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Los retos tras la marcha de Ana Pastor

Fomento busca la relevancia perdida

Culminar la liberalización ferroviaria, atajar los problemas de los sobrecostes en las obras públicas y avanzar en la transformación del mercado inmobiliario son algunas de las tareas pendientes

En la imagen, tramo de la AP-7 en la frontera francesa.
En la imagen, tramo de la AP-7 en la frontera francesa.EFE
Raquel Díaz Guijarro

No pudo elegir mejor Mariano Rajoy cuando decidió que Ana Pastor ocupara el Ministerio de Fomento en 2011, aseguran quienes conocen a ambos. El abultado déficit y el fiasco de algunos sonados proyectos requerían al frente del gran inversor público alguien dispuesto a reducir el gasto en obra civil sin despeinarse y ser capaz de justificarlo como la mejor política para España. El presidente del Ejecutivo vio que no había nadie mejor preparado para ello que su colaboradora de toda la vida y ésta aceptó sin rechistar para disgusto posterior de las empresas constructoras.

El balance que deja el ministerio ofrece, según quien lo realice, luces y sombras. Como era de esperar, su fama de buena gestora logró que las cuentas se recondujeran y se pudiese hacer frente a una herencia que ella calificó en privado de “envenenada”. En el lado negativo, según las empresas, figura que ese giro en los números fuera a costa de reducir la inversión a niveles mínimos, abandonar el mantenimiento y no abordar conflictos como la quiebra de las autopistas de peaje.

De esta forma, estos y otros problemas sin resolver serán las cuestiones a las que deberá enfrentarse el próximo titular de la que en otros tiempos fue una de las carteras más codiciadas.

Son tantos y tan distintos los frentes que tiene abiertos este ministerio que no será fácil dar con alguien dispuesto a plantarle cara a todos ellos. Quizás lo más urgente sea recuperar en alguna medida el gasto pasado en infraestructuras, aunque los niveles previos a la crisis no volverán y con esa convicción trabajan ya en todas las patronales de la construcción. Por ese motivo, otro de los retos capitales que tendrá el nuevo ministro o ministra del ramo es diseñar por fin un nuevo marco regulatorio capaz de atraer al capital privado para que cofinancie más proyectos de infraestructuras. Aunque para conseguirlo, recuerdan desde las empresas que antes es imprescindible encontrar una solución definitiva a la quiebra de las autopistas de peajes.

Desde una de las patronales más importantes de la construcción admiten que lo ocurrido no supone que haya fallado el modelo, sino la aplicación de los mecanismos de reequilibrio que se contemplan en toda concesión. “Eso es precisamente lo que hay que evitar que vuelva a suceder y eso debe quedar plasmado en un nuevo marco regulatorio para que no pueda generarse un problema de inseguridad jurídica”, explican las mismas fuentes.

Otra forma de incrementar la capacidad inversora de la Administración sería que el Gobierno español lograra a nivel europeo la petición que comparte con otros Gabinetes comunitarios: que el gasto que suponen los grandes proyectos de infraestructuras catalogadas como estratégicas no computen a efectos de déficit público. Las compañías que se dedican a la obra pública se han quejado en la última legislatura de que buena parte de los disgustos que generaron algunos de los proyectos que pasarán a la historia como grandes fiascos (aeropuertos sin aviones, autovías sin coches o viviendas sin vecinos, entre otros), podrían haberse evitado si se hubiese actuado de forma distinta, si, por ejemplo, se hubiera dado más relevancia a la parte técnica de la oferta y no tanto al precio en todo el proceso de contratación.

En este sentido, advierten que es urgente crear un ente independiente que fiscalice el desarrollo de los proyectos, desde el momento en el que se licita hasta que concluye su construcción. También, reclaman actuar de una vez por todas sobre los modificados o sobrecostes que llegan a acumular algunas obras y vigilar más de cerca la cualificación de las empresas que optan a los grandes concursos públicos.

En la lista de tareas pendientes no puede obviarse completar la liberalización del ferrocarril, la entrada de un socio privado para Renfe Mercancías o culminar el contrato para la compra de los AVE pendientes. Y sin dejar el transporte ferroviario, quien herede la cartera de Pastor deberá acometer la finalización de las líneas de alta velocidad en curso, como la que llevará el AVE a Galicia, Murcia, Castellón, Granada o el País Vasco, entre otros destinos. Además, tendrá que abordar el diseño definitivo del Corredor Mediterráneo.

Sin olvidar las tareas pendientes en materia aeroportuaria, tras la salida a Bolsa de Aena, o en puertos, donde algunos apuestan por las fusiones entre ellos, lo cierto es que tal y como ha venido haciendo la propia Pastor, la vivienda ha ocupado casi siempre el último lugar en sus menciones públicas. La ya presidenta del Congreso ha defendido que de una era de la edificación se ha pasado a otra del alquiler y la rehabilitación, pero banca y promotores lamentan que eso se ha quedado en el papel, en la práctica queda casi todo por hacer.

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Sobre la firma

Raquel Díaz Guijarro
Es jefa de Empresas en Cinco Días. Especializada en economía (inmobiliario e infraestructuras). Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en Cinco Días. Previamente trabajó en Antena 3 Radio, El Boletín, El Economista y fue directora de Comunicación de Adif de 2018 a 2022. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.

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