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Alimentación

Un grupo de bodegas alavesas pide su propia DO separada de la Rioja

Un vendimiador en La Rioja.
Un vendimiador en La Rioja.

El vino de Rioja tiene cada vez mayor expansión internacional y el lunes anunciaba unas previsiones de récord de ventas para el cierre de este ejercicio. Pero no todos los representados por esta Denominación de Origen (DO) se encuentran cómodos. Medio centenar de bodegas de la región de la Rioja Alavesa, al sur de la provincia vasca, han comenzado los trámites para lograr una DO propia.

Este conjunto de empresas vinícolas, todas ellas representadas a través de la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa (ABRA), han presentado en los últimos días la documentación a las autoridades vascas para crear esta nueva institución. De recibir el respaldo del País Vasco, la Unión Europea tendría la última palabra para el registro de esta nueva DO.

Una promesa electoral del PNV

El movimiento de las bodegas alavesas ha sido considerado por algunos como un movimiento cargado de política. Inés Baigorri, portavoz de ABRA, defiende que lo positivo del proceso es que se ha realizado “sin injerencias”, a lo que añade que “cada bodega tiene su ideología y su religión”.

Sin embargo, lo cierto es que el Partido Nacionalista Vasco (PNV) ha hecho de la creación de una DO para la Rioja Alavesa una de sus banderas en la provincia, frente a un consejo regulador ubicado en La Rioja, una región gobernada por el PP desde 1995. El actual diputado general de Álava, Ramiro González (PNV), se presentó a las elecciones prvinciales de hace un año con la promesa de crear esta institución independiente, reivindicando un modelo de gestión diferente entre los vinos de Rioja y pidiendo organismos “competentes y más cercanos”.

Inés Baigorri, representante de esta asociación, explica que la mitad de los 116 asociados que tiene, han mostrado su interés por este procedimiento. Un proceso que el consejo regulador de la DO Rioja tildó hace unos días de medida “desleal”. “La decisión tomada por ABRA ha sido una sorpresa para la institución”, señaló el consejo en un comunicado, que criticó que se anunciara justo después de una reunión del organismo, en el que está representado ABRA.

La asociación de bodegas alavesas, que fue creada a comienzos de los años noventa, defiende que la decisión de crear una DO propia no supone que estas bodegas se salgan del organismo regulador de Rioja. “Somos parte interesada en el desarrollo de este consejo”, asegura. Lo que solicita así este grupo de empresas vinícolas, todas ellas ubicadas en la zona de Laguardia, es lograr mejor representación y un “ámbito de protección para el vino de la región”.

Baigorri explica que estas bodegas tienen una tipología común de “cosechas pequeñas y exclusivas” y defiende que es algo que está demandando el mercado. Sin embargo, lamenta que la actual dirección del consejo regulador prima a las grandes bodegas frente a las pequeñas, tendiendo a la homogeneización de la marca Rioja. “Es bueno que haya una oportunidad para todos”, remarca. La portavoz de la organización critica que “ha habido muchos años de pérdida de valor en la DO”.

Las asociación vinícola argumenta que la existencia de una DO propia para los vinos de Rioja alaveses les permitiría una “mayor protección” para próximos eventos que podrían afectar al negocio del vino. En concreto, Baigorri asegura que ante circunstancias como el TTIP o la liberalización de los cultivos, podrían estar mejor representados.

ABRA ha servido como “una herramienta” para poner en común a las bodegas que querían impulsar este movimiento, según Baigorri, que señala que ahora “la responsabilidad es de las bodegas”, que deberán seguir con el proceso. Aún así, explica que en los próximos días se presentará públicamente esta iniciativa al resto de bodegas y comerciantes para buscar nuevas adhesiones.

El movimiento de estas bodegas por buscar una nueva DO en la que sentirse mejor representadas viene desde “hace más de un año”, según Baigorri. Aunque desde el consejo regulador de Rioja aseguran que desde hace muchos años se repiten cada cierto tiempo voces en esta dirección. Si bien, hasta ahora no se había comenzado con los trámites.

El consejo regulador defendió hace unos días que, en cualquiera de los casos, las bodegas que se integran en ABRA suponen “únicamente” el 15% de la comercialización de la Rioja Alavesa y el 5% del total de la DO Rioja. Por ello, señaló como “incomprensible” que se tomase esta decisión “con tan escaso apoyo”.

Atendiendo a los datos recopilados por el propio consejo regulador, la Rioja Alavesa supuso el pasado año un 21% de los terrenos cultivados y un 25,3% de la producción de vino de toda la Denominación de Origen, rozando los 76 millones de litros. Baigorri señala que es probable que durante el proceso se vayan sumando más bodegas de la región “de manera voluntaria”. “Es un tema que trasciende a nuestra asociación”, asegura.

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