El color de moda de Burberry
Burberry está desaliñado, pero no debería. Las ventas comparables interanuales de la firma de lujo británica cayeron un 2% en el último medio año. La buena noticia es que hay tres grandes debilidades que Burberry podría solucionar con mayor o menor facilidad. Es una empresa de una sola marca. Su jefe Christopher Bailey es también su principal diseñador. Y, aunque el 35% de los clientes son chinos, su consejo de administración es totalmente occidental.
Es difícil ver cómo Bailey puede con todo. El jefe de Burberry ha impulsado él mismo gran parte de la innovación digital y comercial de la compañía. Su plan para vender los productos directamente de la pasarela es un giro importante para la industria de la moda. Pero, igual que diseña artículos que hombres y mujeres quieren comprar, Bailey tiene que hacer frente a otros problemas –como una caída del 30% en el precio de la acción de Burberry en un año–.
Otros creativos del lujo como Miuccia Prada y Alessandro Michele de Gucci tienen un Bertelli Patrizio o un Marco Bizzarri para compartir la carga de trabajo. En el propietario de Gucci, Kering, o en LVMH, los ejecutivos de la marca también reciben el apoyo de los jefes del grupo. Burberry lo estaría pasando mejor dentro de un mega grupo del lujo.
Además, aunque cuenta con modelos de Asia en su pasarela, su consejo de administración es principalmente blanco. No es algo raro en las compañías europeas de lujo pero, ¿por qué no romper el molde? Dado que el acceso a los consumidores chinos se complica, el conocimiento interno de la dirección podría resultar de ayuda.