_
_
_
_
_
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La batalla de la gestión del IVA

Acabado el primer trimestre del año, las empresas resoplan y ya miran los siguientes tres meses. La liquidación del IVA es una constante en las empresas nacionales, pero se convierte en una batalla cuando hay que liquidar el impuesto.

Las compañías repasan con esmero las facturas con el objetivo de que el resultado sea negativo para, consecuentemente, compensar el resultado en futuras declaraciones. Por eso, la administración y la gestión de las facturas y de los tiques juegan un papel muy importante. Pese a que la liquidación del impuesto ya se ejecuta de forma telemática, la gestión periódica es una piedra en el zapato para muchas empresas por el gran volumen de información que acumulan a lo largo de 90 días.

Las empresas nacionales ven con buenos ojos la propuesta que la Agencia Tributaria anunció en 2014 y en la que trabaja desde hace más años: la implementación del sistema de suministro inmediato de información (SII), un plan de control electrónico que permitirá cumplir con las obligaciones tributarias diariamente, pudiendo liquidar el IVA de las facturas y de los tiques en un plazo de cuatro días hábiles desde el momento en que los emitan y los reciban. El gran proyecto de Hacienda, sin embargo, se ha ido posponiendo hasta el punto de que está en el aire su puesta en marcha en 2017. A pesar de las expectativas generadas en el mundo empresarial.

Las empresas españolas encuentran en este constante retraso otro hándicap en su día a día. Muchas de ellas ya se estaban preparando para el cambio de sistema, que supondría un antes y un después en la liquidación del IVA, así como en la agilización de las cuentas de las compañías. Más de 62.00 empresas estarán afectadas en la primera fase de la implantación del sistema: las compañías que facturen más de seis millones de euros anuales, las inscritas en el Registro de Devolución Mensual del IVA (Redeme) y los grupos societarios a efectos de IVA. Más adelante será obligatorio para todas las empresas.

El aplazamiento en la implantación del nuevo sistema llega en un momento tan avanzado que incluso a algunas empresas de gestión de gastos les ha pillado con los deberes ya hechos. Es el caso de Captio, empresa que digitaliza los tiques de los gastos de viajes de las empresas, para agilizar y optimizar la gestión de este impuesto.

La utilización de su plataforma también ayuda a combatir de manera más exhaustiva el fraude interno, permitiendo cumplir así con las obligaciones de forma inmediata, tal y como está previsto que sea necesario hacer cuando llegue la aplicación del plan.

A través de un smartphone, la herramienta digitaliza los tiques de los gastos y extrae los datos automáticamente, de forma que automatiza el proceso de creación y supervisión de las notas que los empleados generan en el transcurso de su trabajo para justificar sus gastos.

Con todo ello, las empresas son las que salen perdiendo en una gestión de obligado cumplimiento, como la actual, que tendría que ser práctica y simple con una tecnología que entra con fuerza para mejorar su día a día y que se acomoda a las necesidades crecientes de las organizaciones.

Otros países, en cambio –Francia y Portugal, por ejemplo–, sí que están aprovechando con éxito las ventajas de un control electrónico e inmediato del impuesto, que permite crear unos datos fiscales para reducir errores en la liquidación y para aportar una mayor seguridad jurídica a todo el proceso.

La implantación del SII en España simplificaría el papeleo necesario actualmente a la hora de liquidar el impuesto. Las empresas no tendrían que entregar los modelos 347, 340 y 390, relacionados con su gestión.

Todo ello ampliaría el plazo de liquidación en diez días y la Agencia Tributaria podría anticipar la comprobación, así como agilizar el control y las devoluciones del impuesto.

Joel Vicient es CEO de Captio

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_