El Ibex deja para la semana que viene su asalto al 9.000
Si hubiera que definir de alguna forma el comportamiento registrado por la Bolsa esta semana, DanielPingarrón lo resume en una sencilla frase “las últimas cinco sesiones suponen una nueva constatación de lo perdidas que andan las Bolsas”.Y es que después de muchas idas y venidas, el Ibex 35 concluyó el viernes prácticamente en los mismo niveles que el pasado 6 de mayo: en los 8.700 puntos.El selectivo, que durante horas anduvo sin rumbo fijo, se decantó finalmente por el verde y al cierre se anotó un 0,67%. Eso sí, en la semana las ganancias se limitan al 0,22%.
El detonante de las compras vino del otro lado del Atlántico. Dos horas y media antes de cerraran los parqués del ViejoContinente, en EEUU se publicaron dos referencias que actuaron de catalizadores.La primera de ellas fue el dato de ventas minoristas, que repuntó un 1,3% en abril, superando las previsiones del consenso de los analistas que limitaban el ascenso al 0,8%.A este le siguió la confianza del consumidor, que se situó en los 95,8 puntos frente al 90 previsto.
Esto fue más que suficiente para sacar a los inversores de su atonía.Lo sucedido en el selectivo no fue una excepción, sino que vino a confirmar la regla imperante en el resto de Europa en una jornada en la que las referencias macro se limitaron al PIB de Alemania, que en el primer trimestre del año subió un 0,7% respecto al trimestre anterior, y el del conjunto de la zona euro, que creció un 0,5% en el inicio de año.Así el Dax alemán avanzó un 0,92%; el Cac francés, un 0,62%, el Mib italiano se anotó un 0,44%, el Footsie británico subió un 0,56% y el Euro Stoxx avanzó un 0,72%.
De vuelta al mercado español y con la vista puesta en la próxima semana, Adrián Poyo, analista de XTB, fija los 8.600 puntos como un suelo a corto plazo del Ibex. “Si se perfora este nivel, no serían descartables nuevas caídas”, indica. Pero si importante es la cota de los 8.600 puntos en el Ibex, los 8.500 son el considerados un soporte clave. “De romperse, el índice se iría a los 8.200 puntos. Para evitar esto, es vital que los mercados estadounidenses aguanten en zona de máximos históricos y que el precio del crudo no retome la senda bajista”, apunta. No obstante, Poyo no considera descabellado que en las próximas sesiones el selectivo rebote hacia la zona de los 9.000.
El resto de la semana transcurrió en la misma línea que lo acontecido el viernes, con el petróleo y la evolución del dólar como principales referentes. El crudo, que en lo que va de año se ha convertido en el principal detonante de los mercados, avanza en las últimas cinco jornadas más de un 5%. No obstante, este ascenso no ha sido continuado, sino que, a lo largo de estos días también ha habido tiempo para las correcciones.
A pesar de todo, el barril de crudo brent se sitúa en zona de máximos anuales. En estos ascensos “los problemas de suministro en países como Canadá, Nigeria y Libia” han sido los responsables directos del impulso sufrido por la cotización, tal y como señala Poyo.
El dólar ha ido ganando terreno frente al euro.De esta forma, la moneda europea pasó de cambiarse a 1,14 billetes verdes el 6 de mayo a situarse en los 1,128 dólares de este viernes. Esto debería considerarse como un catalizador para las exportadoras europeas.Sin embargo, el efecto no se ha notado todavía ya que las cotizadas se encuentran bajo la influencia de la temporada de resultados, que llega su fin, y de operaciones corporativas como la compra de la estadounidense Monsanto por las alemanas Bayer yBasf.En el caso español,Telefónica, que negocia una alternativa para 02 tras el veto de Bruselas, es el mejor ejemplo.
La tranquilidad también tuvo su réplica en la renta fija, coincidiendo con una semana en la que las emisiones de gobiernos y compañías acapararon todas las miradas. El bonos español a diez años cerró el 1,6% y la prima de riesgo en los 147 puntos básicos. Por su parte, el apetito de los inversores por la deuda alemana llevó a la rentabilidad del bund a caer al 0,124% desde el 0,144% de la semana pasada.