortillas habían desembarcado en grandes distribuidores de alimentación, como El Corte Inglés, en los hipermercados Pryca y Continente (que en 2000 se fusionaron y convirtieron en Carrefour) y en Alcampo. Enseguida se hicieron imprescindibles para las empresas de catering.

La salida al exterior fue también uno de los ejes que la compañía cultivó dado el fuerte consumo de precocinados en Europa. Casi paralelamente a su salto a las grandes cadenas, hicieron sus primeros pinitos exportadores, llegando a tener distribuidoras en Francia, Portugal, Reino Unido e incluso en Estados Unidos.

Actualmente, venden en el exterior el 30% de la producción total. Sus ingresos ascienden a 42 millones de euros y la previsión es alcanzar el 70% en los próximos años. México, Canadá, Dinamarca, Alemania, Bélgica, Rusia, Holanda, Italia y Polonia son solo algunos de los países fans de la tortilla española, que compran, bien a través de clientes locales o bien directamente a la empresa.

Miguel Ángel Fuentetaja, propietario de la firma.
Miguel Ángel Fuentetaja, propietario de la firma.

“Europa es un mercado muy grande y los productos españoles tienen aún un amplio recorrido”, dice Fuentetaja, para quien “todavía hay mucho margen para introducir productos nuevos”. Esta idea es la que motivó a la empresa a meterse de lleno en la producción de paella, otro clásico español con mucha demanda internacional.

Aunque la tortilla sigue siendo el eje principal de su negocio, solo cuatro años después de su fundación compraron la planta de producción en el municipio madrileño de Parla para hacer paellas “a medida” (con ingredientes elegidos por los clientes) y otros platos cocinados, como ensaladas (de cangrejo, rusa, americana), guarniciones, platos de arroz y pasta.

Una de sus últimas apuestas es la elaboración de croquetas de distintos sabores. “Vamos a por el mercado francés”, explica Fuentetaja. “Hemos hecho un estudio de mercado y el producto va a funcionar muy bien allí”, añade.

Fuentetaja tampoco se ha resistido al fenómeno de la pizza, “un mercado enorme” y una línea que desarrolla desde hace cuatro años en Mudrián. La planta elabora 10.000 unidades de este producto a la hora.

Con o sin cebolla, de espinacas, jamón o verduras, las tortillas son elaboradas a partir de productos frescos de la tierra. El 80% de los 10 millones de kilos de patatas que utiliza son de las comarcas de Segovia, Valladolid, Ávila o del vecino Portugal.

El éxito de la compañía radica en elaborar alimentos precocinados dentro de la mejor tradición y variedad de la cocina mediterránea. Como en casa.

La planta de producción de Parla, en Madrid, está dedicada a la elaboración de ensaladas, otro tipo de precocinados y ahora también paella.
La planta de producción de Parla, en Madrid, está dedicada a la elaboración de ensaladas, otro tipo de precocinados y ahora también paella.Fuentetaja

Belgas y franceses, los más fans de la paella

El 95% de las paellas elaboradas por Fuentetaja se venden en el mercado belga y francés, que destacan por su afición a este producto típico de España. Son personalizadas, es decir, que el cliente puede escoger los ingredientes que quieren que incorporen.

Pese a la fama de gourmets de los franceses, en Francia, según cuenta el propietario de la empresa, las paellas más demandadas incluyen ingredientes menos habituales que los utilizados en este clásico gastronómico, como el chorizo frito, trozos de pollo extremadamente grandes o paellas mucho más mezcladas.

En Bélgica “son mucho más exquisitos, con gustos más parecidos a los españoles, y demandan productos más selectos”, desvela.

Apenas cuatro años después de su fundación, la empresa comenzó su aventura exportadora en Europa y Estados Unidos, entre otros países.
Apenas cuatro años después de su fundación, la empresa comenzó su aventura exportadora en Europa y Estados Unidos, entre otros países.Fuentetaja

Datos básicos

ProducciónFuentetaja elabora 12.000 toneladas de tortilla de patatas al año. El 30% se dirige a la exportación y la previsión es llegar al 70% en los próximos años.

MercadosUna veintena de países son consumidores de la tortilla, tanto en el continente americano como en el europeo. Estados Unidos, Canadá, México, Alemania, Francia, Bélgica e Italia son sus principales clientes.

FacturaciónActualmente, la firma factura unos 42 millones de euros y cuenta con una plantilla de 250 empleados en sus fábricas, dos ubicadas en Mudrián (Segovia) y una en Parla (Madrid).

ClientesEl corte inglés, Carrefour, Alcampo y la gran mayoría de las cadenas de alimentación son clientes de Fuentetaja, junto a empresas de catering y supermercados pequeños.

ProductosLa tortilla es la estrella, pero también la paella y platos precocinados, como ensaladas frescas o pizza, de la que en su planta de Mudrián elaboran 10.000 a la hora.

Materia primaUtiliza unos 10 millones de kilos de patatas al año que proceden principalmente de Valladolid, Ávila o Segovia, así como 4.000 toneladas de huevos.

InnovaciónLas croquetas de sabores son su última apuesta. Están dirigidas sobre todo al mercado francés, un gran consumidor de precocinados.

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