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Emprendedores

Las ‘startups’ suben la biotecnología a la nube

Algunos de los proyectos de empresa con más futuro mezclan ciencia y nuevas tecnologías

Thinkstock
Manuel G. Pascual

Óscar Suárez, de 30 años, vio una oportunidad de negocio en el proyecto final del MBA que cursó en Esade. Ingeniero informático y doctorado en biomedicina, a él y a su compañero Miquel Àngel Bru se les ocurrió poner en marcha la primera plataforma biogenómica de la Unión Europea. La secuenciación del genoma ya no es un secreto para los científicos. Pero lo que sí puede resultar engorroso es dónde almacenar los 600 GB de memoria que ocupa toda la información que contiene nuestro ADN. “En Made of Genes llevamos a cabo la secuenciación y luego la subimos a la nube, de forma que el usuario pueda acceder a esos datos siempre que quiera”, explica Suàrez.

Su idea atrajo la mirada, entre otros, del programa Open Future de Wayra, la aceleradora de empresas del grupo Telefónica. “Se interesaron por nuestro proyecto tres o cuatro meses después de empezar. Ahora llevamos 11 y estamos en medio de una ronda de financiación en la que pretendemos levantar 500.000 euros”, señala. Wayra puso otros 100.000, entre líquido y servicios, mientras que la Empresa Nacional de Innovación (Enisa) aportó 60.000.

Los particulares que quieran secuenciar su genoma con Made of Genes deberán aportar una muestra de saliva, esperar un mes y preparar unos 3.000 euros. “De momento es un producto muy premium. Puede interesar a personas enfermas que necesiten el servicio o a pacientes sanos que quieran prevenir o maximizar sus dietas, por ejemplo. También es interesante hacerlo en recién nacidos: esa información te servirá toda la vida”, ilustra Suárez. No son la única compañía que se dedica a descifrar el ADN. “Nuestro elemento diferenciador es la confidencialidad de los datos”, asegura el cofundador.

Antes de vender el producto a usuarios finales, estos emprendedores han puesto en marcha un modelo de negocio dirigido a hospitales y centros de investigación que quieran almacenar datos sobre análisis genómicos.

La nube también es el entorno en el que se mueve Mint Labs, otra de las jóvenes empresas incorporadas al programa de Wayra. “Somos una plataforma en la nube que provee servicios de almacenamiento y procesado de imágenes de resonancias magnéticas cerebrales, facilitando a los médicos e investigadores un conocimiento más detallado del cerebro, y con ello aportando un diagnóstico más preciso antes de realizar cualquier tipo de operación”, resume el portugués Paulo Rodrigues, cofundador y consejero delegado de la compañía.

El portal de Mint Labs permite la subida de las imágenes a la red de forma segura e intuitiva. Incorpora también herramientas de análisis para procesar los datos, un servicio dirigido a especialistas, centros de investigación e investigaciones clínicas y preclínicas. Tiene el atractivo, además, de trabajar en el campo de las neurociencias, una de las disciplinas que, según todas las previsiones, protagonizará un gran desarrollo durante este siglo.

Nacida en 2013, la empresa ya tiene sedes en Barcelona y Boston, considerada por muchos como la meca de las biotech. Mint Labs fue captada por Wayra ese mismo año. “Nos ayudó mucho a ganar presencia en los medios de comunicación”, destaca Rodrigues. “Desde finales de 2015, después de lanzar la plataforma online, hemos crecido un 170% y estamos trabajando con 35 hospitales, diez de ellos en Barcelona, como el Hospital Clínic. También estamos aumentando nuestra presencia en el ámbito internacional, con clientes en Italia y EE UU. Actualmente estamos buscando 2,5 millones de dólares de financiación”, resume el portugués. La firma ha sido apadrinada recientemente por Bayer junto a otras tres jóvenes compañías del sector salud.

SincroLab, por su parte, no recurre a la nube como uno de los atractivos de su producto. La empresa ideada por los neuropsicólogos clínicos María Laorden y Nacho de Ramón desarrolla aplicaciones para mejorar la calidad de vida de las personas con dificultades de aprendizaje, deterioro cognitivo y otros trastornos. La idea surgió de la necesidad de que los tratamientos ofrecidos a los pacientes fueran diarios y no semanales. Se encontró en la tecnología el medio ideal para llevarlo a la práctica.

Los videojuegos y aplicaciones desarrollados por estos jóvenes emprendedores, que se apoyan en el asesoramiento de un comité de neurocientíficos, también llamaron la atención de Wayra, que impulsó el proyecto a través de su programa Open Future. La firma acaba de presentar una nueva app para niños. Sincrolab Kids, que permite a los profesionales diseñar en tres minutos entrenamientos cognitivos en atención, memoria, lenguaje y funciones ejecutivas basados en el perfil mental particular de cada paciente.

Sobre la firma

Manuel G. Pascual
Es redactor de la sección de Tecnología. Sigue la actualidad de las grandes tecnológicas y las repercusiones de la era digital en la privacidad de los ciudadanos. Antes de incorporarse a EL PAÍS trabajó en Cinco Días y Retina.

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