Aena atrae a un centenar de marcas para las tiendas del ‘viejo’ Barajas
Inicia los contactos para licitar espacios comerciales en la T1,T2 y T3 de Barajas
El aeropuerto de Madrid-Barajas afrontará a corto plazo todo un cambio de imagen en las tres terminales –1, 2 y 3– que albergan las operaciones de Air Europa, como antes se hizo con las duty free de la T4 de Iberia y en otros 25 aeropuertos de la red, una vez finalizado en diciembre de 2012 el contrato de explotación con Aldesa. Las concesiones de las citadas tiendas están próximas a su vencimiento y Aena, operadora de la instalación, busca un nuevo impulso dentro del objetivo de incrementar el peso de los ingresos comerciales frente a la preponderancia de los aeronáuticos.
La compañía que preside José Manuel Vargas ha mantenido contactos durante los últimos meses con posibles interesadas en estas nuevas concesiones en Barajas y está previsto que un centenar de enseñas acudan este martes a un acto en el que se adelantarán los principales detalles del concurso. A través de este proceso, que debería arrancar antes de que concluya el ejercicio, Aena volverá a dejar en manos de terceros la gestión de estos espacios comerciales. La fórmula permite obtener ingresos previsibles a futuro con rentas mínimas garantizadas por contrato.
El gran concesionario de los espacios comerciales de Aena hasta 2020 es World Duty Free, que se comprometió a ampliarlas e invertir 98 millones hasta 2017 para el reacondicionamiento de los establecimientos. Solo Barajas cuenta con 45.000 metros cuadrados de centro comercial.
La atracción de empresas para convertir el hub de Air Europa en un polo comercial está en manos del José Manuel Fernández Bosch, director de servicios comerciales y gestión inmobiliaria de Aena. Otro proyecto inminente, según ha reconocido el propio presidente José Manuel Vargas a los analistas que siguen el valor de Aena en Bolsa, es el del desarrollo inmobiliario del suelo libre tanto de Barajas como en El Prat.
Con las tarifas congeladas hasta 2025, a Aena le urge potenciar su perfil más comercial. Las tiendas, restaurantes y aparcamientos aportan en torno al 30% de los ingresos, por el 70% de las actividades aeronáuticas. El reto a corto plazo es que esa relación de fuerzas pase a un 35%-65%, para lo que es fundamental el desarrollo de los dos grandes activos, Barajas y El Prat.
Las tres terminales más antiguas del aeropuerto madrileño, interconectadas entre sí, fueron unificadas en 2014 para dar servicios a Air Europa y sus socias de la alianza SkyTeam. El empresario Juan José Hidalgo llevaba años pidiendo entrar en la T4 para competir de tú a tú con Iberia, pero Aena prefirió tenerlas separadas.
Los vuelos internacionales de Air Europa se quedaron en la T1, mientras que los domésticos y las operaciones con países Schengen pasaron a ocupar la T2 y T3 (antigua sede del Puente Aéreo, hasta su paso a la T4). Además, en este área del aeropuerto conviven las pujantes low cost Ryanair, Easyjet y Norwegian.
Nuevos conceptos de venta a pie de pista
Aena ha ido modernizando los espacios comerciales de sus aeropuertos conforme iban venciendo las concesiones de los mismos. En Madrid-Barajas se ha impuesto la oferta de moda, lujo, electrónica e incluso centros de belleza, así como una variada oferta gastronómica, configurada en grandes plazas. Por muchas de las tiendas es prácticamente obligatorio el paso para acudir a las puertas de embarque, lo que busca despertar el apetito del viajero por consumir.
La empresa pública ha desarollado conceptos de tienda como el high street, con marcas presentes en las calles más comerciales de las principales ciudades, y el pop up o puntos de venta desplazables. Otras iniciativas para modernizar la oferta de Barajas ha sido las de la creación del MAD Fashion Hub; la instalación de un pequeño hotel para viajeros premium, o la remodelación de las cinco salas VIP recién abiertas.
Además del concurso de las tiendas libres de impuestos, Aena concedió a Áreas hasta 75 puntos de restauración con contratos que vencen entre 2019 y 2023 en Barajas, El Prat, Alicante y Palma de Mallorca; SSP tiene 32 puntos en Gran Canaria, Tenerife y Málaga; y Pans Food otros tantos entre El Prat y Fuerteventura.
Una práctica, la del contrato en lotes y a largo plazo, que también ha afectado al mobiliario urbano y paneles publicitarios, que explota Cemusa hasta 2018.