El Banco de Inglaterra deja para agosto la artillería contra el 'brexit'
El Banco de Inglaterra ha decidido mantener sin cambios los tipos de interés en el 0,5% y dejar intacto su programa de compras de deuda, en contra de lo que esperaba el mercado. Sí prevé en cambio tomar nuevas medidas en la reunión de agosto
El Banco de Inglaterra ha optado por esperar un poco más de tiempo antes de emplear la artillería disponible con la que atajar el impacto económico del brexit. En contra de la expectativa unánime que había en el mercado, ha decidido mantener sin cambios los tipos de interés en el 0,5% y no reactivar su programa de compra de deuda, ahora por un volumen de 375.000 millones de libras y congelado en esa cuantía desde noviembre de 2012.
La medida ha tenido un impacto inmediato en la libra, que se ha disparado en un primer momento de 1,32 a 1,347 dólares y aun así acumula una fuerte depreciación del 10% desde la celebración del referéndum. La noticia también ha revolucionado el mercado de deuda soberana y ha provocado la depreciación del bono británico a 10 años, cuya rentabilidad aumenta del 0,74% al 0,823%. las ventas también se extienden a otras grandes referencias de los bonos soberanos: el rendimiento del treasury estadounidense sube del 1,47% al 1,54% y la del bund alemán se dispara del -0,062% al -0,023%, aún en el terreno negativo en el que entró a consecuencia del brexit.
Después de todo, el mercado había dado un 80% de probabilidades a una rebaja de tipos de interés en Reino Unido en el día de hoy que por lo pronto se aleja hasta el mes de agosto. Las bolsas sí mantienen el tono positivo, en la confianza de que la institución reactivará los estímulos cuando haya síntomas claros de deterioro de la economía británica.
El Banco de Inglaterra ha reaccionado hasta ahora con rapidez al desafío económico que plantea para Reino Unido su salida de la Unión Europea, aunque en la reunión mantenida hoy ha optado por no dar todavía más pasos adelante. La decisión de mantener los tipos en el nivel al que llevan desde marzo de 2009, en el mínimo histórico del 0,5%, ha sido tomada por 8 votos a favor y uno en contra, favorable a un recorte de 25 puntos básicos. La decisión de no reforzar las compras de deuda sí ha sido tomada por unanimidad. Aun así, la mayoría de miembros de la institución es partidaria de tomar nuevas medida de estímulo en la próxima reunión, el 4 de agosto, según reconoce el Banco de Inglaterra. “La mayoría de los miembros espera una suavización de la política monetaria en agosto”, señala el acta de la reunión.
La institución explica en un comunicado que aún no hay datos oficiales sobre el impacto económico que ha tenido el brexit, aunque el resultado del referéndum sí ha afectado ya a la confianza de los inversores y al mercado inmobiliario. "Estos indicadores sugieren que la actividad económica va a debilitarse probablemente en el corto plazo", añade el comunicado del Banco de Inglaterra. La nota optimista la pone el sector financiero. Según señala el Banco de Inglaterra, los mercados han funcionado bien y la mayor resistencia del sistema financiero británico ha permitido que el impacto del referéndum se haya enfriado en lugar de amplificarse.
La institución recuerda que la inflación interanual en el mes de mayo fue del 0,2%, similar a la de abril, y se mantiene muy por debajo del objetivo del 2% de la institución. El crecimiento del PIB del Reino Unido en el primer trimestre del año registró una sensible desaceleración con respecto al trimestre precedente al crecer el 0,4%, frente al 0,7% entre octubre y diciembre de 2015. Y el déficit de la balanza por cuenta corriente del primer trimestre se mantiene en un nivel récord, del 6,9%, ahora amenazado además por la salida de capitales que puede provocar el divorcio británico de la Unión Europea. "El Comité considerará próximamente cómo han cambiado las perspectivas económicas a la luz del resultado del referéndum", señala el Banco de Inglaterra, que publicará sus nuevas previsiones macroeconómicas el día 4 de agosto.
El Banco de Inglaterra también podrá valorar en su próxima reunión los primeros pasos que dé el gabinete de la nueva primera ministra británica Theresa May, después de que ayer ya tomara posesión de su cargo. Su nombramiento ha despejado al menos la incertidumbre política que desató el anuncio de dimisión de David Cameron y la perspectiva de no contar hasta septiembre con un nuevo gobierno que dirigiera la nueva etapa de separación de la Unión Europea.
En la mañana del 24 de junio, el día posterior al referéndum, el Banco de Inglaterra ya mostró su compromiso de proteger la estabilidad del sistema financiero y su disposición a activar una línea de liquidez por 250.000 millones de libras. La semana pasada certificó el primer impacto que el brexit ya estaba causando en la economía británica y decidió rebajar las exigencias de capital a la banca con el objetivo de que el sector incentive la concesión de crédito. Esta medida supone liberar capital para que haya disponible una financiación adicional por 150.000 millones de libras (177.000 millones de euros), clave para contener el golpe del brexit sobre la economía de empresas y particulares.
La respuesta del Banco de Inglaterra es también un mensaje hacia el mercado inmobiliario británico, donde la inversión ya se resintió con fuerza en el primer trimestre ante la incertidumbre. Ahora, el interés de los inversores hacia el mercado del ladrillo del país ha descendido a su nivel más bajo desde mediados de 2008, en lo que ha tenido mucho que ver el bloqueo de varios fondos de inversión inmobiliaria, desbordados por la avalancha de reembolsos.