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Hay verdades, medias verdades, mentiras y estadísticas

En marzo pasado, el paro registrado se redujo en España en 58.216 (-1,4%) hasta situarse en las 4.094.770 personas. En los últimos doce meses, los desempleados han caído en 357.169 personas, lo que equivale a un 8,02% menos. Este descenso del paro, tras dos meses de subidas, contó con la ventaja de la semana santa (la mejor, desde el punto de visto hotelero, en varios años) y se ha notado, ya que el sector servicios es el que más parados ha descontado: 54.429 personas (una caída del 1,97%). Le siguieron la industria, con 3.440 parados menos (-0,88%), la construcción (2.650) y la agricultura (1.262). Solo en el colectivo de los "sin empleo anterior" fue donde el desempleo subió: 3.565 personas (+1,03%).

Este es el tercer mejor registro en un mes de marzo de toda la serie (desde 1996). Solo en marzo de 2002 y de 2015 se registraron rebajas mayores del número de parados (66.805 y 60.214 respectivamente) y desde 1996, el paro ha descendido en este mes en 16 ocasiones y ha subido en otras cuatro (en el periodo 2009-2012, en plena crisis económica).

En términos desestacionalizados, el desempleo bajó en marzo en 45.466 personas. Se registraron 1.508.881 contratos, un 4,6% más que en el mismo mes de 2015. De esta cantidad, 150.726 contratos, el equivalente al 9,99% del total, fueron de carácter indefinido, casi un 4,5% más que en marzo del año pasado.

Por otro lado, la afiliación media a la Seguridad Social ha crecido en 138.086 personas en marzo (+0,80 % mensual), hasta los 17.305.798 cotizantes. En comparación con marzo de 2015, el conjunto del sistema sumó 472.998 ocupados (+2,81 % interanual). En términos destacionalizados aumenta en 59.161 personas.

Por otro lado, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicó su Índice de Confianza del Consumidor (ICC) de España que se situó en 92,6 puntos en marzo desde los 95,2 de febrero. El indicador utilizado por el CIS recoge valores entre cero y 200 y se considera que por encima de 100 la percepción del consumidor sobre la situación y las perspectivas económicas es positiva y por debajo de dicho nivel (100) esa percepción es negativa. El indicador viene cayendo desde el mes de diciembre pasado (el máximo de los años de la crisis) ya que en enero bajó 8,3 puntos, en febrero 3,9 y en marzo 2,6 contabilizando así una caída de 14,8 puntos desde dicho mes. La primera impresión es que esta evolución esta ligada a la incertidumbre política, tras las elecciones de diciembre pasado. Pero si miramos más allá, vemos que es una constante también en los EE.UU.

Sin ir más lejos, el viernes se conocía un buen dato de empleo americano: el incremento de la población activa sobrepasa el de la población total (síntoma de que el mercado laboral atrae a gente) y el ratio empleo sobre población aumenta. Olvídense de la tasa de paro que no solo no explica la situación real del mercado laboral americano, sino que su subida no es más que un acercamiento a su valor real que esta muy por encima del 10% (la llamada tasa de paro U6 es mucho más fiable pero tiene también sus problemas de contabilización). A pesar de esta aparente mejora en la situación del mercado laboral, la confianza del consumidor (Universidad de Michigan) también viene cayendo desde sus máximos (en este casi verano del 2015).

“Sólo me fio de las estadísticas que yo mismo he manipulado”

Winston Churchill

¿A que se debe esta desconexión entre los datos reales del mercado laboral y la confianza de los consumidores? ¿están mal diseñados los datos económicos? o lo que es pero ¿son de fiar?. Los datos son estimadores de la realidad, no la realidad misma (¿recuerdan a Magritte y su pipa?). A estas alturas "de la película", esto debería estar muy claro.

Políticamente todo esto es observable en lo que esta pasando con el bipartidismo a nivel occidental. No solo es en España, donde el PP y el PSOE no comprenden ya el grueso del electorado (de ahí el actual e inimaginable impasse parlamentario), sino en la irrupción en EE.UU, de un personaje con tanto éxito entre el electorado (como repudiado incluso por el stablisment republicano) como Donald Trump. Y, más sorprendente todavía si cabe, la capacidad de supervivencia de un personaje, también en los extremos, como Bernie Sanders que todavía logra sobrevivir a una Hilary Clinton que, si las condiciones fueran la que los datos económicos nos indican, debía haber sido elegida por aclamación nada más presentarse como candidata del partido Demócrata a las elecciones de noviembre.

En el Reino Unido (a pesar de la mayoría absoluta del partido conservador, atribuible a su particular sistema electoral) se observa esta "desolación" electoral en la fragmentación del partido conservador de cara al Brexit y la fuerte irrupción del partido UKIP que aglutina a su alrededor a buena parte del votante en desafecto con el partido de Cameron. La intención de voto hacia los partidos tradicionales (Conservador, Laborista y Liberal) ha venido cayendo de manera sistemática desde el año 2009 a favor de partidos como el UKIP y los verdes.

Lo mismo ha ocurrido en las recientes elecciones locales en Alemania (con el "éxito" de un partido como el AfD y los avances de los verdes) y otros países europeos.

¿Que nos esta diciendo la realidad que no nos logra decir todo el aparato estadístico occidental? Comprenderlo es necesario para adivinar correctamente lo que podrá pasar. De momento, desconfíen de los datos (a no ser que sea usted mismo el que las manipula).

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