Endesa recuperará las renovables que se quedó Enel en 2010
Negocia con la matriz italiana hacerse con el 100% de EGPE, con lo que sumará 1.700 MW verdes
Endesa mantiene conversaciones con su matriz, Enel, para la adquisición de la participación que la filial de renovables del grupo italiano, Enel Green Power (EGP), tiene a su vez en la subsidiaria Enel Green Power España (EGPE). La eléctrica confirmó hoy esta noticia, adelantada por Abc, en un hecho relevante remitido a la CNMV. En esta última sociedad, la empresa española cuenta con una participación del 40%, mientras que EGP tiene el 60% restante que será enajenado.
Por el momento, según fuentes de Endesa, no se ha fijado ni la fórmula para el traspaso, ni el calendario ni el precio.
La transacción en ciernes supondrá para Enel desandar lo andado desde que en 2010 decidiera hacerse con la cartera de renovables de su filial española, excepto la gran hidráulica (Acciona, que controló Endesa durante 18 meses, se había quedado con la minihidráulica de la compañía al salir del capital). Tras la operación, Endesa recuperará una potencia instalada de 1.700 MW verdes entre un centenar de instalaciones, fundamentalmente eólicos.
En aquel momento, la energética italiana optó por integrar todos sus activos de renovables en el mundo en la sociedad de nueva creación, EGP, y sacarla a Bolsa. Igual que ha ocurrido en otros energéticas, como Iberdrola, el año pasado Enel rectificó y decidió excluirla de Bolsa e integrarla en el grupo como una división más. EGP es una marca en disolución después de que haya hecho n otros países lo mismo que ahora pretende hacer co los activos verdes en España.
Según el hecho relevante, la compañía que preside Borja Prado enmarca esta compra dentro de la estrategia de estudiar posibles oportunidades de inversión en España, “en estos momentos no es posible anticipar si de estas conversaciones se derivará un efectivo acuerdo de compra, que, de alcanzarse, se comunicaría oportunamente al mercado”.
En todo caso, las decisiones que corresponden a Endesa, que tiene un free flow del 30% y el 70% en manos de Enel, en una negociación de estas características “se adoptan exclusivamente por los consejeros independientes, sin la participación del resto de los miembros del órgano de administración”.
Aunque el consejero delegado de Endesa, José Bogas, aseguró en una conferencia de analistas en mayo que la compra del 60% de EGPE “no estaba encima de la mesa”, en la junta general la compañía apostó por la descarbonización y subrayó el relevante papel de las renovables.
La decisión es positiva para Endesa, a la que el mercado considera una eléctrica sin renovables, con una participación minoritaria de una sociedad que no gestiona. También, al estar constreñida a la península, tras la segregación de su negocio latinoamericano, su posibilidad de expansión es nula, pese al cash flow que genera.
La operación también es una buena noticia para Enel, que logrará unos ingresos procedentes de la caja de su filial española. En ella estarían trabajando varios bancos de inversión, entre ellos, Morgan Stanley, JP Morgan, BBVA y Goldman Sachs, así como con varios despachos de abogados.
Un camino de ida y vuelta que se inició en 2010
En marzo de 2010, Enel reagrupó los activos de energías renovables que tenía en España para integrarlos en su holding internacional Enel Green Power (EGP), que saldría posteriormente a Bolsa. La citada reagrupación vino por dos vías: la de los activos históricos que la italiana tenía directamente en España a través de la antigua Eufer y la de los correspondientes de Endesa, en la que entonces tenía un 92% del capital.
Dichos activos, un total de 1.298 MW de potencia, (804 MW de Endesa y 494 MW de la participación en Eufer, que copmpartía al 50% con Gas Natural Fenosa), fueron valorados en unos 1.300 millones de euros.
Tras la venta de las renovables propiedad de Endesa a Acciona (que compartió durante un año y medio el capital y la gestión de la eléctrica con Enel), la eléctrica española se quedó con los citados 804 MW, además de una cartera de proyectos en desarrollo de otros 2.000 MW. La constructora de la familia Entrecanales adquirió 2.080 MW por 2.800 millones de euros.
El objetivo del grupo italiano en aquel momento era la colocación en el mercado de un paquete minoritario que le permitiría recortar deuda. Sin embargo, la crisis financiera había ralentizado la operación largamente anunciada. La aventura en el mercado de capitales, como ocurrió en el caso de Iberdrola, duró pocos años.
Con el nombramiento de de Francesco Starace como consejero delegado en 2014, que sustituyó en el cargo a Fulvio Conti, el grupo italiano instauró una estrategia más financiera. A ella respondió la segregación de los activos de Endesa en Latinoamérica, la desinversión en algunos Países del Este y otras que podrían producirse en el futuro.