Zoido resalta el interés de los no residentes por la Bolsa española
La participación de los inversores extranjeros en el mercado español pasa del 58% al 80% en diez años.
El año 2006 fue un ejercicio muy prolífico en Ofertas Públicas de Venta de acciones (OPV). En esos doce meses, el parqué español fue testigo en diez ocasiones de importantes estrenos. BME fue uno de ellos. Mucho ha llovido desde ese 14 de julio de 2006. En este período, “la internacionalización de la Bolsa española ha llevado a aumentar la participación de los no residentes en la negociación de acciones del 58% al 80%”, tal y como explica Antonio Zoido, presidente de la compañía, ante más de 200 invitados en un acto que conmemora su década como cotizada.
En su repaso a lo que han significado estos diez años en los mercados, el presidente de BME resalta que a pesar de las dificultades, “hemos conseguido mantener al mercado bursátil como uno de los destino del ahorro de los particulares”. Las familias han aumentado la participación en la Bolsa española en la última década, alcanzando el 24,4% el año 2015.
Entre los hitos logrados por BME, Zoido destaca el hecho de que la Bolsa española se haya convertido en el último decenio en “líder mundial de financiación facilitada a las empresas cotizadas, con más de 460.000 millones de dólares, con datos de la Federación Mundial de Bolsas (WFE)”. Y añadió que es un dato “poco conocido, extraordinariamente relevante y digno de consideración y estudio por cuanto supone para un país de tamaño mediano, como es el nuestro en el contexto global, y sobre el valor de algunas de las instituciones con que contamos”. Y es que tal y como recuerda, la crisis ha puesto de “manifiesto el hecho de que el modelo de de financiación basado en un alto endeudamiento ha evidenciado unos riesgos inasumibles al tiempo que un nuevo modelo de financiación ha comenzado a fraguarse”. Según Zoido, el sistema “se tiene que reequilibrar con más capital y menos deuda”.
En este sentido, se refiere a la creación en 2009 del Mercado Alternativo Bursátil que ya ha proporcionado más de 3.000 millones de euros en financiación unido a la aparición del Mercado Alternativo de Renta Fija (en el que hay más de 24.000 millones de euros). Ambos son “indicadores de las tendencias financieras que encuentran apoto en las enseñanzas de la crisis”, agrega Zoido.
También llama la atención sobre la cifra alcanzada en ampliaciones de capital que constituye un “magnífico récord” al que acompaña la “ganancia de peso relativo de la negociación de acciones de las compañías medianas frente a las más grandes, habiendo pasado de representar el 24% en 2006 al 32% en la actualidad.
Durante su intevención, también se refiere a la protección de los inversores haciendo referencia a la Directiva sobre Mercados de Instrumentos Financieros, Mifid, que entró en vigor a finales de 2007. Asegura que esta normativa “se está reformando manteniendo el principio de protección a los clientes. Pero “las novedades y los requisitos técnicos para las Bolsas y todos los agentes participantes en el mercado son considerables”, añade.
1.500 millones de euros en dividendos
Una de las señas de identidad que ha caracterizado a BME en sus años como cotizada ha sido la excelente retribución al accionista. En estos diez ejercicios, la compañía ha abonado más de 1.500 millones euros en dividendos, de tal manera que un accionista que compró acciones en el momento de la salida a Bolsa, ha alcanzado un retorno total del 115%. Zoido recordó ayer que BME ha ofrecido un pay-out (porcentaje del beneficio que se destina a dividendo) “elevado” y que se ha consolidado por encima del 90%.
Actualmente, la rentabilidad por dividendo estimada 2016 de BME que supera el 7,3%, según datos recopilados por FactSet y facilitados por Link Securities, es de las más altas del mercado español. En el Ibex sólo Telefónica supera esta rentabilidad con un 8,59%. La de BME supera además la de otras compañías históricamente generosas con sus accionistas como son Endesa (6,49%), Mapfre (6,09%) o Repsol (5,83%). Esta cotizada realiza tres pagos al año: en septiembre, diciembre y mayo. Aunque, los accionistas que acudieron a la OPV de BME han ganado dinero. El valor ha sufrido en estos diez años momentos de altibajos. La crisis generada a raíz de la caída de Lehman Brothers en septiempbre de 2008 le llevó a marcar su mínimo histórico en 7,26 euros en marzo de 2009. Desde entonces, la acción de BME ha multiplicado por cuatro su valor, hasta el entorno de los 26 euros. El valor cotiza con un potencial de revalorización del 10% respecto al precio medio objetivo a 12 meses del consenso de Bloomberg. De las veinte casas de análisis que forman el consenso de la agencia, seis aconsejan comprar, otros seis creen que es momento de mantener este valor en cartera y ocho tienen al valor con recomendación de venta.