España se moja
En un país con 8.000 km de litoral y dos archipiélagos, elegir playa para ir de vacaciones puede parecer lo más natural del mundo. De piedra o de arena y, entre estas, para gustos los colores: desde polvo blanco a arenillas rosadas, doradas o negras volcánicas. Sol, arena y mar nos sobra. El clima –más fresco en el norte de la Península–, la gastronomía o las oportunidades culturales le harán decantarse por una u otra costa o saltar a las islas. Hay playas a gusto del consumidor y con las preferencias de estos el metabuscador Skyscanner ha elaborado un informe con los mejores arenales españoles.
1. La playa de la Barrosa, en Chiclana (Cádiz), con sus 6 km de arena dorada y ambiente para todos los gustos. En un primer tramo, más urbano, destaca su concurrido paseo marítimo, muy animado por la proliferación de bares, tiendas y restaurantes. Pasado este y desde el paseo hasta la Torre del Puerco, al sur, predominan pinares y dunas que le dan un aire a una playa virgen. En esta zona se encuentra la mayor oferta turística con hoteles de cuatro y cinco estrellas, campos de golf y zonas deportivas.
2. Playa del Silencio en Cudillero (Asturias). Escondida para el gran público, la envuelve un aire místico, como si el tiempo se hubiera detenido. Para acceder a ella tendrá que caminar por un paisaje espectacular, escuchando el ruido del viento golpeando sobre los acantilados. Estrecha y de apenas 500 metros de longitud, conserva un encantador ambiente agreste. Ideal para los que quieren desmarcarse de los entornos masificados y buscan la soledad y el silencio solo interrumpido por el runrún del mar.
3. Playa de Carnota (A Coruña). Galicia tiene muchos lugares mágicos y esta playa, considerada entre las más bonitas del mundo y quizás la más larga de esta comunidad con sus 7 km de arenal blanco, es uno de ellos. Parte de su encanto se debe al perfecto estado de conservación, sus sinuosas dunas o sus marismas, entre las que se cobijan cientos de especies de aves y todo tipo de flora autóctona. Los más románticos no se pueden perder sus fabulosas puestas de sol.
Mucho más que sol, arena y mar para unas vacaciones ideales sin salir de casa
4. Cala Turqueta (Menorca). La isla balear es famosa por sus pequeñas ensenadas y sus aguas transparentes de un intenso color azul turquesa, como las de esta cala escondida en un terreno virgen entre pinares. Su fama hace que en temporada alta esté abarrotada de gente.
5. Playa de Cofete (Fuerteventura). Lo que más le sorprenderá es el contrataste que genera el paisaje de una playa de arena dorada de más de 12 km de longitud, rodeada por el macizo montañosos de Jandía y, por si fuera poco, Cofete encierra otros espectaculares atractivos como el llamado Roque del Moro, un enorme monolito que sobresale del mar.
6. Playas de Cullera (Valencia). Los arenales de esta localidad valenciana son en verano unos de los más concurridos de España. Las playas de San Antonio y Racó son algunas de las playas más populares, pero también destaca la de la Escollera, amplia y tranquila. Los amantes de los deportes acuáticos disfrutarán en Cap Blanc y los que quieran practicar buceo, en la playa del Faro. Los que buscan un estilo más alternativo deben dirigirse a las playas de Sant Llorenç y Mareny donde se practica el naturismo.
7. Playa de Itzurun, (Zumaya, País Vasco). Un enclave estratégico, dominado por la sobria ermita de San Telmo, el choque de la piedra contra el mar y la peculiaridad de sus formas geológicas –los estratos verticales denominados flysch– han creado un escenario fantástico mecido por las olas y aún por descubrir para el turismo de masas.
8. Playa de matalascañas (Huelva). Entre todas las playas de Almonte, la playa de Matalascañas, continua a la de Mazagón, es una de las más populares y frecuentadas de esta localidad. Y es que en ella, con unos 4 km de longitud, hay cabida para todos los gustos. La playa tiene una zona urbanizada, con equipamientos para el ocio y hoteles. Pero a medida que uno se aleja del núcleo aparecen las playas más vírgenes que conquistan al más romántico con su arena blanca de grano fino. Por si fuera poco, es la única playa que posee un acceso a pie para llegar al Parque Nacional de Doñana y es famosa la estampa que ofrece de la Torre de la Higuera. Por todo esto y más se ha ganado a pulso ser una de las mejores playas de toda España.
Guía saludable
TUMBARSE AL SOL sobre la arena es una sensación placentera, pero no olvide utilizar una protección solar adecuada, mejor resistente al agua, renuévela con frecuencia, incluso cuando esté dentro del mar, y evite la exposición en las horas centrales del día, entre las 11 y 17 horas. Proteja la cabeza con un sombrero.
RESACAS Y CORRIENTES. Por más tranquila que piense que es una playa, no se confíe y esté siempre alerta; si se siente atrapado por una inesperada corriente, intente conservar la calma y nadar a favor de la misma, paralelo a la costa hasta que la corriente pierda fuerza y pueda volver a la playa o ser rescatado.
MEDUSAS Y MANTARRAYAS. A menudo nos topamos con algunas de las primeras flotando sobre el agua o en la orilla, las segundas se suelen enterrar en la arena en aguas poco profundas, la picadura de ambas produce urticarias a veces muy dolorosas que deben ser tratadas para evitar complicaciones mayores.