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Impacto macroeconómico del 'brexit'

Una gran recesión improbable, pero no imposible

La mayoría de las previsiones dan por descontado que la economía británica entrará en tasas negativas tras el 'brexit' Si bien los expertos no creen que vaya a arrastrar a una recesión europea

Imagen de un broker londinense.
Imagen de un broker londinense.Reuters
Raquel Pascual Cortés

"¿Quieren los britanicos votar por una recesión de fabricación propia?", preguntaba hace un mes el ministro británico de Economía, George Osborne. Pues la respuesta ha sido sí. La mayoría ha optado por salirse de la Unión Europea, pese a la más que posible recesión que esto supondrá para su economía según casi todos los estudios realizados.

La decisión de la quinta economía más grande del mundo de abandonar el club europeo abre un fuerte periodo de incertidumbre no solo acerca del crecimiento de su PIB y su atractivo a partir de ahora para los inversores, sino también para la posibilidad del contagio a otras economías europeas.

Prácticamente todas las proyecciones económicas que han hecho hasta la fecha el Gobierno británico, el Banco de Inglaterra, los servicios de estudios británicos, los organismos internacionales y cientos de académicos de todo el mundo están de acuerdo en algo: el Reino Unido crecerá menos fuera que dentro de la UE.

El propio Osborne advirtió recientemente de que el brexit le obligará a presentar unos presupuestos de urgencia al Parlamento en próximas semanas con un recorte del gasto público de unos 30.000 millones de libras (38.000 millones de euros). Para contrarrestar esta ajuste, podría tener que aplicarse una "drástica" subida de impuestos y, aún así, "el Reino Unido no podrá hacer frente a todos los servicios públicos de sanidad y educación", cree el actual ministro de Economía

Pero el Departamento del Tesoro británico ha ido más allá y ha pronosticado un elevado impacto negativo inmediato, durante los dos próximos años en los que los socios europeos negociarán los términos de la salida del Reino Unido. En este periodo, y siempre y cuando se produzca un acuerdo de comercio con la Unión Europea, el PIB del Reino Unido se contraerá un 3,6%, la inflación se disparará y el precio de la vivienda caerá un 10%.

Pero si este acuerdo comercial con sus exsocios europeos no se produjera de inmediato, el escenario de recesión podría ser mucho más dramático, haciendo retroceder el PIB de aquí a 2018 un 6% y hundiendo los precios inmobiliarios un 18%. En ausencia de dicho pacto de comercio, tal y como ha calculado la patronal española CEOE, Reino Unido pasaría a regirse por las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y se aplicarán aranceles a nada menos que el 90% de sus exportaciones.

Por este motivo, la Cámara de Comercio del Reino Unido en Bruselas ya se ha apresurado hoy en reclamar "rapidez" en la negociación de un nuevo acuerdo comercial entre su país y la Unión Europea para que sobre todo algunos sectores empresariales no se vean afectados por el brexit, como es el caso del sector tecnológico, que necesita "más claridad para invertir", según ha dicho el presidente de este organismo, Thomas Spiller.

Por su parte, Steve Varley, presidente de EY en Reino Unido, aseguró el viernes que “las empresas tendrán que activar sus planes de contingencia para el corto plazo”. “Estamos entrando en un territorio desconocido. Es la primera vez que un Estado miembro decide abandonar la Unión y las consecuencias son casi imposibles de predecir”. “Tras estos resultados, las empresas deberán empezar a prepararse para el largo plazo. Para muchas compañías resultará prioritario establecer una comunicación fluida con sus empleados sobre las potenciales dudas o conflictos en materia laboral que pudieran surgir, lo que incluye los derechos laborales y de desplazamiento de los empleados de la UE y del Reino Unido. ¿Se mantendrán estos derechos tras el brexit? Este será un asunto muy debatido en los próximos meses”, añadió Varley.

En medio de este negro escenario para la economía británica la pregunta que se hace hoy toda Europa es si esta esperada recesión en Reino Unido se contagiará a la actividad europea y, en concreto, a la economía española.

