Spotify tendrá que enfrentarse a la música
El servicio de 'streaming' incrementó sus ingresos en un 80% el año pasado hasta los 2.100 millones de dólares. Pero más de 80 centavos por dolar van al pago por las canciones.
Las últimas cifras de Spotify son tan impresionantes como preocupantes. El servicio sueco de streaming de música incrementó sus ingresos en un 80% el año pasado, hasta 1.900 millones de euros (unos 2.100 millones de dólares). Su número de usuarios aumentó de 60 millones en 2014 a casi 90 millones. Y los 28 millones de suscriptores de pago que ha registrado representan más del 40% del total del mercado de streaming. Aun suponiendo un generoso crecimiento y apalancamiento operativo en el futuro, puede ser difícil justificar una valoración superior a la reciente.
La empresa, con una década de funcionamiento, se enfrenta a un problema común en las startups de música digital. Una parte sustancial de las ventas se destina a los cánones y derechos de distribución. En el caso de Spotify, la cantidad fue de 84 centavos por cada dólar el año pasado. Como Spotify pierde dinero, se tiende a aceptar métodos no convencionales de evaluación de su valor. Por ejemplo, la empresa –cuya ronda de financiación de junio de 2015 le otorgó una valoración de 8.500 millones de dólares– tiene ahora un valor de más de cuatro veces los ingresos.
Supongamos, sin embargo, que Spotify se sigue expandiendo rápidamente, llegando a más o menos cuadruplicar sus ingresos para 2020. Eso le daría casi todo el mercado de los ingresos de streaming de música.
Los gastos operativos de Spotify representan aproximadamente el 25% de las ventas. Si pudiera reducirlos hasta el 15% y los derechos de autor al 75%, lograría 800 millones de dólares en ganancias. Tal vez la compañía espera que su influencia le permita pagar menos a los músicos y sus sellos. También podría tener en el punto de mira nuevas fuentes de ingresos. La situación presiona aún más a la empresa para salir a Bolsa. Puede que eso pase cuando se enfrente a la música financiera.