Los datos macro reducen a cenizas la subida del 1,7% del Ibex, ¿qué ha pasado?
Si bien el Ibex 35 resistía el paso atrás del petróleo gracias al tirón de la banca, un IPC en EE UU mayor de lo esperado chafa el ascenso de las Bolsas.
Se quedó finalmente en nada una sesión que apuntaba a fuertes ganancias para el Ibex 35 que, por momentos, llegó a anotarse un 1,7% espoleado por un eufórico petróleo que, durante la mañana, prácticamente alcanzó la resistencia de los 50 dólares por barril para la modalidad Brent, referencia en Europa. Sin embargo, los datos macro de Europa y Estados Unidos se convirtieron en un revés demasiado grande que acabó por minar la confianza de los inversores alcistas y por borrar los avances conseguidos sobre el parqué.
El primer disgusto de la jornada lo dio la balanza comercial de la Eurozona, cuyo dato más significativo, una caída del 3% en las exportaciones, hizo saltar las alarmas y provocó una oleada de ventas en el sector de los fabricantes de automóviles. Este segmento, que ya se cotizaba con cautela ante el regreso del fraude de las emisiones como consecuencia del desmentido del presidente de Opel, acabó cediendo un 2,73% a la cola del Stoxx 600. La automoción vive por y para las exportaciones, por lo que este mal dato fue recibido por los inversores como un signo de debilidad en el sector.
La puntilla a una sesión que ya se había alejado de máximos, pero que luchaba por mantener las ganancias, la dio el dato IPC en Estados Unidos. La escalada del petróleo, que se anota más de un 75% desde la zona de mínimos del año, se ha trasladado a los precios del combustible, lo que se hizo notar en la cifra de referencia de la inflación, que se situó en el 0,4%, frente al 0,3% esperado. A día de hoy, los datos tienen dos lecturas en los mercados y, pese a que superó las expectativas de forma positiva, la idea de que la Reserva Federal pueda, a raíz de este dato, acelerar las subidas de los tipos de interés previstas para 2016 pesó demasiado en el ánimo de los inversores.
Pese a todo, el Ibex terminó por ganar su particular pulso frente a los bajistas, y logró salvar la sesión con una subida del 0,19%, hasta lo 8.698,7 puntos. La compañía que más sufrió fue Gamesa, con una caída del 1,54%, hasta los 17,54 euros por acción. Al otro lado de la balanza se situó en cambio IAG que, pese a que sus ganancias también se redujeron y acabó cerrando con un 1,7%, consiguió insuflar fuerzas al índice general de la Bolsa española.
En Europa, la sesión transcurrió por los mismos derroteros, si bien la mayoría de los grandes parqués se adentró antes en el terreno de las pérdidas. El Dax alemán se dejó un 0,55%; el Cac francés, un 0,35%, el Mib italiano retrocedió un 1,39% y el Euro Stoxx 50 corrigió un 0,45%. La única gran Bolsa, al margen del Ibex, que consiguió desafiar a la tormenta y que logró cerrar en positivo fue el Footsie británico, que se anotó un 0,3%.
Al otro lado del Atlántico, Wall Street intentó digerir sin éxito el dato del IPC, pero la sombra de la Fed fue demasiado grande. Las Bolsas se han vuelto en cierta medida dependientes de los estímulos de la política monetaria y tiemblan ante la posibilidad siquiera de una normalización del precio del dinero. De esta forma, al cierre de los mercados en Europa, el Dow Jones caía un 0,35%, el S&P 500 perdía un 0,28% y el Nasdaq se dejaba un 0,2%.
En el mercado de la deuda, destacó especialmente la caída del interés del bono español a 10 años, que se redujo hasta el 1,562% desde el 1,601% previo. La menor demanda del bono alemán al mismo vencimiento, que se traduce en una menor caída del interés, permitió que la prima de riesgo se enfriase dos puntos básicos, hasta los 143.
Por su parte, el euro se encareció ligeramente con respecto al dólar y, al cierre, se cambiaba a 1,1340 billetes verdes. En lo que va de semana, la moneda comunitaria se aprecia un 0,18% aunque, eso sí, todavía lejos de los máximos de agosto que tocó el pasado 2 de mayo cuando alcanzó los 1,15 dólares tras un mal dato de paro de Estados Unidos.
