La euforia se apodera de las Bolsas en la semana más decisiva para Europa
El Ibex se anota un 3,41%, su mayor subida desde marzo El Footsie británico también se contagia por el impulso a favor de la permanencia y sube un 3%
El sentimiento de los inversores ha dado un vuelco radical en la semana más decisiva para Europa. A tan solo tres días de que se celebre el referéndum que decidirá la permanencia o la salida del Reino Unido de la Unión, los mercados se han resarcido hoy de los miedos de las últimas jornadas y han dado paso al signo positivo. Lo han hecho después de haber cogido el impulso que necesitaban el viernes y tras la publicación de las encuestas de este fin de semana, que han reducido significativamente la brecha a favor del brexit, tanto que vuelven a augurar ahora un empate técnico. Con este escenario de fondo, las Bolsas han aprovechado hoy para reducir las pérdidas de la semana pasada, contando, además, con la ayuda del todopoderoso petróleo y el rally que ha experimentado el sector bancario (el más vulnerable al brexit), lo que ha servido para impulsar significativamente los ascensos en el Viejo Continente.
Ibex. En el mercado español, el Ibex se ha anotado un 3,41%, hasta los 8.647,1 puntos, su mayor subida desde el pasado mes de marzo. Con este ascenso, el selectivo ha vuelto a recuperar uno de los soportes que los analistas consideran clave para afianzar las próximas subidas:el de los 8.500 puntos. A este repunte han contribuido especialmente los valores más sensibles a la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE), los más afectados durante la tormenta bajista que asoló al parqué la semana pasada. Así, IAG o Ferrovial, dos de las empresas con mayor cifra de negocio en Gran Bretaña, han liderado las alzas en el índice español tras anotarse un 8,55% y un 7.17%, respectivamente. Junto con estas, el sector bancario también ha experimentado un fuerte rebote, lo que ha permitido a bancos como Santander o Sabadell anotarse más de un 3% en una sesión en la que todos los valores del parqué español (a excepción de Gamesa) han cerrado con ganancias pese a la incertidumbre y la cercanía de las elecciones generales que tendrán lugar en España el próximo domingo.
Europa y EEUU. En el Viejo Continente el festín alcista también ha sido el principal protagonista en todas sus Bolsas. El Cac francés se ha anotado un 3,5%, el Dax alemán ha subido un 3,4%, el Mib italiano ha avanzado un 2,4% y el Footsie británico ha registrado un ascenso del 3% amparado, además, en el impulso de las empresas mineras y petroleras que tienen mayor presencia en el índice británico. Pese a este ascenso, son muchos los expertos que auguran un impacto negativo para los mercados en la jornada del referéndum. “Esperamos una caída de entre el 10% y el 15% en la renta variable europea el día del brexit”, apuntan los analistas del equipo de research de Axa IM. Mientras tanto, al otro lado del Atlántico, Wall Street también se ha contagiado por la euforia compradora y sus índices han registrado subidas de más del 1% aupados también por el alza del petróleo, que ha recuperado la barrera de los 50 dólares gracias a la depreciación del dólar. Así, al cierre de los mercados europeos, el Dow Jones se anotaba un 1,23%, el S&P avanzaba un 1,25% y el Nasdaq repuntaba un 1,63%.
Deuda y divisas. En el mercado secundario de deuda, la jornada también ha deparado un gran impulso para las rentabilidades de los bonos soberanos, especialmente los de la periferia. El interés del bono español a 10 años ha caído un 1,48%, desde el 1,55% del pasado viernes. Por su parte, la prima de riesgo se ha enfriado hasta los 142 puntos básicos, nueve menos respecto a la sesión anterior, en tanto que el bund alemán ha repuntado hasta el 0,05%, alejándose del terreno negativo que tocó la semana pasada por primera vez en su historia debido a los temores que la posible salida del Reino Unido de la UEhabía desencadenado. En el mercado de divisas, la moneda única ha continuado con su tendencia al alza, hasta cotizar en los 1,13 dólares, después de que el jueves pasado la Fed decidiera mantener los tipos de interés, lo que provocó la debilidad del billete verde.