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EE UU, no Bruselas, vigila a Alemania

EE UU ha colocado bajo vigilancia el superávit comercial de Alemania, un expediente que puede condenar a las empresas a un país a no entrar en el mercado estadounidense de licitación pública o a no suscribir acuerdos comerciales con Washington como el TTIP.

La Comisión Europea también vigila desde hace dos años el superávit por cuenta corriente de Berlín, calificado por Bruselas como un desequilibrio macroeconómico. En teoría, ese expediente podría desembocar en multas de hasta el 0,1% del PIB de Alemania. Pero el gobierno de Merkel sabe que puede torear a la Comisión y que no tiene nada que temer por ese lado.

Más humillante puede ser la vigilancia de Washington, que en abril ha colocado a Alemania en el mismo radar que a economías sospechosas de dumping o de intervención en el tipo de cambio como China, Japón, Corea y Taiwán.

El informe de Washington (here) advierte que Alemania supera dos de los tres indicadores que pueden desencadenar sanciones políticas y comerciales. En concreto, un superávit comercial a favor de Alemania de 74.000 millones de dólares (la alerta se dispara a partir de 20.000 millones) y un superávit en la balanza por cuenta corriente del 8,5%, más del doble que el de China (la alarma empieza a partir del 3%).

Desde este año, el presidente de EE UU puede castigar a los países que dañen el empleo en EE UU con un excesivo superávit. El tercer indicador, que de momento no cumple ningún país, es la manipulación del tipo de cambio para favorecer las exportaciones. El Tesoro toma nota de que el euro se depreció un 20% en relación con el dólar entre la primavera de 2014 y la de 2015, pero se mantuvo luego estable.

La nueva ley permite al presidente de EE UU castigar a los países que violen los tres indicadores. Washington puede suspender ayudas, prohibir la entrada en su mercado de licitación pública o vetar acuerdos comerciales y de inversión con el país infractor. Antes de llegar a ese extremo, el Tesoro se permite recomendar a los cinco países bajo vigilancia medidas de política interna que no habrán gustado nada en Berlin.

En su primer informe bajo la nueva ley, el Tesoro pide al Gobierno de Merkel que que utilice el exceso de ahorro (equivalente al 8% del PIB), al menos en parte, para estimular la demanda interna y contribuir al reequilibrio global y de la zona euro. "En opinión del Tesoro", concluye el informe, "Alemania dispone de margen político adecuado para apoyar la demanda".

La Comisión Europea lleva años susurrando la misma recomendación, pero Merkel ha hecho caso omiso. En su informe más reciente (here) sobre los desequilibrios macroeconómicos de Alemania (febrero 2016), la CE concluye que Berlin "sólo ha hecho progresos limitados" en cuanto a las recomendaciones cursadas en los últimos año. Y que "hasta ahora, es limitada la respuesta política para resolver la falta de inversión en infraestructuras y establecer una tendencia sostenible al alza de la inversión pública".

La CE señala impotente que el superávit por cuenta corriente ha pasado del 7,3% en 2014 al 8,2% en 2015. Y teme que rebase el 9% si la economía mundial mejora.

Wolfgang Münchau, columnista de Financial Times, advertía ayer que el empeño de Berlín en imponer la austeridad en Europa sin compensarla con inversión y demanda en casa ha hundido a la zona euro en una espiral de recesión y bajísima inflación. Münchau recuerda que Alemania ya utilizó una estrategia similar en el pasado y el embrión del euro (el Sistema monetario europeo) acabó reventando.

A pesar de la amenaza, la CE se limitará a cursar este mes las mismas recomendaciones a Berlín. El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, ya se cuidó de que el sistema de vigilancia de la Comisión fuera mucho más benévolo con los superávits por cuenta corriente (la alarma se dispara a partir del 6%) que con los déficit (4%).

Bruselas ni siquiera ha puesto a Alemania en el nivel máximo de vigilancia. El país de Merkel sólo está en el tercer escalón, por debajo de países como Croacia, Chipre, Francia, Portugal, Bulgaria o Italia (here). Y mientras Alemania rebasa en varios puntos el límite de superávit comercial establecido, Bruselas pretende amonestar a España por rebasar ocho décimas el déficit púbico reclamado para 2015.

Foto: Pops Arcadia, tal vez una de las gasolineras más bonitas del mundo, en Oklahoma (B. dM., 11-8-2010).

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