Según un informe de la agencia de calificación Standard & Poor's, España es el octavo país europeo con mayor exposición al brexit. En concreto, el sector financiero y las inversiones de las empresas españolas en territorio anglosajón son las que más expuestas están, de acuerdo con este cálculo.

Así, este Índice de Sensibilidad al brexit de S&P la exposición de la economía española es superior a la de países como Francia, Alemania e Italia por los grandes intereses de algunas de las principales empresas españolas en el Reino Unido que se verán entorpecidas en sus relaciones comerciales con el Reino Unido. Esto podrá perjudicar en general la actividad de estas grandes corporaciones también en territorio español.

El sector turístico español y el de la vivienda son dos de los que se verán más perjudicados por la pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos británicos ante una eventual devaluación de la libra por el “brexit”. Reino Unido es el principal país emisor de turistas a España, con 15,67 millones de visitantes en 2015 (uno de cada cuatro turistas extranjeros que llegan a España). Y también son los turistas que más gasto hacen en España: en total el año pasado se dejaron 14.057 millones de euros, el 20,9 % del gasto total.

En este sentido, el director de Coyuntura Económica de Funcas, Raymond Torres, ha asegurado a EFE que sus expertos ya están revisando las previsiones de la economía española a la baja porque en el corto plazo, la caída de la libra impactará "inmediatamente" en el turismo británico en España.

Otra cosa es que este impacto negativo en algunos sectores de la economía española arrastre a la recesión. Así, fuentes del BBVA han suavizado este impacto. Consideran que aunque el brexit tendrá unos efectos económicos negativos para el Reino Unido, el impacto es "incierto, porque dependerá de los acuerdos comerciales y del papel financiero de Londres". Es más aseguran que "el impacto será mucho meor en el resto de Europa".

En este mismo sentido, los analistas de Banca March auguran que la salida de Reino Unido de la Unión Europea tendrá un impacto negativo a escala global, pero no creen que sea “lo suficientemente profundo” como para causar un escenario de recesión.

Únicamente apuntan al problema que podría suponer que se ponga otra vez en entredicho el proyecto de integración europea, “con lo que aumentaría la probabilidad de una crisis de deuda pública, menos intensa ahora que en anteriores ocasiones por el papel del Banco Central Europeo”. Asimismo, consideran que el principal riesgo ahora se encuentra en el deterioro de las condiciones financieras mundiales, algo que, sin embargo, ven “más complejo de estimar”.

Muy al contrario, estos analistas ven incluso algún efecto positivo para las economías del resto de la UE, que vendría de la deslocalización de la actividad económica y financiera desde el Reino Unido “podría beneficiar a la Europa Continental”.

Tampoco el analista macroeconómico de Analistas Financieros Internacionales (AFI), Victor Echevarría cree que la economía del Reino Unido vaya a entrar en recesión pese a que el efecto económico del brexit será "sustancial" y en España "como uno de sus principales mercados, también".

No obstante, desde fuera de la UE el temor al impacto económico del brexit ya ha empezado a materializarse. De momento, el servicio de estudios de Bank of America Merrill Lynch (BofAML) ya ha rebajado medio punto porcentual el crecimiento de la eurozona para el próximo año tras el voto a favor del Brexit, hasta el 1,1%, y ha advertido de las consecuencias sobre la fragilidad del proyecto común de Europa.

El banco estadounidense ha esgrimido que la combinación de la caída de la demanda del Reino Unido y la incertidumbre que se extenderá por Europa podrían rebajar entre medio punto y un punto porcentual el crecimiento del PIB de la eurozona.

 

Sobre la firma

Raquel Pascual Cortés
Es periodista de la sección de Economía, especializada en información sobre empleo, Seguridad Social, pensiones y relaciones laborales. Licenciada en C.C. de la Información por la U. Complutense, empezó a trabajar en Cinco Días en 2000 y antes pasó por las secciones de política y economía de la agencia Europa Press y por el diario Soria 7 Días.

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