Prórroga y penalti para el déficit de Rajoy
La legislatura de Rajoy arrancó con un déficit del 10,4% en 2012 y ha cerrado en el 5,1% (a diciembre de 2015), según ha certificado hoy Eurostat (here). El dato hace prácticamente imposible que los números rojos bajen del 3% este año, como pretendía Bruselas. Ese objetivo no se conseguirá hasta 2017 o 2018, como muy pronto. La UE debe decidir ahora si castiga al gobierno de Mariano Rajoy por haberse autoconcedido esa prórroga, o si valora que España, junto a Irlanda, es el país que más ha reducido el déficit en cuatro años.
(Texto publicado en la versión impresa y digital -aquí- de Cinco Dias, 18-4-2016).
Grecia y España sacuden de nuevo la zona euro. Los dos países con mayor paro de Europa vuelven a estar en el centro de la reunión informal que, como cada semestre, celebran los ministros de Economía de la zona euro y de la UE, en esta ocasión en Amsterdam (22 y 23 de abril), con Holanda como presidencia rotatoria del club.
Luis de Guindos llega por enésima vez a la cita como ministro en funciones de Economía. Pero su interinidad no le librará de dar explicaciones a sus colegas europeos sobre la desviación de casi un punto que registró el año pasado el déficit público español en relación con el objetivo pactado en Bruselas (5% frente al 4,2%).
La CE, según fuentes europeas, da por descontado que en mayo prorrogará, por cuarta vez desde 2009, la senda del ajuste presupuestario para situar el déficit por debajo del 3%, un objetivo previsto inicialmente para 2012, prorrogado a 2013, luego a 2014 y por tercera vez a 2016. Ahora, según los cálculos comunitarios, el 3% no se logrará hasta 2018 como pronto.
Pero antes de lograr esa cuarta prórroga, Guindos deberá ofrecer al Eurogrupo contrapartidas. La CE no quiere apretar las tuercas a España en un momento tan delicado como el actual (refugiados, brexit...) pero reclama un mínimo ajuste. Guindos no llega a la cita de Amsterdam con las manos vacías. Como señal de buena voluntad, el Gobierno español anunció el pasado viernes un recorte de gasto en la Administración central de dos décimas de PIB (2.000 millones de euros) y convocó a las comunidades autónomas para exigirles también un sacrificio.
Bruselas no va a exigir gestos mucho mayores a un Gobierno en funciones, varado desde el apretado resultado de las elecciones del 20 de diciembre. Mal que le pese, la CE deberá esperar a que la próxima semana se despejen de una vez por todas las dudas sobre si se forma un nuevo Ejecutivo o se repiten los comicios.
La CE prefiere la formación de un nuevo Gobierno, lo más estable posible, que actualice de manera inmediata los Presupuestos Generales aprobados por el Gabinete de Rajoy antes de las elecciones, cuyos fundamentos han quedado claramente obsoletos tras conocerse el dato definitivo del déficit en 2015, muy por encima de lo anunciado por Madrid.
Si no hay nuevo Gobierno, el actual actualizará el Programa de Estabilidad, con previsiones de crecimiento ligeramente rebajadas, pero sin margen para ofrecer grandes ajustes o reformas.
Aun así, Bruselas se muestra dispuesta a conceder una prórroga en el objetivo de déficit de hasta dos años, a cambio de una supervisión reforzada sobre las cuentas públicas.
El comisario europeo de Economía, Pierre Moscovici, ya ha dado dos serios avisos en ese sentido. El primero, antes de las elecciones, cuando cuestionó abiertamente el proyecto de Presupuestos presentado por Rajoy. Y el segundo, este mes de marzo, con una recomendación en la que pidió a Madrid la aplicación a rajatabla de la ley española de estabilidad presupuestaria para controlar el gasto de los Gobiernos autonómicos.
Moscovici evaluará en mayo si España ha cumplido esa petición. Y de lo contrario, podría imponer una sanción. Al fin y al cabo, nada impide en el Pacto de Estabilidad conceder una nueva prórroga e imponer una multa. Sería la ambigua herencia de la legislatura de Rajoy.
Foto: fachada art-decó del estadio de la Union Saint-Gilloise en Bruselas, obra de Oscar De Clerck (ici). (B. dM., 15-7-2015).