Iberdrola se marca un beneficio neto de 3.000 millones para 2020
El plan de negocio de Iberdrola para el próximo lustro se marca como objetivo la consecución de un beneficio neto de 3.000 millones para 2020, un 25% por encima de los conseguidos en 2015, según ha anunciado hoy el presidente del grupo, Ignacio Galán, durante la junta de accionistas. Esa meta pasa por un crecimiento anual del resultado del 6%. El incremento del dividendo estará en esa línea. Galán puso el ejemplo de las cuentas del ejercicio anterior, cuando los beneficios aumentaron un 4,1% y la retribución creció un 4%, hasta 0,28 euros por acción. Iberdrola ya ha pagado 0,127 euros por título. Los próximos desembolsos llegarán en julio, con 0,153 euros por acción, más 0,005 euros brutos por prima de asistencia a junta.
Estados Unidos será uno de los puntales para lograr esas metas. Allí espera un incremento anual del beneficio del 7%, por encima de la media del 6% marcada para todo el grupo, declaró Galán en base a preguntas de los accionistas.
La estrategia del grupo incluye la posibilidad de la producción de más electricidad en México que en España a partir de 2019, por las necesidades de demanda en el país azteca, porque en el mercado nacional tiene más capacidad instalada. México es otro de los focos de crecimiento a futuro de Iberdrola. Allí está construyendo siete nuevas centrales de generación con una potencia global de 2.500 MW.
En 2015 ha concluido en el país azteca la edificación de dos nuevos parques eólicos terrestres, lo que eleva su capacidad en este segmento a 200 MW a día de hoy. También finalizó durante el ejercicio anterior la puesta en marcha de dos ciclos combinados y de dos plantas de cogeneración para clientes, uno de ellos la multinacional Kimberly Clark.
El presidente de Iberdrola quiso expresar el grado de internacionalización del grupo con el dato de que hace 15 años conseguía el 99% de sus negocios en España, cuando ahora dos terceras partes de sus ingresos proceden de otros países. En línea con esta orientación al exterior, Galán analizó en la junta la situación de Avangrid, la filial para el mercado de Estados Unidos. La participada aporta activos de más de 30.000 millones de dólares y siete millones de clientes. Cotiza en la Bolsa de Nueva York y su nivel de capitalización supera los 12.000 millones.
Galán recordó en la junta que el sector eléctrico deberá invertir 20 billones de dólares para responder a un crecimiento de la demanda mundial de energía del 70%, que las compañías deberán atender además por vías no contaminantes. Para poder abordar ese reto, el presidente de Iberdrola pidió “marcos legislativos predecibles y estables, con políticas a largo plazo”.
No rehuyó Galán la coyuntura política al afirmar que aunque hay procesos electorales abiertos en varios países, como España, los gobiernos resultantes deben “mantener la estabilidad institucional, imprescindible” para la actividad empresarial. La multinacional española invertirá 24.000 millones hasta 2020.
La junta respaldó los cambios en el consejo de administración, que incluyen la salida de Xabier de Irala, tras más de una década en este órgano de gobierno, y la entrada de Xabier Sagredo, en representación de la Fundación BBK, principal accionista de Kutxabank.