Los datos hablan: Hacienda infló el presupuesto de ingresos
La recaudación del IRPF y del impuesto sobre sociedades evoluciona peor de lo previsto y lastra las cuentas El déficit público consolidado hasta mayo empeora y cierra cualquier posibilidad de cumplir el objetivo
Los datos de ejecución presupuestaria hasta junio publicados hoy confirman que Hacienda pecó de optimista en los Presupuestos de 2016, que se aprobaron antes de las elecciones generales. El departamento de Cristóbal Montoro dibujó un panorama en el que, pese a la reforma fiscal y los cambios tributarios, todos los ingresos aumentaban con fuerza este año. Los cifras reales, sin embargo, muestran otra realidad.
La recaudación del IRPF en el primer semestre alcanzó lo 31.140 millones frente a los 32.690 millones del ejercicio anterior, un 4,7% menos. La creación de empleo no es suficiente para revertir la pérdida de recaudación. El descenso se explica por la reforma fiscal, que redujo los tipos impositivos. La Agencia Tributaria confía en que los datos mejoren a partir de agosto, cuando el efecto del descenso de tipos se mitigará porque Hacienda adelantó el verano pasado la reducción de los gravámenes previstos para enero. En cualquier caso, la previsión del Gobierno era que la recaudación del IRPF aumentaría un 4,3% este año, una estimación que hoy se vislumbra excesivamente optimista.
El mayor agujero en el presupuesto se encuentra en el impuesto sobre sociedades. El departamento de Cristóbal Montoro presupuestó que el tributo que grava los beneficios empresariales aportaría este año 24.868 millones, un 20,4%. Hasta junio, la recaudación del impuesto sobre sociedades se mantenía en zona negativa con 221 millones. Ello significa que las devoluciones superan los pagos realizados por las empresas. El año pasado, los ingresos alcanzaban ya los 2.383 millones en el primer semestre. El derrumbe de la recaudación se debe a que el Gobierno eliminó este año los pagos fraccionados incrementados y el pago mínimo del 12% sobre el resultado contable. Hacienda no calibró el impacto de esta medida. Para corregir el error, ahora el Gobierno se ha comprometido con Bruselas a restablecer nuevamente un pago mínimo que se movería entre el 20% y el 25% del resultado para lograr 6.000 millones adicionales.
Las buenas noticias para la caja del Estado proceden de los impuestos directos. La Administración recaudó 31.313 millones por IVA hasta junio, un 4,4% más que en el mismo período del año anterior. Aun así, en conjunto, la recaudación tributaria retrocedió un 3,2% en términos homogéneos.
La mala evolución de la recaudación respecto a lo previsto es uno de los motivos que explica que ningún analista considere factible que España cumpla con el objetivo de déficit que el Gobierno fijó en el 3,6% del PIB, un porcentaje que ya se suavizó respecto al límite del 2,8% que figuraba en el Programa de Estabilidad de 2015 remitido a Bruselas. El Gobierno de Mariano Rajoy está a la espera de que Bruselas flexibilice todavía más la nueva senda para tener alguna posibilidad de cumplir.
El déficit del Estado hasta junio alcanzó el 1,90%, un nivel ligeramente inferior al 2% del año anterior. Los menores gastos explican esta mejora que, sin embargo, resulta insuficiente para que el Estado central cumpla su objetivo fijado en el 1,8% del PIB.
Hacienda también publico ayer los datos de déficit público hasta mayo de la Administración central, las comunidades autónomas y la Seguridad Social. En conjunto, registraron un déficit del 2,32% del PIB, un porcentaje superior al 2,13% registrado un año antes. La única nota positiva es que las comunidades autónomas sí lograron mejorar sus resultados. Entre enero y junio, los números rojos autonómicos se quedaron en el 0,36% del PIB, por debajo del 0,5% registrado un año antes. El incremento de los recursos del sistema de financiación y el ahorro en intereses de la deuda explican esta mejoría.