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Cuando el PSOE asuma que es una bisagra...

Cuando el PSOE entienda y asuma que es una bisagra parlamentaria, habrá Gobierno. Escapar de tal condición se le ha puesto al Partido Socialista cada vez más difícil, y tras las elecciones del 26 de junio, ocurrirá algo que ya hace cerca de un año vaticinaba Pablo Iglesias: "Pedro Sánchez tendrá que conformarse con decidir a quien hace presidente: a Rajoy o a mi".

Los noventa escaños que tiene el Partido Socialista en el Congreso desde el 20 de diciembre le otorgan únicamente la condición de bisabra de la política parlamentaria, puesto que tratar de conformar un Ejecutivo a su alrededor, como ha pretendido Pedro Sánchez, se ha demostrado imposible porque imposible es mezclar política e ideológicamente a Podemos con Ciudadanos. Pero los dirigentes del Partido Socialista se resisten a aceptar esta realidad para tratar de recuperar terreno y volver a ser una alternativa de Gobierno.

No es fácil de aceptarla cuando se ha gobernado más de veinte años y los afectos electorales se escurren por la izquierda a mansalva y por la derecha a chorro. Por la izquierda Podemos ha plantado una ofensiva perfectamente planificada para sustituir al PSOE en el medio plazo. Pablo Iglesias tiene una prisa relativa, aunque los cielos no pueden esperar eternamente. Desde que observó que el PSOE había perdido casi de forma completa el voto de los menores de 40 años, se lanzó a cortejarlos con un mensaje de supuesta socialdemocracia que no habita ni por asomo en los dirigentes de Podemos.

Y en la campaña que entra otra vez en la recta final, la que desemboca en el 26 de junio, Pablo Iglesias ha diseñado media docena de barrenos para hacer saltar por los aires la piedra angular del PSOE. Primero pacta con Izquierda Unida para tratar de dar el sorpasso parlamentario (en votos y en escaños); después de declararle adversario directo con tal maniobra, le ofrece listas conjuntas en el Senado para tratar de pulsar a los barones socialistas y consigue lo que nadie pensó que lograría: una vía de agua muy seria en varias regiones, en las que los soclistas están dispuestos a ir con Podemos a la guerra.Y habrá más hasta el fin de fiesta.

Y a la larga, esta estrategia que hasta ahora ha parado el Comité Federal dejándole claro a Sánchez que no se puede pactar con Iglesias, dará resultados y el trasvase de votos del PSOE a Podemos se convertirá en trasvase de cuadros en los ayuntamientos, en las comunidades y en el partido. Algunos han habido ya, pero no ha hecho más que empezar, y se acelerará cuando los socialistas empiezen a entender que la hegemonía de la izquierda la tiene Podemos.

¿Es esto evitable? Puede ser, pero no tiene fácil arreglo. Una alianza con el Partido Popular, por activa o por pasiva, deja el campo de la izquierda abierto a Podemos y lo cultivará convenientemente en todos los foros e instituciones. Puede que consolidar un gobierno reformista de gran coalición surta efectos sobre la economía y la sociedad retire gran parte del favor electoral a Podemos, pero no parece que las cosas caminen tan deprisa por mucho que crezca el PIB y el empleo en los próximos años.

Seguramente Pedro Sánchez no es el mejor candidato del PSOE para esta ocasión. Dudo, en todo caso, que cualquier otro tenga más respaldo electoral ahora; de hecho ninguno ha tenido el arresto preciso para presentarse a las primarias y disputarle la candidatura. Quien se haga cargo del tinglado de Ferraz tras las elecciones, porque Sánchez, salvo milagro electoral que le permita gobernar con la izquierda con suficiencia, y siempre que él fuese presidente del Gobierbo, está amortizado, quien se haga cargo de Ferraz, digo, tiene que recuperar la mitad del voto de Podemos y la mitad del de Ciudadanos para volver al pugilato político con garantía de durabilidad.

Pero todo indica que si hoy es ya el PSOE una bisagra, una bisagra será tras el 26 de junio. Y podrá decidir si hace presidente a Iglesias, algo que no consentirá la mayoría del socialismo, o a Rajoy o a quien le sustituya en el PP si se diere el caso. Desde luego que tras las elecciones de junio habrá Gobierno. Si la derecha o centro-derecha logra 170 escaños, gobernará; y lo hará la izquierda si gana en ella el PSOE y logran 170 escaños. Pero si todo sigue como quedó el diciembre o Podemos sobrepasa al PSOE, los dirigentes de Ferraz tienen muy pocas opciones, y serán las que Rajoy les susurró al oído el propio 21 de diciembre pasado.

Al tiempo.

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